Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje mañanero con ola
de calor
El
viajero siente el calor nada más pisar la acera y dejar la
confortable sombra del portal, el sol brilla con intensidad inusitada
a esas horas, entre el mediodía y la media mañana. Nota que caminar
cuesta un poco, no por el esfuerzo al que ya está habituado el
viajero, es por el calor al que no está acostumbrado y al que nunca
pudo acostumbrarse el viajero, más amante del frío y el fresco
donde si se siente calor es sólo aliviarse quitando ropa...
Han
pasado las fiestas de la ciudad y no se ven ya foráneos arrastrando
sus maletas, algunos cargando el maletero y menos afluencia de
peatones en los semáforos, con tráfico ligero y sin atascos en los
cruces. Las cafeterías también notan lo menguante del gentío de dos
semanas atrás cuando había ambiente festivo con mercadillos y
actividades varias. Muchos locales están cerrados por vacaciones
mostrando sus escaparates el interior en penumbra, los taburetes
sobre las mesas y el viajero puede imaginarse una fantasmal
clientela...
El
cogote del viajero nota el sol y comienza a sentir cierto calorcillo
en ascenso en la nuca aunque llega por fin a la sombra tras cambiar
de acera. El semáforo está en rojo para los peatones y el viajeros
se detiene aprovechando para recuperar resuello. Cuando se pone en
verde, un titiritero, para el viajero tiene esa pinta aunque en
realidad es una mezcla de aspecto hippioso y payaso callejero que
deleita la espera de los conductores esperando a su vez unas monedas
al finalizar. Una niña y su madre, supone el viajero, cruzan con él
pero la niña se detiene al llegar a la acera y se queda fascinada
mirando los malabares del hippioso payaso urbano y éste deja su
actuación para los automovilistas en espera en el semáforo y se
acerca a la niña. El viajero observa la escena mientras sigue
caminando y siente respeto por el artista callejero que antepuso la
ilusión a las monedas de recompensa, es algo reconfortante aunque el
viajero ignora el porqué...
Definitivamente
el viajero nota la pesadumbre del calor, han dado avisos de
temperaturas altas e históricas y lo mejor sería quedarse en casa a
la sombra si se puede, barrunta el viajero mientras se fija en los
operarios que están levantando parte del suelo de la avenida, entre
el polvo y el calor. No les envidia el viajero que sabe que los
movimientos se vuelven lentos y el ánimo se agobia cuando hay tajo
bajo el sol...
Llega
el viajero a su destino, nota la sudoración en la cabeza, brotando
despacio y que aumenta en intensidad mientras espera el ascensor. Le
apetece un vaso de agua fría y nota que se le seca la boca, entrando
en bucle de sensaciones de agobio y el sudor en la cabeza. Abren la
puerta y el viajero se dirige a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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