Cada
vez más, cuando llegan las fechas estivales con el trasiego de
veraneantes, turistas y viajeros, algunos empresarios hosteleros
cobran suplementos en la minuta. Es parecido a cuando se afirmaba
que nadie pagaría por ver la televisión, acostumbrados a las
emisiones en abierto, en los albores de la televisión por cable, y
ahora con los suplementos en la minuta se observa algo parecido
cuando bramamos porque nos cobran el pan, el agua del grifo con hielo
y hasta por la limpieza de los manteles y servilletas. Sin reparar en
gastos, salimos a la búsqueda y encontramos el restaurante
propiedad de Jacinto Susero donde se come muy bien por diez aurelios
pero la minuta sube a los 23,50 aurelios con los suplementos...
-Reconozco que he
quedado como un obispo con el menú, pero 13,50 aurelios de minuta en
suplementos...
-Vamos
a ver, los tiempos de comer un menú del día con todo incluido en el
precio ya no existen. Hay sueldos que pagar, gastos que cubrir y
ganancias que recaudar. Estamos en un mercado libre y cobro por el
pan 1,50€ porque el pan bueno es caro y poner un mendrugo que
parece chicle me hace perder clientela. La mantelería podrá
observar que es de primera, impoluta y resplandeciente que nubla la
vista, pues debo cobrar el suavizante para que cuando un cliente se
pase la servilleta por la boca sea suave, casi hasta placentera al
contacto con la piel y el detergente más el gasto de electricidad,
no creo que pagar un suplemento de 5,50€ sea para rasgarse las
vestiduras. Lo más polémico, así lo reconozco, es el suplemento de
tapicería de las sillas, sólo 2€, pero no es lo mismo con estos
calores poner el culo en una silla de plástico o superficie dura a
sentar el culo en un mullido asiento, confortable que hace gozar del
placer inherente a comer.
-Mire
usted, yo tengo en plantilla fijos a tres empleados y dos más en
temporada estival que dan como resultado seis pares de zapatos como
mínimo ya que hay calzado de verano y calzado de invierno, si
prefieren usar otro calzado es cosa personal de cada uno, pero el
gasto en suelas ahí está. Los eventuales sólo gastan suela de
zapato de verano así que no cobro, descuento del suplemento, las
suelas de zapatos de invierno, que podría cobrarlo de suplemento,
pero me gusta ser honesto con la clientela. Y le diré algo más,
tengo lleno todos los días porque además de comer a buen precio
están confortables, con buenas sensaciones la clientela que paga los
suplementos porque sabe que lo merece.
-¿No
pagamos seguro en nuestra vida cotidiana? ¿No contratamos seguros si
vamos de viaje tercermundista? ¿No tenemos seguro de coche aunque
nunca tenemos un accidente? ¿No cobran los supermercados un céntimo
por robos? Pues yo cobro un suplemento de 1€ para causas
desconocidas que no se pueden prever: el cliente que tira un vaso; el
repelente niño que ensucia y llena el suelo de restos de comida; el
más repelente chucho que se dedica a olfatear y llena de pelos y
babas el entorno de la mesa de sus dueños; un plato roto y, en
definitiva, cualquier incidente que provoque un gasto en
mantenimiento, desperfectos y demás causas imposibles de prevenir.
Tengo clientela mayor con Parkinson y sin el suplemento no gano para
reponer vasos, porque es que los destrozan.
-¡Coño,
aquí no se obliga a nadie a entrar! ¡Yo cobro los suplementos que
considero oportunos atendiendo a los gastos, ahora con la jornada
reducida debo contratar y más zapatos cuya suela se desgasta! De
hecho, voy a introducir un suplemento para el verano que viene
relativo al papel higiénico, de triple hoja aromatizada y de tacto
hiper suave que dan ganas de no levantarse de la taza del váter, pues
se lo llevan, cogen y se lo llevan. Esta temporada he puesto papel
higiénico normal, pero no es lo mismo porque el personal y yo
utilizamos el inodoro y esa triple capa aromatizada es algo
maravilloso, pues voy a cobrar suplemento.
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