The Adversiter Chronicle

miércoles, 30 de agosto de 2023

"TELEMIERDA INC.", suplemento televisivo cutre

Suplemento televisivo cutre de The Adversiter Chronicle

Fin escandaloso de la temporada televisiva veraniega con el caso de Daniel Sancho en Tailandia y el besucón con ventaja del Rubiales

Languidecía la temporada televisiva del verano entre los anodinos concursos, viejas caras en viejos formatos reciclados y los gallineros políticos repitiendo consignas partidistas, populistas y grandilocuentes sobre quién ganó y quién perdió las pasadas elecciones generales. Mediaset sigue con los giroscopios defectuosos y bajando en los índices de audiencia para alegría del grupo rival Atresmedia y alivio de la televisión pública que ve brotar audiencia pese a lo lastimoso y partidista de su programación. Y cuando todo parecía en calma chicha en el tramo final a la espera de las novedades y las guerras por la audiencia en la programación en el comienzo de una nueva temporada, salta la chispa con dos casos que han llevado a la televisión a todo su apogeo de medio comunicador: el caso del descuartizador Daniel Sancho y, tras lograr el histórico Mundial femenino, el escándalo del beso del escandaloso presidente de la cosa federativa futbolera del señor Rubiales a la campeona mundial Jennifer Hermoso en la entrega de medallas.

La noticia fue saliendo en riada continua y la gran mayoría ignoraba quién era el español detenido en Tailandia acusado de asesinar y descuartizar a Edwin Arrieta, cirujano plástico de buenos emolumentos. Pronto se supo que era el hijo del actor español Rodolfo Sancho y cuando descubrimos que es el nieto del inolvidable Sancho Gracia la cosa ya se desató a nivel de audiencia. Las televisiones y los medios de comunicación fueron raudos enviando corresponsales y a todas horas la televisión, sin importar la cadena, traía noticias frescas. Desde un punto de vista televisivo tiene todos los ingredientes de un buen episodio de Colombo con hechuras cinematográficas de la saga de La Pantera Rosa protagonizada por el también inolvidable del Peter Sellers. La trama con amores homosexuales por el medio, la chapuza del Daniel Sancho a la hora de ir dejando pruebas y evidencias de su premeditación y pensar en todo menos en cómo salir airoso; el truculento descuartizamiento donde se llegó a decir por la policía tailandesa que estaba vivo cuando empezó a ser descuartizado y un sinfín de noticias donde unas eran verdad, otras eran mentira y el resto elucubraciones cuando lo único cierto es que la policía tailandesa tenía el cadáver, las pruebas del descuartizamiento y la confesión de motu propio del asesino descuartizador...

De traca fue el tema de los colaboradores, colaboradoras, expertos, penalistas, picapleitos y hasta psicólogas y psicólogos analizando el caso. El famoso abogado que ahora lleva los asuntos legales, ya dijo el primer día que le preguntaron, aún ajeno al que iba a ser su cliente, dijo que lo primero era leerse el Código Penal Tailandés y pasó a esbozar cinco hipotéticos futuros que podía tomar el caso de Daniel Sancho. Nadie le escuchó y se pasaron días, tardes y alguna que otra noche debatiendo el caso y las pruebas como si estuviera detenido en España o algún país civilizado desde un punto de vista legal y de derechos al ser detenido. Luego está el tema del subjefe de la policía tailandesa que se hizo cargo del caso: un tipo bajito con más medallas y símbolos que un sargento primero de artillería chusquero que dice que no sabe inglés, con el impronunciable nombre de Surachate Hakparn y el desasosegante alias de Big Joke, lo cual ya pone los pelos de punta a este lado del mundo civilizado. Menos mal que las cadenas se dieron cuenta de que si seguían señalando las deficiencias del sistema tailandés, comparado con nuestros civilizados parámetros, la cosa podía ponerse fea en forma de nula colaboración de las autoridades con la prensa española desplazada a Tailandia.

Un caso con todos los ingredientes para atrapar como atrapó a la audiencia y que ha dado horas de contenido y que sigue. Lo cierto es que el Daniel Sancho va a ser juzgado y condenado a muerte, en el mejor de los casos le será conmutada la pena por gracia real del Rey de Tailandia y luego esperar ocho añitos entre rejas tailandesas para que pueda solicitar cumplir condena en España. Destacar la labor del personal enviado a Tailandia que han mostrado testimonios, escenarios y todo aquello que tenía que ver con la suerte del español, a veces olvidando a la víctima colombiana y el dolor de sus familiares, como si el autor de su muerte arrastrase a todo un país en su apoyo. Nada más lejos de la realidad, el crimen y posterior descuartizamiento junto a las pruebas de que fue premeditado no dejan lugar para la compasión más allá de ser espectadores de una noticia. Es su abuelo, y en menor medida su padre por ser más joven, quien ha despertado el interés, preguntándonos que le pasó por la cabeza, si era cosa de drogas, de acoso sexual, de vil dinero, o sencillamente un psicópata. Lo que no se puede negar es que ha sido el notición del verano tanto por el exotismo del sistema tailandés para parámetros occidentales y europeos en particular como por el despliegue informativo de todo tipo de medios de comunicación, sin duda lo mejor del verano televisivo...
¡Hasta que España logra el Mundial femenino de fútbol y Rubiales le endosa un beso a Jennifer Hermoso!

Suceso acaecido en las antípodas y televisado en directo a todo el mundo, todas y todos vieron algo raro en el efusivo beso, casi morreo, que le endosa el señor Rubiales a la jugadora Jennifer Alonso. A lo largo de diez días la cosa fue degenerando hasta llegar a un espectáculo televisivo fascinante con la clase política, mal llamada progresista, acaparando la defensa de la jugadora y empujándola a denunciar de forma voluntaria y un rufián del Rubiales que se defiende a lo Corleone tirando de la familia para dar pena y de grabaciones de vídeo montadas para mostrar que la culpa fue de la jugadora. Por supuesto somos carnaza en el resto de televisiones del mundo y no ya la FIFA, la misma ONU exigiendo que se solucione este espinoso asunto. Lo claro, aislándose un poco del gallinero de unas y otras partes, es que el señor Rubiales se comportó ya en el palco como un gañán y no un representante de la RFEF y de España a nivel futbolero. Su defensa en forma de discurso, historia de la televisión, echando las culpas a la jugadora sólo abrió la espita donde la cosa ha engordado y sigue aumentado de grosor. Jennifer Hermoso se vio obligada a recibir los labios del Rubiales, con el añadido de que le sujetó con firmeza la cabeza, ése es el hecho...

Lo de si fue agresión sexual no se resolverá en un plató televisivo, será en los juzgados y
siempre y cuando haya denuncia de la jugadora, es así de simple. Todo el mundo aprovecha el altavoz televisivo para manifestar opiniones, juicios de valor y hasta sentencias. Lo que ocurre es que la audiencia ajena al mundillo del fútbol y sus noticias está descubriendo a un elemento digno de la pluma del añorado maestro Ibáñez que sin duda encontraría argumentos para montar una historieta de Mortadelo y Filemón porque el tema de las formas y maneras del señor Rubiales recuerda al Gang del Chicharrón, en actualizada versión 2.0. Y entonces surge esa España cañí que tan bien retraba Ibáñez en sus idiosincrasias regionales con la aparición en escena de la santa madre de Rubiales que no se le ocurre otra cosa que encerrarse en huelga de hambre en una iglesia de Motril hasta que la pécora de la Jennifer confiese que es culpable cual Eva con Adán de la desgracia que acontece a su hijo. Dejando aparte si hay causa judicial, el mundo del fútbol ya ha tomado medidas contra el Rubiales, la cosa se ha convertido es un esperpento donde desde clase política a pedigüeños con conexión a Internet, todo quisque tiene una opinión y una visión. Pero hacía años que la televisión no jugaba un papel informativo, más allá de la política, tan impresionante en el calado, tanto por el tema del feminismo y lo que es agresión sexual. Nos tememos que al final quien sufrirá será la jugadora que, ahora, si denuncia malo y si no denuncia peor.

No se puede pedir más emoción para terminar una anodina temporada televisiva veraniega donde todo parecía cerrado por vacaciones y adelantos de lo que será la nueva temporada y la guerra por las audiencias enfrentándose pesos pesados. Nadie se esperaba tal movida de descuartizamiento, nadie apostaba que las españolas ganarían el Mundial y muchos estuvieron callando y consintiendo al Rubiales que no duda en utilizar todo tipo de argucias para desacreditar a su subordinada y campeona del mundo. Si cae, ya está cayendo, este tipo arrastrará en su caída y garantiza más horas televisivas de protagonismo. Lo del español en Tailandia ya es cosa aparte y pronto será algo de lo que nadie casi ni se acuerda y a fin de cuentas se lo buscó él, por muy cruel que suene. Han sido las dos grandes novedades del verano televisivo y la televisión ha vivido horas que recuerdan el antaño analógico antes de los dispositivos individuales para consumir televisión...

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido

Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org




theadversiterchronicle@hotmail.es 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger