Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Nuevas normas de acceso
a cargos parroquiales y sobre los chismes en la parroquia según las
directrices papales
Queridos
feligreses, recientemente Francisco ha manifestado su deseo de ser
más estrictos a la hora de admitir nuevas vocaciones en los
seminarios. La parroquia no tiene seminarios pero sí ciertos cargos
y actividades. La vocación no surge de forma espontánea, se siente
la llamada del Señor aunque cuando se es joven e inexperto puede ser
una ilusión pasajera. Al igual que un equipo deportivo infantil
fomenta la sana costumbre de practicar deporte durante toda su vida,
algunos incluso hacen fortuna al convertirse en profesionales del
deporte, los cargos parroquiales fomentan la vocación toda la vida y algunos llegan a sacerdotes. Pues bien, la parroquia necesita monaguillos, el primer
contacto de un tierno infante camino de ser un joven con la Iglesia
formando parte activa de la misma. Es cierto que ningún monaguillo
que ha servido en la parroquia, he consultado el archivo parroquial,
ha terminado siendo sacerdote y sí abundan casos de monaguillos que
una vez adultos se dedicaron a delinquir, a las drogas y el alcohol, miembros de una banda de rock y hasta consta un caso en que ha terminado en la política, me
refiero a Jeremías el concejal y de infausto recuerdo de su paso
como monaguillo que prefiero no recordar, aunque lo de pasar la `escoba
parroquial´ con el cepillo de forma que se daban dos limosnas y se
quedaba una ya vaticinaba que haría carrera política...
A
partir de la próxima convocatoria de pruebas de acceso a monaguillo
y ampliable a las pruebas para costaleros y las alineaciones de
solteros contra casados en campo de la parroquia, en todos esos casos
y los que tengan a bien surgir, se acabó el mariconeo en esta
parroquia. Nada de jóvenes con barba vistiendo ropajes femeninos.
Nada de parejas del mismo sexo con peinados que resalten el
mariconeo, los uniformes en los partidos de solteros contra casados
deben ser recatados sin que se marquen los genitales o se resalten
los glúteos, causas de tantas y tantas tentaciones en jóvenes
preparando su castidad, en la parroquia hace un sol de cojones en
verano y puede recalentar la imaginación de un joven con temprana
vocación. Sé por el confesionario que hay chismes, dimes y diretes
porque algunas feligresas afirman haber visto al párroco auxiliar,
padre Genaro, vestir faldas estampadas en su cuarto. Aunque ahora
abordaré el asunto de las chismosas de visillo, he consultado al
padre Genaro y resulta que es aficionado a la cultura escocesa y en
sus momentos libres e íntimos gusta de tocar la gaita con la
correspondiente vestimenta acorde a la cultura de Escocia. Es verdad
que nunca toca la gaita y ni siquiera tiene gaita, me ha dicho que
tiene un CASIOTONE recuerdo de su infancia donde arranca armónicos
acordes de gaita escocesa, lo que parece un sostén desde la lejanía
de la ventana de la chismosa del visillo de turno es el aparataje
para sujetar el CASIOTONE.
Y
como Francisco ha señalado en su divina sabiduría, las mujeres son
chismosas, desde el Paraíso Terrenal con Eva chismorreando a la
serpiente. Una cosa es confesar pecados y otra señalar los ajenos,
como juzgar por las apariencias porque en horas nocturnas con luz
artificial en las casas hay juegos de sombras y pasan mal entendidos
visuales como con el padre Genaro, que alguna mente calenturienta
chismosa ve a un sacerdote travestirse cuando en realidad practica
gaita escocesa con un CASIOTONE. Así que nada de mariconeos y nada
de chismes, dimes y diretes. Acompañemos a los futuros monaguillos
para que cuando sientan la vocación sacerdotal lleguen al seminario
libres de mariconeo. Las normas para partidos de solteros contra
casados en temas de vestimenta serán vigentes para el novedoso partido de solteras contra
casadas que este año se celebrará por primera vez en las fiestas
patronales.
AMEN
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