Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Elecciones europeas que
marcan un punto de inflexión
El
pasado domingo hubo cita con las urnas para elegir eurodiputados con
una legislatura de cinco años que marcan un antes y un después para
la Unión Europea, atrapada en las pinzas del ascenso y auge de
populismos de ultraderecha y ultraizquierda, todo apunta que la
ultraderecha será actor secundario a la hora de tomar decisiones y
legislar por la euro cámara mientras que la ultraizquierda ya toma
posiciones para controlar las protestas a nivel europeo como antes
hizo en países de la Unión Europea. Y la pinza de una guerra en
Ucrania que amenaza con extenderse a países de la OTAN y de la Unión
Europea donde sólo las sociedades limítrofes con la guerra parecen
ser conscientes de que hay que tomar medidas y empezar una
movilización que no permita a Putin una expansión territorial de
conquista. Mientras el régimen del señor Putin gobierne en Rusia no
habrá paz, puede que en el mejor de los casos una entente con
cesiones y ganar tiempo para prepararse al siguiente movimiento de
invasión. Una guerra del siglo XXI donde los misiles ya no hacen
segura la retaguardia por estar al alcance de los mismos y la
implementación de las tecnologías digitales como arma.
Que
los populismos ultras a diestra y siniestra logren atraer la atención
y los votos de una parte de la ciudadanía de la Unión Europea no es
nada nuevo porque es en escenario de crisis económica que arrastra
descontento social y se va una época de prosperidad y calma
internacional donde ambos extremos pescan y se pueden dar y crear las
circunstancias para revoluciones, un apogeo que perdura hasta que
finalmente haya dos bandos que se enfrentan y sale un vencedor. Lo
triste es que con experiencia ya vivida, documentada y analizada de
lo que ultraderecha y ultraizquierda significaron como sistemas de
gobierno con crueles y sangrientos fracasos no nos ha evitado llegar
al punto en que estamos ahora. También un resurgir de nacionalismos
que aspiran a derribar la Unión Europea tal y como hoy la conocemos,
con tesis y afán de hacer unas políticas que, en un contexto de
guerra en ciernes como el actual, sólo es dar ventaja al señor
Putin y su afán de conquista territorial en Europa. Una victoria del
señor Donald Trump que le lleve de nuevo a la presidencia de EEUU es
muy probable que conlleve a una etapa de aislacionismo respeto a sus
relaciones con la Unión Europea y la OTAN que nos dejaría en clara
desventaja frente a Rusia con el único freno de la capacidad nuclear
de Francia y Reino Unido. Se hace evidente que hay que ser previsores
e ir mentalizando a la sociedad europea en todos sus países miembros
que es necesario tomar e implementar medidas que no nos pillen en la
narcolepsia del consumismo las ofensivas rusas.
Una
legislatura europea que además de lidiar con la guerra en Ucrania y
una posible presidencia estadounidense en manos del populismo teñido
de fundamentalismo cristiano del señor Donald Trump, deberá
afrontar una reforma del agro europeo que ve como pierde
competitividad respecto a importaciones de terceros países que no
regulan su agro de acuerdo a las normas de la Unión Europea. No se
trata de cambiar políticas en curso solamente, es necesario una
Unión Europea que exija igualdad de normativas con terceros países
que permitan importaciones en igualdad de condiciones. Una igualdad
que se extiende a la industria y donde la sociedad europea puede
tener la impresión, inducidos por ultraderecha y ultraizquierda, de
que la Unión Europea legisla y regula sin tener en cuenta las
circunstancias y desventajas frente a productos de terceros países
que utilizan técnicas y procedimientos ajenos a las regulaciones de
la Unión Europea...
Una
legislatura europea que debe marcar un antes y un después con cinco
años por delante, siempre condicionados por la guerra en Ucrania,
para sembrar y fortalecer políticas un paso más allá creando una
política de Defensa común a todos los países miembros y caminando a
unas Fuerzas Armadas realmente europeas integrando la capacidad
nuclear de Francia, fortaleciendo una industria de Defensa y
adquisiciones de material militar en conjunto y no por separado como
hasta ahora. La Unión Europea debe dejar la infancia y afrontar la
adolescente juventud para convertirse en una verdadera nación de
naciones, un ejemplo al mundo como lo fue en su día el nacimiento de
los EEUU para demostrar que la concordia, el diálogo y un comercio
justo son las mejores formas de lograr prosperidad económica,
bienestar de la sociedad y oportunidades de mejorar a todos los niveles, en lo social y en lo particular.
Los
obstáculos son grandes con guerras, nacionalismos y estar en un
ciclo político populista donde los extremos del arco político
quieren inducirnos a la ceguera deslumbrándonos con su luz de
demagogia. Es una tarea a nivel mundial, el Gran Juego no se dirime
tan sólo por política, han irrumpido en este siglo XXI factores
como el fundamentalismo religioso y la revolución digital que
propicia el control de la sociedad e inducir a la misma como opinión
pública para ir en contra de la democracia y favorecer el ascenso al
poder por las urnas o la revolución social para imponer el
totalitarismo. Hecho realidad el sueño de tener una Unión Europea
llega el momento de despertar a una nueva realidad de un mundo que se
está sumergiendo en una pesadilla que puede acabar con la vida tal y
como la conocemos, que puede acabar con la democracia...
Así
de simple y así de complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
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