Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH VIP 8: Galimatías
de entradas y salidas con una semana más de propina y mogollón de
finalistas con una última prueba anodina
Decadencia
total de una edición extraña y anómala donde sólo queda el
nombre; extraña al resto de ediciones sacando a cada debate y gala
un conejo de la chistera y anómala con el premio reducido a mínimos,
seguro que se sacan algún otro conejo de la chistera para que el
premio sea de una cantidad digna de llamarse tal, y recibiendo
información del exterior con entradas y salidas de expulsados por
la audiencia, de expulsados por motivos disciplinarios y una
convivencia que no da más de sí desde hace al menos tres semanas.
Se llega a una final de dos semanas con nada menos que seis
finalistas y asignando un defensor o defensora entre los expulsados.
Se incluye a Gustavo y Alex que los echaron con la excusa de que hubo
bronca, nada que no se haya visto en dos décadas de programas de
encierro en sus diversos formatos, y la productora se carga la norma
de que quienes son sacados por sanción disciplinaria no vuelven ni
al plató. Aquí vuelven, pudieron votar nominaciones y ahora son
defensores con anuncio de volver a entrar. Se ha estirado el chicle
otra semana y la convivencia es un sin fin de momentos de
aburrimiento, una prueba del todo intrascendente a estas alturas y
quien más y quien menos espera que esto se acabe de una santa vez.
Así que lo mejor será dar un repaso al elenco concursante finalista
sin más preámbulos...
Comenzamos
con Naomi, que fue la última en entrar según mandaban los cánones
por abandono y que, sin embargo, se ha ganado ser finalista con
personalidad propia y mente más o menos despejada en comparación
con el resto. Señalada con la letra escarlata por su procedencia de
otro concurso de telerrealidad basado en apareamiento con
tentaciones, supo integrarse en el `equipo naranja´ y supo salirse
de la órbita de Laura Bozo. Ha sido la más coherente y tuvo pocos
bajones de ánimo aunque al final ha terminado algo desquiciada, sabe
vivir la experiencia con el espíritu de GH y es seria candidata a
lograr el premio, sea cuál sea la cantidad del mismo.
Michael
entró como el típico concursante italiano de buena planta, buenas
facciones de careto y ese hablar en un español macarrónico. Michael
no merece estar en la final porque no ha hecho nada salvo tres
actividades primordiales y una actividad compulsiva. La primera
actividad era llegar el primero a la cocina cuando olisqueaba manduca
o que se estaba cocinando algo; la segunda actividad ha sido remojar
los bemoles en el yacusi y la tercera andar de psicólogo de
alpargata cuando alguien estaba de bajón. Y compulsivamente frotarse
los ojos y su entorno con un trapo u toalla. Por lo demás, se ha
limitado a pulular por la casa con una chupa ya algo pulgosa, andar
detrás del culo de Albert jugando con una ambigüedad de la que era
el primero en mosquearse cuando alguien insinuaba si era no hetero.
Limitado para las pruebas porque si estira los brazos o levanta pesos
le duelen los mismos. Y la retranca es que su aspiración laboral, ya
talludito en edad como está, es ser nada menos que `modelo de
gafas´, lo cual quizá explique sus minutos y minutos acicalándose
el pelo. Ha sido un mueble y además de esos muebles que estorban
aunque por algún extraño arcano nunca nos deshacemos del mismo,
pues el italiano igual y se planta en la final.
Luitingo,
para empezar no debería estar en la final porque fue ya expulsado
por la audiencia y rescatado previo pago por Jessica Bueno, y se da
la paradoja de que Jessica que era seria candidata a llevarse el
premio verá la final desde el plató y el cantamañanas televisivo
del Luitingo finalista, que ganara sería el colmo. Luitingo ha hecho
su concurso y lastrado el de Pilar y Jessica. A base de carpetas,
turras cantarinas y filosofía tardo adolescente de disfrutar del
momento. Primero forzó carpeta, por ambas partes, con Pilar y hasta
hubo fornicio en hotel cuando fue expulsado y se reencontraron fuera.
Después del fornicio y ya en plató renegó de Pilar y confesó sin
anestesia que estaba loco por Jessica. Puede que sólo sea otro `niño
bueno´ de más de treinta años y sea tan niñato para temas
amorosos como ha demostrado en el concurso pero ha jodido el concurso
tanto de Pilar como de Jessica...
Ojalá
sea el primer eliminado de la final.
Laura
Bozo ha sido el animal televisivo de la edición gozando del favor de
la audiencia cuando era eterna nominada. Supo hacer dúo con el
desquiciado de Álex, crear el espíritu del `equipo naranja´ cuando
el argentino fue expulsado de modo draconiano junto con Gustavo; supo
jugar con la audiencia hablando a la cámara y supo sacar de quicio a
Jessica y compañía. Pero cuando la audiencia dejó de mostrar apoyo
incondicional, Laura Bozo sufrió una transformación, como si su
mente ya no distinguiera entre el personaje televisivo y la persona
concursante. Tiene méritos para estar en la final pero no para
ganar, ha lastrado su concurso en el tramo final por méritos propios
con salidas de tono sin venir mucho a cuento y amenazando
continuamente con salir. Caía en gracia y ya no es graciosa,
posiblemente el encierro le pase factura así como estar rodeada de
gente más joven en edad que muchas veces no ha comprendido su humor
irónico. Es la que tiene más urgencia en que se acabe la edición
por una simple cuestión de salud mental, que de la otra tiene un
amplio catálogo de patologías como no deja de repetir cada vez que
se tercia.
Carmen
Alcaide es seguramente, junto con Albert, quien más ha vivido el
concurso y de forma sentida. Sus dudas metafísicas, sus
inseguridades necesitadas de mimos y sus arrebatos de autocompasión
han mostrado una concursante auténtica, disfrutando y sufriendo, a
punto de venirse abajo y derrumbarse para sacar su coraje cuando más
lo necesita merced a una caricia de una amiga, un mensaje del
exterior y siendo salvada por la audiencia cuando siempre se creía
favorita para ser expulsada. Ha sufrido como nadie que el premio
final se esfumara a cada gala y ha sido natural. Merece ser finalista
aunque no sabemos si tanto como para ganar, aunque es seguro que los
votos aumenten a medida que se eliminen rivales en la final por la
audiencia. Nos ha hecho reír, llorar, quererla y repelerla. No puede
pedirse más en esta edición.
Y
dejamos de último a quien en garitos y lupanares de apuestas dan por
claro favorito para ser ganador. Albert ha vivido, gozado y llorado
como mandan los cánones de GH, nos ha hecho partícipes de su
peculiar personalidad donde según los ropajes que se ponía ya
sabíamos si estaba en su lado femenino u masculino, en realidad uno
sólo pero dotado de matices que le hace y convierten en una
personalidad que no deja a nadie indiferente. Lastrado en su primera
parte del concurso por culpa de la mosca cojonera que era Michael,
cuando entró en la repesca supo hacer de tripas corazón y tomarse a
Michael como el mico que es. Es claro favorito porque nadie ha vivido
el concurso como él y aunque cuando entra en brote de cantar en las
fiestas o berrinches de petarda en galas y debates se convierte en
algo cargante y saturante, sin duda es un genuino concursante de GH
y, sinceramente, es quien en la balanza resulta más compensado en
virtudes para llevarse el premio final.
Así
que una semana anodina donde todo el pescado está ya más que
vendido y queda la incógnita de cuál será la cuantía del premio
final. Suponemos que entrarán los defensores y con pruebas tontas se
aumentará el premio porque en el momento de teclear esta crónica es
sencillamente pírrico. Hay ganas de que esto se acabé para todas
las partes y queda saber quién se lleva el premio. El colmo sería
que ganara el italiano, favorito en la sombra si tomamos los
precedentes de ser salvado siempre el primero por la audiencia,
aunque más bien se vio beneficiado de que había tirrias con el
resto de nominados por parte de la audiencia y era Michael el
beneficiado con menos votos. Si sigue esa tónica y gana el italiano,
apaga y vámonos aunque sería el colofón a una edición,
reiteramos, extraña y anómala...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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