Hoy
entrevistamos a un tipo al que siempre nos referimos cuando alguien
está de mala hostia o que tiene mala suerte, pero no sabemos nada
del protagonista del dicho que, aunque hunde sus raíces en la Edad
Media, ha perdurado hasta hoy. Aunque nos ha costado, dejando aparte
si se entra en la iglesia con uno u otro pie, hemos localizado a
Gustavo Fayuelo que, según sus vecinos, siempre está de mal humor
por levantarse siempre con el pie izquierdo...
-¡Ya
empezamos con el cachondeo! ¡Ya empezamos! ¡Cree que me levanto con
el pie izquierdo por gusto! ¡A nadie le importa un comino mi
dignidad! ¡Reprochándome siempre que esté de mal humor por
levantarme con el pie izquierdo! ¡No es un vicio, oiga, no es un
jodido vicio! ¡Y dice que la pregunta es obligada...! ¡Muy bien,
quiere saber el porqué de levantarme con el pie izquierdo! ¡Pues se
lo voy a mostrar! ¡Mire mi pie derecho, mire!
-Yo aprecio más el pie femenino, con medias y zapato
de tacón que... Bien, vamos a ver el pie derecho del que nunca se
habla y... ¡¡Aaaaagg!! ¡Un muñón! ¡Tiene un muñón en lugar de
pie derecho!
-¡Lo
ve! ¡Lo ve! ¡Tengo que levantarme por cojones con el pie izquierdo!
¡Tengo un pie protésico que es la repera, conectado al cerebro y
todo que me permite tener hasta sensibilidad! ¡Pero es incomodísimo
para dormir y a veces en sueño se me dispara el pie protésico hacia
la parienta dormida con el consiguiente susto, además me escuece el
muñón durmiendo y me lo quito para dormir! ¡No me levanto por
gusto con el pie izquierdo! ¡Es por necesidad anatómica, a ver si
lo entienden de una puñetera vez!
-¿Y el mal humor? Además de que los calcetines los
aprovecha dos veces, como el pie izquierdo no suda puede reutilizarlo
en el izquierdo y al cabo del año es un ahorro en lavadora...
-Cierto,
con los calcetines salgo ganando con el consumo eléctrico de la
lavadora, cosa que se agradece en estos tiempos, pero lo pierdo en
zapatos. ¡No hay zapatería que me venda sólo el zapato del pie
izquierdo y para la prótesis del pie derecho hace falta uno
especial...! ¡Tengo impares de zapatos del pie derecho para vestir un rebaño de vacas sin cueros! ¡Cómo cojones no voy a estar de mal humor si
además de vivir sin un pie tengo que aguantar el cachondeo del
vecindario! ¡Y deje de sacar fotos con el móvil del muñón!
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