El
cambio climático es un hecho aceptado por la sociedad y avalado por
la ciencia que obliga a tomar medidas. Lo ideal sería una solución
global en todos los países y que las industrias fueran `verdes´, lo
cual es una hermosa utopía, pero Dinamarca ha dado un paso pionero
en la Unión Europea y gravará a los ganaderos por los pedos de sus
vacas, ovejas y cerdos, sin menoscabo de que si el tema sale adelante
se graven los pedos de aves de corral. Para saber la opinión del
ganadero y si el gravamen danés puede implantarse en el resto de la
Unión Europea entrevistamos a Teodoro Maragata que es ganadero y
tiene vacas, caballos y cerdos...
-¿Pagaría usted un
impuesto por las flatulencias de sus animales estabulados cuyos gases
aumentan el efecto invernadero, ein?
-¿Flatuquée?
Mire, estoy de ustedes los de la ciudad hasta los cojones, pero hasta
los cojones. ¡Qué impuesto ni qué hostias! ¡Mire, hable en
cristiano! ¡Si viene por la denuncia de los que estuvieron en la
casa rural colindante con mis tierras deje que le diga que los gallos
cantan desde el amanecer, las vacas mugen y cuando se duerme en un
ámbito rural los sonidos son inherentes de la naturaleza natural del
ambiente rural! ¡No voy a poner cinta americana al gallo o un bozal
a las vacas para que ustedes, señoritos de ciudad, duerman a pierna
suelta y no les moleste el cacareo mañanero del gallo, los mugidos de
las vacas que es como se comunican o que apeste a boñiga cuando
abran la ventana porque no hay que abonar el campo para que ustedes,
señoritos de ciudad, no se despierten o les ofenda su olfato el olor
del campo recién abonado! ¡Que les den!
-No Teodoro, yo me refería a las flatulencias, las
ventosidades que se tiran sus vacas, caballos y cerdos... ¡A que se
tiren pedos para que entienda, redios!
-A
ver si lo he entendido bien... ¿ Que tengo que pagar un impuesto
porque mis vacas, caballos y cerdos se tiren pedos? ¡No sé quién
será el valiente y osado que instale un contador en el culo a mis
vacas, cerdos y caballos porque tengo diez vacas y dos terneros, dos
caballos y una yegua con su potrillo y cuatro cerdos, incluyendo al
cerdo de mi cuñado que se supone que son suyos pero sólo para
llenar la despensa de chorizos y morcillas. No digo que a mi cuñado
no le puedan meter por el culo un contador de esos, pero si una de
mis vacas ve hurgar en el culo de su ternero o la yegua en el culo de
su potrillo a un inspector instalador le aseguro que a cornadas y
coces se le quitan las ganas de hurgar en culos de vacas o caballos.
Luego está el tema del mantenimiento del contador, son muchos culos
y ya puede suponer que requerirán limpieza diaria porque acabarán
llenos de mierda. No creo que sea muy constitucional poner contadores
en los culos de mi ganado, no creo. Y esos cacharros medidores cómo
funcionan, igual que los taxímetros y cada vez que se tiren un pedo
pongo el contador, pregunto y sin querer ofender, oiga.
-Oiga
no hay que hurgar culos de ganado ni instalar un medidor, sólo
pensarlo me dan arcadas, le cobrarían 40 aurelios por tonelada de
dióxido de carbono y se ha calculado que cada vaca produce 6
toneladas métricas de CO2 al año, ¿sabe?
-¿Y
quién mide que mis vacas sueltan todo ese CO2 cuando cagan o se
tiran pedos? ¡Lo que no puedo, era lo que me faltaba, recopilar la
mierda que cagan y contar los pedos que se tiran! ¡Sólo el
almacenamiento de tal cantidad de mierda sería todo un problema de
logística! ¡Que ustedes los señoritos de ciudad no se enteran, que
si almaceno el estiércol y no abono los campos con ello y lo guardo
para medirlo u pesarlo ustedes los señoritos de ciudad se quedan sin
verduras, legumbres y cualquier alimento que precise cultivo y el
consiguiente abono, que no se enteran! ¡40 hostias había que darle
al que venga a medir el jodido CO2!
-¡Puedo ser tan progresista como cualquier
señorito de ciudad como usted! ¡Cuando los perros de las ciudades
paguen impuesto por sus pedos, y hay que incluir en ese apartado a
los dueños y dueñas de los chuchos, igual contemplaba la
posibilidad de plantearme ese impuesto, pero hasta entonces se van a
tocar los cojones a su santa casa si es que la tienen y no sigue
viviendo con sus padres, señorito de ciudad! ¡Lo siguiente será
que se cambie la alimentación del ganado para que sus pedos y
cagadas no liberen metano y sus pedos huelan a rosas silvestres
recién cortadas!
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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