Una sección de
El Bis en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
D.I.S.C.O.(1980)
Francia
y su capital están de plena actualidad con los JJOO y es buen
momento para recordar un tema que sigue sonando tan peculiar como en
su lanzamiento en 1980 y representante exitoso de la música disco
interpretado por el dúo francés Ottawan. Es también una típica
canción de fechas veraniegas para saraos varios donde sigue animando
a bailar y sigue sorprendiendo a quienes la escuchan por primera vez.
Además, en el orbe hispano es hasta didáctica por cuanto permitía
con el inglés de la E.G.B practicar la comprensión oral y que en el
inglés de la E.S.O. es completamente entendible...
El
nombre del dúo, cuya carrera abarca desde finales de los 70´s
hasta 1989, rinde homenaje a la capital de Canadá según cuentan las
crónicas. La canción es un sonido disco ya decadente con estribillo
y ritmo pegadizo, que juega además con el título que dejó
desconcertado a alguno en 1980. Producción impecable, reitero que
decadente ya con los ritmos tecnopoperos sepultando la música disco,
y que engancha cuando la oyes, si es de sarao inevitablemente
acabarás bailando cuando no toda la cuadrilla en coreografía
improvisada. Raro ejemplo de éxito de un dúo francés que por no
parecerlo de primeras no te hace repeler el tema por ser francés de
origen.
El
vídeo es típico del género disco con bailes y movimientos al
compás del ritmo de la canción y con una estética ya ochentera que
nos indica estar escuchando ya los estertores del género que
triunfaba en las discotecas de los 70´s. El dúo conoció otro éxito
aunque pasa a la historia musical por el tema protagonista de la
crónica de hoy. Se podrá comprobar su carácter didáctico para el
orbe hispano en cuanto a practicar comprensión oral y aunque al
principio la canción tiene su gracejo y la escuchas con agrado, en
dosis masivas produce taquicardias para tímpanos sensibles ya que el
ritmo disco acaba siendo taladrante...
Avisadas
y avisados estáis, que conste.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
París
ha brillado como nunca con la inauguración de los Juegos Olímpicos
aunque ha saltado la polémica porque una de las puestas en escena
durante la ceremonia y retransmitido a todo el planeta que, según el
cerebro de la idea un tal Thomas Jolly, era una especie de
representación inspirada en el cuadro `La fiesta de los dioses´
aunque la audiencia católica y cristiana lo que vio fue una parodia,
una mofa y befa en definitiva que parodiaba uno de los momentos
cumbre de la vida de Jesús como es la última cena con sus apóstoles
antes de ser apresado por los romanos. Nadie mejor que nuestro asesor
en temas religiosos el padre Mundicia para que nos aclare si hubo
ofensa o no al cristianismo...
-¿Es una ofensa una
representación de la última cena de Jesús imitando al célebre
cuadro del mismo nombre?
-El
arte sacro ha servido de fuente de inspiración a todo tipo de
artistas durante siglos y la Iglesia nunca se ha sentido ofendida,
otra cosa es hacer una supuesta obra artística que busca la polémica
y de paso publicidad gratis como ha sucedido con películas que sólo
pueden ser tildadas de heréticas e inspiradas por el mismísimo
Satán. Me viene al recuerdo esa obscena película titulada `La vida
de Brian´, alguna campaña publicitaria de ropa e incluso canciones
en musicales. La Iglesia es tolerante y que un país como Francia
haga un homenaje a la última cena de Jesús en, nada menos, que una
inauguración olímpica y que se ve por televisión por millones de
personas, creyentes y no creyentes, hermanados en la fiesta del
deporte que son unos Juegos Olímpicos. De todas formas permita que
le eche un vistazo, no pude ver la inauguración por motivos que no
son de su incumbencia, a ver qué... Bueno a simple vista se aprecia
cierta similitud innegable aunque veo muy lograda la caracterización
de los actores, aún así voy a ponerme las gafas porque sin ellas no
aprecio con nitidez...Ampliaré con el ratón y bueno, aprecio a
Jesús con su halo divino...
-¿Y el supuesto
apóstol con pechos femeninos?
-¡Pero
qué pechos femeninos de un apóstol, boca negra! A ver que
amplio...¡Pero qué cojones...! ¡Por las barbas de Barrabás! ¡Si
Cristo tiene tetas! ¡Y un apóstol vestido como una furcia de burdel
filipino! ¡Qué clase de insulto y ofensa estoy viendo! ¡No es la
última cena, es una cena en algún antro pecaminoso de Sodoma o
Gomorra! ¡Gabachos herejes! ¡Atajo de ateos franchutes! ¡Si hasta
tienen contaminado el Sena, sin duda castigo divino por la ofensa a
la Cristiandad! ¡Esto no es una representación, es una auténtica
ceremonia negra satánica! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay que me da algo!
-¡Rediós
Mundicia, a ver si le da un jamacuco y se me queda fiambre! ¡No joda
Mundicia, no joda!
-Es
doloroso ver tal sacrilegio, tal aberración y provocación soez. Una
cosa es que esos ateos de los franchutes se metan con Mahoma, que no
deja de ser un infiel y como mandan los cánones, y otra este insulto
a la verdadera fe cristiana. Esto pasa por dejar en manos ateas el
organizar este tipo de eventos deportivos. Si la inauguración ha
sido una fiesta blasfema de sodomitas y pervertidos no quiero pensar
en los Juegos Olímpicos y las diversas pruebas, deberían establecer
un comité para aclarar antes de la competición que no dan gato por
liebre. Si me disculpa, necesito volver a la parroquia y meterme unos
buenos lingotazos de vino moscatel y hacer una misa de maitines
rogando el perdón divino por esos ateos gabachos, que cuando les
invade Alemania bien que se vuelven creyentes...
-Pues
no ha visto al tipo de azul pitufo sobre la mesa...
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Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr.
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Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
LA VENGANZA DEL HOMBRE
MUERTO(2013)
(Dead
Man Down)
Hay dentro del género de acción todo un subgénero de
venganza por que han dado matarile a la familia del protagonista de turno, visto un
millón de veces, y éste es dado también por muerto pero sigue vivo
y logra resucitar, entre comillas, para consagrarse a vengar la
muerte de, por lo general, una joven esposa y el retoño, a veces
dos, de la pareja. Pero es un subgénero que atrapa y tiene fieles
amantes del mismo, el equipo de cata cinematográfica gustamos
siempre de una buena historia de venganza por la familia. Así que no
dudamos en aparcar trastos de faena, proveernos de birras frías y
pistachos nada más fichar para disfrutar del visionado de esta
producción de 2013 con dirección y guion a cargo de dos ilustres
desconocidos para el equipo de cata cinematográfica como son Niels
Arien Oplev y J. H. Wayman respectivamente. Reparto con dos
estrellas de Hollywood como son Collin Farrel y Noomy Rapace bien
secundados por Terence Howard de villano elegante y un Armand Assante
en otra de sus interpretaciones de ejecutivo mafioso cuyo sólo
rostro ya impone respeto malandrín y pone los pelos como escarpias
cuando te cita para verle. Destacar a Dominic Cooper que da realce a
su personaje secundario con enjundia de protagonista. Los villanos
tienen caretos de tales y cumplen su papel de malos malotes
albaneses...
Pese
al encanto de la propuesta, dos venganzas que se superponen y
terminan buscando redención dando una segunda oportunidad a sí
mismos y a los protagonistas de su venganza, redimiéndose de sus
miedos y empezando una nueva vida. Noomi Rapace y Collin Farrel están
muy bien cuando comparten plano a solas pero estamos ante otra
película de Collin Farrel donde brilla su papel, su rostro gusta a
las damiselas y logra que se identifiquen los machos alfa, pero es
ese actor del que siempre esperamos su gran película, siempre
protagonista de apetitosos papeles y luego el resultado final es de
desencanto con la película, no con él. La cosa atrapa con momentos
de silencios, escenarios familiares del subgénero con elaborados
planes de venganza, torturas más o menos crueles, el doble juego y
demás aderezos, sin embargo cuando llega la hora del desenlace el
guion peca de acelerado y comprimir mucho la cosa al final con
escenas de acción un tanto forzadas y un truco de despiste en el
guion que al espectador, lejos de sorprenderle, le parece una manera
fácil de hacer el final.
La
película se ve y es verdad que es de las que en su estreno
decepciona, no por el elenco y sí por un guion que pretende ser lo
de siempre de forma original y que decepciona al terminar el metraje.
Colin Farrel y Noomi Rapace levantan la película que se ve, en
definitiva por su presencia. Las hay mejores en el subgénero y si
bien es una película que para pasar por taquilla igual no merece la
pena y sí para verla de forma sosegada en el hogar o en el trabajo
como en nuestro caso. Noomi Rapace da credibilidad y Collin Farrel es
solvente como siempre aunque hay que incidir en que la ensalada final
de tiros suena a falsete, sin emoción ni interés alguno donde el
giro en el guion, tramposo, es lo único que hace que destaque el
metraje en su final. Para amantes del subgénero, de los
protagonistas y a quien pille de insomnio nocturno que recurre a ver
una película para conciliar el sueño...
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Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake
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Iba el otro día en el bus
municipal, en esa hora maldita donde hay espacio de sobra y se puede coger
asiento. El caso es que quité la vista de la ventanilla y observé a
mi alrededor comprobando que de una docena de viajeros sentados,
nueve estaban absortos en la pantalla de su móvil. Picado por la
curiosidad, miré al personal que iba de pie y también una mayoría
estaba atenta a la pantalla...
Sentí algo de pudor
cuando me di cuenta de que la viajera sentada delante de mí estaba
entrando en una aplicación y si prestaba atención podía ver la
pantalla, qué estaba mirando y hasta ver cómo tecleaba una
contraseña, pero parece que al personal se la refanfinfla que
alguien ajeno pueda observar sus intimidades digitales. Decidí no
ceder a la tentación de fisgar vidas digitales ajenas y observé las
edades, abarca todo el espectro generacional: mayores, maduros,
jóvenes, adolescentes y jubilados...
Parece que el `gran ojo´
de George Orwell es en realidad un ojo compuesto como el de un
insecto, millones de ojos en realidad y alguien al final de la cadena
digital que recopila nuestros datos y movimientos digitales...
Tal vez, sólo tal vez, es
mi culpa por tener un teléfono móvil capaz de funcionar como un
mini computador mientras que mis semejantes tienen un mini computador
que además permite hacer y recibir llamadas de teléfono...
Volví a la realidad de la
ventanilla del bus municipal y también los peatones van mirando la
pantalla...
Pensamos que somos los
dueños de nuestro cachivache digital...
Pero en realidad es una
cadena de esclavo en los tobillos.
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Unas memorias de
Antón Rendueles en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Prestamistas
Yo
era muy niño para percatarme entonces del significado de las cosas
de los adultos y el universo se componía del hogar familiar y aún
no estaba en la EGB, es un periodo que abarca mi primera infancia y
lo que hoy llaman preescolar, o tal vez lo llamaban así entonces.
Pero en ocasiones mi abuela, que era joven para ser llamada así, me
vestía para salir y ella se acicalaba. Luego salíamos a la calle y
tras caminar unas cuantas se llegaba a un edifico viejo, de
destartalada fachada en plena decrepitud pasados tiempos mejores, una
fachada sin pintura y gris donde había unos agujeros que siempre me
llamaban la atención en la fachada aledaña tan destartalada y
decrépita por falta de pintura como la del portal a donde entrábamos
tras picar a un timbre mi abuela. La escalera hasta el piso objeto de
la visita era vieja, de madera que tenía algún peldaño que crujía
al pisar, pero recuerdo que dentro de lo destartalado del conjunto
las escaleras y el portal estaban limpios, en mi visión infantil era
un viejo edificio que nada tenía que ver con los que había conocido
durante mi corta existencia. La puerta de entrada al piso era también
distinta a las puertas que conocía, más estrecha y más alta que
las de mi entorno material. Nos abría una mujer que me recordaba a
las Hermanas Gilda,
personajes de tebeo y pienso que era por el peinado, vestida de
arriba abajo. Nos saludaba y nos pasaba a un pasillo largo y estrecho
con misteriosas puertas que daban a otras estancias. Inevitablemente,
nada más cruzar el umbral, mi mirada se alzaba y se fijaba en una foto
en blanco y negro, aunque era más bien matices de gris en distintos
tonos. Había el rostro de un tipo con gorra militar, con un pequeño
y elegante bigote, mostrando medio perfil mirando a la cámara, sin
sonrisa no seriedad y en una esquina inferior una cinta negra en
diagonal que siempre me despertaba ese temor infantil con mezcla de
curiosidad que era la muerte. Entonces salía de la semi oscuridad
del fondo del pasillo la señora, vestida de negro, con pelo gris que
se recogía en un moño...
-Saluda
a la señora Lola, ya la conoces...-
me decía mi abuela con gesto cariñoso.
La
señora Lola me inspiraba una mezcla de temor y curiosidad al igual
que su hija que nos abría la puerta. Hechos los saludos se quedaban
las tres en el pasillo y yo en mi mundo infantil, poniendo cara seria
y deseando acabar la visita. No recuerdo que nunca me ofrecieran
algo, también es cierto que la visita era breve, aunque la hija de
la señora Lola me miraba a veces con media sonrisa. Luego, ya en la
calle, yo preguntaba a mi abuela quién era la señora Lola. No era
consciente de que esas visitas es lo que iba a conocer de la alargada
sombra de la Guerra Civil junto con el recuerdo de mi abuela de que
siendo ella niña corría agarrada de una mano a su madre y con la
otra a su hermano de menor edad escapando de los aviones que
sobrevolaban la ciudad. Supe con el tiempo que el tipo de la foto
murió en la guerra, que la hija de la señora Lola era lo que
entonces llamaban una solterona y que aquellos msiteriosos orificios
que salpicaban la decrépita fachada eran vestigios de la guerra. Y
la señora Lola, seguramente que habiendo vivido tiempos mejores y
tristes, era ahora una venerable anciana que prestaba dinero con
interés. Ahora, con aquel mundo hace mucho tiempo desaparecido,
aunque cuando se ha sido contemporáneo aunque sea en la infancia, no
hace tanto, sólo la semana pasada en el calendario del tiempo; es
ahora escuchando hablar de aquel tiempo que había tocado a su fin y
era el comienzo de otro, todo lo reducen a buenos y malos,
dependiendo de qué lado sea el del observador. Seguro que la señora
Lola y su hija pertenecían al bando vencedor o al menos al bando por
el que murió el tipo de la foto y me hizo ver cuando tuve
entendederas que tanto vencedores como vencidos lloran lágrimas de
sangre y el paso del tiempo todo lo reduce a viejas fotos que no
dicen nada y lo dicen todo. Tiempo después supe que la señora Lola
había fallecido, pero yo ya estaba en otra etapa aunque siempre tuve
curiosidad de cómo le habría ido a la solterona de su hija. El
edificio como tal ya no existe salvo la fachada debidamente
restaurada y su interior alberga confortables viviendas, ya sin
heridas de la guerra en sus muros y paredes. Debo confesar que
respiraba aliviado al terminar aquellas visitas mensuales, sentía
algo tenebroso, no miedo infantil, algo latente en la semioscuridad
del pasillo...
Antón
Rendueles
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Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
De lo acontecido en las
fiestas parroquiales
Hoy
celebramos la festividad de Santiago Apóstol y es buen momento para
aclarar lo acontecido en las fiestas parroquiales de días atrás,
menos mal que el obispo tuvo un cambio de agenda inesperado y de
última hora que le impidió asistir a la misa por San Cucufato. Ya
fue un mal comienzo de un programa de festejos elaborado por el
párroco auxiliar, padre Genaro, que de todos es sabido que tiene las
entendederas de las cosas terrenales un poco en babia y os aprovecháis
de su natural bondad y predisposición de ayuda al prójimo para ser
objeto de vuestras barrabasadas y fastidiar las fiestas parroquiales.
Lo de la misa es intolerable con las beatas de la tercera fila
pidiendo la hora y algunos silbando, abucheando e imitando aves de
corral porque la homilía pasaba de los ocho minutos recomendados por
Francisco. Dudo mucho que lo ocurrido responda a un deseo de agradar
a Francisco y sí responde a boicotear la misa. Era una misa especial
y la duración la estipulo yo, esto no es un estadio deportivo donde
se pide por el público asistente que el árbitro mire que se acabó
el tiempo reglamentario...
Y
hablando de símiles deportivos hay que hablar del partido entre las
casadas derrotadas por las solteras. El monaguillo me ha informado que
en las alineaciones no figuraban hombres travestidos, pero Fulgencia,
entrenadora de las casadas, me ha pasado un video donde se aprecia
claramente que al menos dos jugadoras del equipo de solteras tenían
barba y una hasta patillas. Se hace notar en el escrito de alegación
para anular el resultado por parte de Fulgencia que ambas eran
velludas de piernas y que una vez en el vestuario Fulgencia pudo
apreciar de primera mano que además tenían pito, es decir, que había
dos hombres jugando con las solteras con la prueba irrefutable de que ambos tenían genitales masculinos. Los detalles del vestuario
aportados por Fulgencia no se comentarán por pecaminosos. El partido
ya se celebró y el resultado validado así que sólo procede tomar
nota para el año que viene no se repitan estos errores de alienación
por muy transportistas que sean los jugadores encuadrados en el
equipo de solteras.
Lo de
la fiesta del arco iris y la gente guay degeneró a un lenocinio
entre súcubos e íncubos con obscenos ropajes, bailes heréticos de
pechos sin cubrir, nalgas sobresaliendo y escenas inquietantes desde
un punto de vista moral. El padre Genaro lleva ayunando y orando en
su habitación con sentimiento de culpabilidad por haber permitido
tal espectáculo casi satánico en lugar de la anunciada fiesta del
arco iris con gente orgullosa de ser guay. Entiendo que una cosa es
una broma pesada y otra este engaño a la buena fe del párroco
auxiliar. De momento, no se permiten actos lúdicos en terrenos
parroquiales para actos lúdicos e impúdicos que no sean propios de
los festejos parroquiales. Y ya os veo mirando la hora y ya empezáis
a tocarme los cojones porque me paso de los ocho minutos, para otras
cosas no pero para lo que os interesa seguís los mandatos de
Francisco. Antes de irnos en paz quiero advertir que como me entere
quién ha sido el cabrón que me metió un plátano en el tubo de
escape del motocarro parroquial, por los cojones de San Cucufato
perdidos en martirio, os aseguro que lo capo, pero lo capo. Avisado
queda.
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake
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Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Libro: El
amargo sabor de la victoria
–
En las ruinas del Tercer Reich-
Autor:
Lara Feigel
Editorial:
Tusquets Editores, S. A.
Traducción:
Jordi Beltrán Ferrer
Edición:
1ª edición, octubre de
2016
Cuando el fin y la derrota total del régimen nazi era
ya inevitable las autoridades aliadas debatieron qué hacer con
Alemania y los alemanes para erradicar los pensamientos e ideas que
hicieron posible la llegada de Hitler al poder y que el régimen
exterminara millones de personas. Las autoridades soviéticas
tuvieron muy claro que desde el inicio de la ocupación y al día
siguiente de la derrota del régimen nazi la cultura era un pilar
fundamentar para recuperar a la población alemana y Alemania misma y
pronto se reabrieron teatros y cines en el sector soviético de
Berlín y la Alemania ocupada por las tropas soviéticas. También
las autoridades estadounidenses y británicas tenían planes
culturales y propusieron a artistas de origen alemán pero residentes
durante la guerra fuera de Alemania que retornarán para hacer
cultura. Pero este retorno les marcó de por vida, las ruinas de las
ciudades, una población que se adaptaba rápido a las nuevas
autoridades de ocupación sin renunciar en el fondo a las ideas del
régimen nazi, la visión de los campos de exterminio y finalmente la
cruda realidad de la Guerra Fría donde se antepuso contener la
expansión del comunismo y crear una Alemania integrada en el nuevo
orden mundial de las dos superpotencias al coste de permitir que
antiguos nazis se reintegraran en la sociedad sin ser perseguidos por
sus actos criminales...
Lara
Feigel es doctora en Letras por la Universidad de Sussex y profesora
en el King´s College de Londres. Como historiadora de la cultura y
crítica literaria, sus trabajos se centran en la literatura, el arte
y la historia política de los años treinta y la segunda guerra
mundial. Es autora de varios libros y colabora frecuentemente en
publicaciones como The
Guardian, Prospect
o History
Today.
Datos escuetos sacados de la contraportada y
actualizados al año de edición, en Internet podéis encontrar más
información acerca de la autora y, sin más, unas breves reseñas
que os inciten a su apasionante lectura...
El libro...
"El
presente libro cuenta la historia de Alemania entre 1944 y 1949 vista
con los ojos de veinte escritores, cineastas, pintores, actores y
músicos que llegaron de Gran Bretaña y Estados Unidos y se
esforzaron por entender el mundo de la posguerra. Además de las que
ya hemos presentado, entre otras figuras importantes cabe citar a
Thomas Mann y dos de sus hijos, Klaus y Erika, que estuvieron en
Alemania en calidad de norteamericanos; el dramaturgo
germano-norteamericano Carl Zuckmayer; el cineasta británico
Humphrey Jennings; la novelista Rebecca West; la pintora Laura
Knight, y el editor Victor Gollancz. También hacen breves
apariciones Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir (que visitaron la
zona francesa), Bertolt Brecht (que visitó la zona soviética), el
compositor alemán Paul Hindemith, el novelista norteamericano John
Dos Passos y el novelista británico Evelyn Waugh. La atención se
centra en las figuras más conocidas que visitaron Alemania por la
obvia razón de que sus informes tenían más repercusión en Estados
Unidos y Gran Bretaña. Todos ellos influyeron en la opinión que el
público de sus países de origen tenía sobre la Alemania posbélica,
determinaron la política de la reconstrucción de los aliados en
Alemania o produjeron obras de arte importantes que fueron fruto de
la impresión que la nación derrotada causó en ellos. En el plano
individual, estas figuras tenían con frecuencia diversos motivos
personales para ofrecerse voluntariamente a visitar Alemania: la
curiosidad o el deseo de ayudar o castigar, o una necesidad más
sencilla como era la de encontrar a viejos amigos o familiares. En el
plano colectivo, fueron enviadas por gobiernos que pusieron el
periodismo y, de forma más controvertida, las artes en el centro de
sus planes para reconstruir Alemania."
París liberada...
"Durante
el otoño de 1944, los corresponsales de guerra y los artistas se
reunían entre un viaje al frente y el siguiente y se las ingeniaban
para acompañar a las tropas que entraban en la creciente parte de
Alemania ocupada por los aliados. Hemingway, Gellhorn, la fotógrafa
y corresponsal de guerra norteamericana Lee Miller y la estrella de
cine de origen alemán Marlene Dietrich se hallaban entre los
literatos británicos y norteamericanos que paseaban nerviosamente por
los bulevares parisinos, bebían en los cafés de la Rive Gauche y
visitaban a la intelectualidad francesa liberada, en una esperpéntica
y desharrapada imitación de la vida en el París de los años
veinte. La ciudad se había vuelto loca, anunción Lee Miller en un
artículo para `Vogue´ en el que describía las primeras semanas que
siguieron a la liberación. Muchachas bonitas ocupaban las calles,
chillando y vitoreando; el aire estaba lleno de perfume que los
franceses habían guardado para ese momento. Para Miller, igual que
para Hemingway y Gellhorn, era un retorno a casa. Antigua amante y
colaboradora de Man Ray y musa de los surrealistas (a la sazón tenía
una aventura amorosa con el pintor surrealista británico Roland
Penrose), Miller había vivido en Montparnasse en los años treinta y
ahora visitaba de nuevo sitios que frecuentó en el pasado. Todos
estos visitantes intentaban encontrar debajo de las heridas del
nazismo la ciudad que habían amado en otro tiempo a la vez que
celebraban esta pequeña victoria en medio de una guerra que parecía
interminable."
Dachau 1945...
"Un
solo día en Dachau fue suficiente para que Gellhorn perdiera su
recién descubierto entusiasmo por la vida. `No sabía que pasaba, no
me daba cuenta, no me enteraba, no me importaba, no lo comprendía´,
escribió incrédula. Años después dijo que había perdido su
juventud en Dachau y nunca pudo albergar esperanza de nuevo. `Es como
si entrara en Dachau y cayera por un precipicio y sufriera una
concusión de por vida, sin darme cuenta de ello.´ Los
supervivientes del campo le daban miedo: esqueletos sentados al sol,
tentándose el cuerpo en busca de piojos, que parecían no tener edad
ni un rostro reconocible. `Ninguna expresión asoma a un rostro que
es sólo piel amarillenta y sin afeitar estirada sobre hueso.´
Hablando con un médico polaco que había pasado cinco años
encerrado en Dachau, supo de los experimentos que se llevaban a cabo
dentro de la prisión. Los científicos del campo habían matado a
600 personas para comprobar cuánto tiempo podían sobrevivir los
pilotos que eran derribados y caían al mar, y con este fin dejaban a
las víctimas sumergidas durante varias horas en grandes tanques de
agua salada a ocho grados bajo cero. En un artículo publicado en
junio, Gellhorn dijo a los lectores de Collier´s que eran un poco
culpables de las escenas que había visto; los norteamericanos habían
tardado doce años en abrir las puertas de Dachau. `Fuimos ciegos e
incrédulos y lentos, y jamás podemos volvemos a serlo.´"
Frankfurt tras la derrota...
"A
diferencia de Spender, no parece que W. H. Auden tuviera una visión
definida de lo que quería hacer en Alemania. Aunque daba vueltas a
la idea de escribir un libro sobre sus experiencias, no se veía a sí
mismo como un poeta hablando con poetas o como encargado de la
redención del alma alemana. Al igual que su cuñado Klaus Mann,
Auden veía con horror la pomposidad egoísta de los alemanes más
prósperos, sin embargo, se sentía más afectado que Mann, Gellhorn
o Miller por la devastación de las ciudades alemanas. Quienes más
pena le daban era los supervivientes de los campos de concentración,
que , según dijo, susurraban como gnomos; envió un telegrama a casa
en el que pedía dinero para ayudar a una mujer que había estado en
Dachau. Pero esto no le impedía sentir lástima de los denominados
alemanes arios. Durante la contienda Auden se había comprometido
gradualmente con el pacisfismo. Su decisión de trasladarse a Estados
Unidos fue motivada en parte por el deseo de distanciarse de la
política, pues su activismo político de izquierda en los años
treinta había dado paso a la religión. Aunque ayudaba a sus amigos
alemanes exiliados a producir obras cuyo objetivo era persuadir a
Estados Unidos de que entrase en la guerra, nunca estuvo convencido
de que defenderse luchando fuera la respuesta apropiada. `Desde luego
que ganen los chinos o que ganen los japoneses tiene su importancia´,
escribió en su cuaderno en el verano de 1939, refiriéndose a la
guerra chino-japonesa, `pero incluso si pierden los chinos, o los
oprimidos son aplastados, ello no significa el fin del progreso, sólo
que su avance es más lento [...] si hubiera podido evitarse la
guerra, sería mejor aún.´".
Juicios de Nuremberg...
"Al
finalizar la proyección (un documental soviético rodado en un campo
de exterminio) los jueces salieron de la sala en fila. Un periodista
preguntó: `Por qué no podemos fusilar a estos cerdos ahora mismo?´.
Los acusados continuaron sentados en el banquillo y Hess empezó a
decir: `No me lo creo´, pero Göring le hizo callar. Aquella noche,
cuando el psiquiatra aliado le visitó en su celda, Göring se quejó
de que la película había producido un cambio en las simpatías de
los espectadores justamente cuando muchos de ellos estaban de su
parte. La mayoría de los demás presos negaron haber tenido
conociemiento de los detalles de los campos. Hess, que seguía
alegando amnesia (si bien al cabo de unos días reconocería que su
pérdida de memoria había sido simulada), felicitó a los aliados
por haber mejorado el drama en la sala del tribunal. `Por fin hay
aquí algo interesante. Hasta ahora me he aburrido como una ostra. Ya
no se me permite entrar un libro en la sala. ¡Lo de hoy ha sido algo
digno de verse!´. Erika Mann entrevistó a los abogados defensores y
se burló de la cobardía que reflejaban sus argumentos. Ahora
resultaba, escribió mordazmente, que todos los acusados eran de
categoría intermedia: `Al igual que el resto de sus compatriotas, no
han hecho nada, no han visto nada y no saben nada. Todos exclaman
<<¡Horrible, horrible, horrible!>>, pero por lo que
respecta a ellos, los responsables no están en la sala del
tribunal´. Estos abogados estaban en una situación difícil; eran
abogados alemanes que habían sido nombrados a última hora y no
estaban tranquilos porque eran conscientes de que la culpa de sus
clientes se extendía a la mayor parte de sus compatriotas."
El cine como cultura...
"Todo
esto revertía especial urgencia porque los rusos seguían llevando
mucha delantera en la producción de películas en su zona. En
octubre se había estrenado con gran éxito el largometraje
patrocinado por los rusos `Die Mörder sind unter uns´ [Los
asesinos están entre nosotros]. Dirigida por Wolfgang Staudte, era
una película realista que exploraba la vergüenza existencial de un
médico que no consigue librarse de sus experiencias en la guerra,
enmarcada en las ruinas de las ciudades bombardeadas y valiente por
sugerir que los crímenes de guerra continúan siendo crímenes en
tiempos de paz. La edición berlinesa del Neues Deustschland la
elogió por afrontar las verdades desagradables de la Alemania de la
posguerra: `¿quién negaría que los grandes montones de ruinas son
nuestro propio espectáculo?´. Los aliados occidentales se sentían
avergonzados al ver que los rusos les llevaban tanta delantera en la
tarea de reactivar el cine alemán, especialmente porque Staudte
había solicitado primero permiso en la zona estadounidense y le
habían dicho que durante los cinco años siguientes sólo los
norteamericanos podrían hacer películas en Alemania. También los
británicos llevaban mucha ventaja a los norteamericanos en este
campo, si bien la primera película británica, `Tell the Truth´
(Sag die Wahrheit) [Cuenta la verdad], que se estrenó en diciembre
de 1946, parecía un retrato problemáticamente moderado de la vida
de la clase media alemana antes de la guerra, un retrato doblemente
dudoso porque parte del rodaje se había llevado a cabo durante la
contienda y las autoridades británicas lo reanudaron y utilizaron
algunos de los mismos intérpretes y técnicos."
Guerra Fría...
"Aquel
mismo día los tres gobernadores militares occidentales se reunieron
en Frankfurt con tres presidentes estatales alemanes para autorizar a
los líderes alemanes a convocar una asamblea constituyente que se
encargaría de redactar una constitución para el nuevo Estado
alemán. Los rusos detuvieron 140 carros de carbón en un nuevo punto
de inspección debido a supuestos `defectos´ y decretaron que todos
los alemanes que viajaran de Berlín a las zonas occidentales debían
comprar los billetes de ferrocarril en la estación de
Friedrichstrasse, en el sector ruso. Al día siguiente los
representantes soviéticos se retiraron de la reunión de la
Kommandatura de Berlín, que a estas alturas era el único organismo
con participación de las cuatro potencias que funcionaba en la
ciudad. `Nuestra insistencia en permanecer allí está tan llena de
contradicciones´, escribió Thomas Mann en su diario al enterarse de
lo que había ocurrido. `Es absolutamente necesaria, pero sólo por
razones de prestigio.´ El empleo de la primera persona del plural
significaba que seguía alineándose con los norteamericanos, pero
veía con creciente escepticismo su política. La noche siguiente
dejó constancia de una larga conversación sobre el `despotismo
norteamericano´ que sostuvo con Erika."
Balance tras el fin de la ocupación y la existencia de
la RFA...
"
En lo referente a la cultura, los gobiernos británico y
norteamericano consideraron que la ocupación había dado buenos
resultados. En Berlín había más teatros, óperas y cines por
kilómetro cuadrado que en casi cualquier otra ciudad de Europa.
Había igualmente un panorama literario que cobraría fuerza
internacionalmente en el transcurso de la década siguiente. Los
aliados habían revitalizado las artes en Alemania y habían creado
publicaciones que surtirían un efecto duradero en el periodo de
posguerra: las norteamericanas Der Monat (que pronto sería
subvencionada por la CIA) y Die Neue Zeitung y las británicas Der
Spiegel y Die Welt, sobresalían como publicaciones señeras y los
alemanes no tardarían en enorgullecerse de ellas. La guerra fría
había colocado a Berlín tan firmemente en el mapa de la cultura
internacional que pareció ser el marco más indicado para el primer
Congreso por la Libertad de la Cultura, que atrajo a cuatro mil
delegados que formaron un frente cultural anticomunista en 1950.
también el argot, las modas, los bailes y la música pop de Alemania
habían sido reformados con entusiasmo siguiendo los modelos
norteamericanos, a la vez que era perceptible que los escritores,
cineastas, artistas y músicos alemanes de la década de 1950 estaban
más abiertos a sus colegas norteamericanos, británicos y franceses
que los de la de 1940. De vez en cuando incluso influían en ellos
algunos de los emisarios culturales que habían llegado de Gran
Bretaña y estados Unidos en los primeros años de la posguerra.
Hemingway era una fuente constante de inspiración, como lo era
también Sartre; la novela `Palomas en la hierba´ que Wolfgang
Koeppen escribió en 1951 tomó su tíotulo de Gertrude Stein y su
estilo de John Dos Passos. Sin embargo, aunque las esperanzas de los
aliados relativas a una Alemania pacífica y estable se habían hecho
realidad, los objetivos principales de Potsdam no se habían
alcanzado. Alemania había sido descentralizada y desmilitarizada (
si bien en 1956 recuperó su Ejército), pero no había sido
desnazificada, democratizada ni reeducada de manera fundamental.
Tanto en la Alemania Oriental como en la Occidental, era frecuente
ver en las editoriales, óperas y teatros las mismas caras de antes
de la guerra y durante ella, y lo mismo ocurría en el caso del
funcionariado."
Apasionante viaje de la mano de Lara Feigel al intento
de las potencias aliadas en cambiar la mentalidad y el pensamiento de
la sociedad alemana de posguerra de la mano de quienes fueron
enviados para tal misión y cómo les afectó y que aquellos intentos
de reintegrar la cultura alemana en la cultura europea para borrar el
pensamiento que el régimen nazi grabó a fuego en su población,
ayudados por una cultura previa que era catalogada de militarista y
agresiva. La realidad de la guerra fría dejó truncado el proceso y
tras los juicios de Nuremberg había que pasar página y encaminar un
nuevo presente. Ideal para amantes de la cultura anglosajona y sus
artistas e intelectuales, amantes de la historia dentro de la
Historia y lectura recomendable para conocer una época de grandes
esperanzas que se estrellaron con la realidad del régimen nazi, el
exterminio de judíos y enemigos del régimen con una población
alemana que tras sufrir los bombardeos estratégicos y la derrota
militar tenían que luchar por sobrevivir y adaptarse a las
autoridades de ocupación.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake
City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV http://theadversiterchronicle.org