Entre tanto aviso de
estafas por Internet y piratas al acecho de cachivaches digitales que
piratear, como que se añora levemente la era analógica...
Llamaban por teléfono,
sin identificar la llamada ni gaitas actuales, sonando el timbre y se
descolgaba y contestaba tranquilamente. Ahora nos dicen que pueden
grabar nuestra respuesta a una llamada y mediante la denominada
inteligencia artificial son capaces de crear una conversación para
pedir un crédito con nuestra voz, que es la voz grabada. Pues al
descolgar, lo mejor es no decir nada y esperar que la parte llamante
de la segunda parte se identifique...
Imagino que en las altas
esferas estas cosas ya llevan un lustro al menos de implantación
antes de que llegaran a las bajas esferas de la plebe. Tal vez, sólo
tal vez, esto explique porque anda el mundo tan liado. Pongamos que `A´ quiere entablar un diálogo directo con `B´ sin intermediaciones de
asesores, representantes y generales. `A´ llamaría a `B´ directamente
pero `B´ no contestaría como medida de precaución para que no graben
su voz y palabras a la vez que `A´ se queda mudo porque nadie contesta
en `B´...
Ya de los correos
electrónicos ni hablar porque ya va una década larga que sólo
llegan estafas de suculentas herencias, suculentas viudas de más
suculentos caudales, así que ni `A´ ni `B´ lo utilizan...
De manera que disponemos
de una tecnología maravillosa pero sigue fallando el factor humano
como siempre y por no variar...
Al final habrá
inteligencia artificial incorporada a nuestras vidas y las
comunicaciones personales antes pasarán el filtro artificial e
inteligente, y estaremos aislados rodeados de información y
verificaciones antes de decir el `diga´ que se decía antaño...
Estas reflexiones me
vienen porque he instalado portero alámbrico en el acantilado.
Resulta agradable bajar y subir al mismo por rutina, pero no tanto
cuando llaman al timbre y resulta que me llega correo basura
analógicamente en forma de desconocido que me hace bajar para nada.
Pensé en un video portero pero era un gasto abultado, costaba más
la instalación y la mano de obra que el sistema a instalar. De forma
que he vuelto a la Era analógica y he atado los extremos de un
cordel, ni grueso ni fino sino todo lo contrario, a un envase de yogur
vacío de tal forma que desde la base del acantilado hasta la cima
donde tengo mis aposentos quede el cordel tenso, así cuando llega
alguien sólo tiene que hablar al envase de yogur y luego esperar
respuesta acercando el mismo a la oreja...
Podría decirse que estoy
algo desquiciado, pero a ningún desconocido u desconocida se le
ocurrirá tocarme los bemoles para que baje a abrir cuando vea la
instalación, cutre y ordinaria. Sólo familiares, amigos y pufistas
que saben de mis ocurrencias verán normal un envase de yogur vacío
atado a un cordel, ni grueso ni fino sino todo lo contrario, como
telefonillo ecológico, sostenible y progresista retrocediendo en el
tiempo como se lleva ahora...
Lo malo es que siempre hay
alguien dispuesto a romper el cordel.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario