Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
CONOS DE MAIZ 3D
Hoy
vamos a tratar de un aperitivo para picotear, también para pequeñas
delicias gastronómicas que nos pueden sacar del apuro de visitas
inesperadas, que lo odias o lo amas, nos referimos a los conos de
maíz tridimensionales. Lo que empezó como una novedad se ha
convertido en un clásico de los aperitivos y de cosas para picotear
y nadie mejor que nuestro experto el profesor T. A. Rambaina para que
nos ilustre sobre un alimento ya básico en muchas despensas,
armarios y alacenas al que no solemos prestar mucha atención...
-Por
supuesto que lo es y cumple todos los cánones de la cocina
industrial y de
alimentos envasados, puede que el título de `aperitivo´ lo rebaja de categoría en apariencia, pero en mentes imaginativas se puede transformar en todo un plato innovador y que cause asombro entre los comensales. Como aperitivo se puede picotear haciendo otras cosas, un plato inesperado de conos de maíz en una tarde con infancia en casa será recibido con alborozo y algarabía por la infancia, lo mismo para una pequeña timba de fin de semana entre amigotes o como aperitivo mientras se termina de cocinar la cena. También la forma cónica nos retrotrae a la infancia en el subconsciente logrando que comencemos a salivar, tocarlo con esa forma cónica ya es toda una experiencia que se queda grabada a fuego en el hipotálamo, lo mismo que crea repulsión en mujeres embarazadas o críos refalfiados que los apartan con cara de asco. Si además se combina con otras cosas tenemos un alimento polivalente que trasciende su condición, su etiqueta, de aperitivo, simple aperitivo de maíz.
alimentos envasados, puede que el título de `aperitivo´ lo rebaja de categoría en apariencia, pero en mentes imaginativas se puede transformar en todo un plato innovador y que cause asombro entre los comensales. Como aperitivo se puede picotear haciendo otras cosas, un plato inesperado de conos de maíz en una tarde con infancia en casa será recibido con alborozo y algarabía por la infancia, lo mismo para una pequeña timba de fin de semana entre amigotes o como aperitivo mientras se termina de cocinar la cena. También la forma cónica nos retrotrae a la infancia en el subconsciente logrando que comencemos a salivar, tocarlo con esa forma cónica ya es toda una experiencia que se queda grabada a fuego en el hipotálamo, lo mismo que crea repulsión en mujeres embarazadas o críos refalfiados que los apartan con cara de asco. Si además se combina con otras cosas tenemos un alimento polivalente que trasciende su condición, su etiqueta, de aperitivo, simple aperitivo de maíz.
-Ya
digo que cumple los cánones de todo alimento industrial digno de
llamarse tal. Analizando el envase de 100gramos se puede realizar el
siguiente desglose de ingredientes: Un 70% de sémola de maíz,
aceites vegetales como son el de maíz y girasol en proporciones
variables, eso sí; nótese que el envase no dice nada de sabor a
queso y beicon pero en los ingredientes si aparecen el suero de leche
en polvo, sal, queso en polvo de leche para dar esos aromas; No falta
el indispensable glutamato monosódico y los nunca bien apreciados
del todo por la masa consumista de comida industrial envasada como
guanilato disódico; el siempre reconfortante ácido
cítrico, extracto de pimentón como colorante y dos clásicos de las
recetas de comida industrial envasada, imprescindibles me atrevería
a decir, de la sal y el azúcar. Todo ello nos da un alimento rico en
un doce por ciento, respectivamente, de grasas y sal; un ocho por
ciento de 157 kilocalorías y un dos por ciento de azúcares, citar
que de las grasas un cinco por ciento son saturadas. Ingredientes
habituales, ya sea juntos o por separado, en los alimentos
industriales envasados.
-¡Me
niego como consumidor consciente y progresista a consumir
esa mierda de guanilato que suena a reciclado de guano para consumo
humano! ¡Me niego en redondo!
-No
sea usted ignorante, muchacho. Sepa que el guanilato está presente
en productos fritos, embutidos, patés, pizzas, condimentos,
alimentos precocidos, aceitunas, encurtidos en conserva, productos
cárnicos, derivados del pescado, salsas, pastas y aperitivos. No hay
que ser aprensivo al ponerse a mirar los ingredientes, aplicar ese
dicho de ojos que no ven, paladar que no se resiente. Es indudable
que visto así parece unas lista de cosas raras, pero son cosas
naturales y artificiales que consumimos ya desde bebés desde hace un
siglo.
-Tiene
razón... No voy a comer bazofia vegana por unos timoratos prejuicios
de consumidor analfabestia...
-¡Pues
claro! ¡Pues claro! Hay que dejar los refalfies de consumidor mal
acostumbrado. No quiero terminar sin citar la opción de convertir un
aperitivo en todo un plato. Se coge el envase de 100 gramos, como
ejemplo porque puede ser de la cantidad que se necesite, y se reparte
entre los comensales de forma equitativa, si sobran algunos se pueden
picotear sin remordimientos. Se coge una lata de guisantes, un bote
de mayonesa, salsa tabasco, una lata de bonito, otra lata de
mejillones en escabeche y una lata de aceitunas. Aprovechando la
forma cónica se van distribuyendo, también equitativamente, un par
de guisantes en un cono, un alegre mejillón, la siempre insinuante
aceituna rellena de cosa anchoa, una alegre capa de mayonesa con una
gota de tabasco y en definitiva cualquier otra ocurrencia para
rellenar el cono, desde un inocente gusanito a un minúsculo trozo
de merluza con mayonesa. Un plato casi vanguardista que sorprenderá
a nuestros invitados y calmará a la infancia revoltosa.
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