Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The
Adversiter Chronicle
YOGUR GRIEGO
Stracciatella
Hoy
catamos otra delicatessen de la industria alimentaria como es el
yogur griego stracciatella. Es
un manjar de la comida industrial que nos permite ser sibaritas a
precios asequibles y nos acerca a la gastronomía griega. Nadie mejor
que nuestro asesor en estos temas para saciar nuestra curiosidad
sobre un postre exótico que ahora es una opción más a la hora de
escoger un postre en el supermercado...
-El
ser humano es proclive a las adicciones y la gastronomía no es una
excepción. Hay paladares que habituados al yogur clásico encuentran
cierta repelencia a estos yogures de otras tierras y ligeramente
distintos en cremosidad y gusto al paladar. Lo mejor es abordar
primero los distintos elementos que componen el yogur griego de la
cata. El yogur no es ni más ni menos que leche cuajada por la acción
de un fermento láctico, a su vez un fermento no es más que una
sustancia orgánica que determina la dirección y velocidad de las
transformaciones químicas sin que se alteren o se consuman
apreciablemente durante la reacción. Y el termino `stracciatella´
se refiere a un yogur con un toque de vainilla muy suave y pedazos de
chocolate con leche. En este caso es de la marca... ¿Danone?
-¡Danone va a ser! ¡De la nevera! ¡Jaaajajajajaja!
¡Lo...lo siento...jajajajajajaja! ¡Llevo queriendo decir esto desde
que escuché la primera vez el chiste...jaaajjajajajaja!
-Comprendo... Bien, procedemos a la cata y al
destaparlo se aprecia la cremosidad en una superficie uniforme donde
la cucharilla penetra sin oposición, apreciando motitas de
chocolate. La primera impresión al paladar es algo agria que pronto
se suaviza por efecto de la vainilla y que en la segunda toma estalla en
una fanfarria única y genuina que le da la textura del yogur. Hay
que paladearlo pero sin detenerse mucho en saborearlo, que las
sucesivas cucharadas sean olas de sabor que logra que finalicemos el
yogur olvidando la impresión inicial e inevitablemente tenemos la
irresistible tentación de comernos otro... ¡Pero qué hace mojando
una porción de chocolate con avellanas en el yogur, descerebrado
gastronómico!
-Yo es que soy del yogur de sabores de toda la vida,
la vainilla no la noto, el yogur parece agrio y el chocolate es
minúsculo por lo que mojo algo de tableta de chocolate que le da
sabor agradable...
-¡Es
usted un tragaldabas, un tragaldabas! En cuanto a ingredientes,
dejando aparte las pepitas de chocolate, lleva leche debidamente
pasteurizada, la reconfortante pasta y manteca de cacao y y azúcar,
la saludable leche en polvo desnatada, aroma, los citados fermentos
lácticos y debe conservarse en frío entre 2º y 6º centígrados.
En resumen, ingredientes de la comida industrial a los que estamos
habituados desde la infancia y donde aplicamos el axioma de que lo
que no mata pues te engorda. Consumido en dosis masivas y glotonas
puede producir cierta flojera intestinal pasajera con flatulencias
acuosas y ligeramente fétidas al olfato. Es fundamental comer el
yogur a pequeñas cucharadas, sintiendo la novedosa fanfarria de
sensaciones que, algo repulsivas al principio, se convierten en un
manjar que paladear... ¿Y ahora por qué le añade orujo gallego si
puede saberse?
-El
yogur no deja de recordarme a un chupito y el orujo como que mata el
poso agrio en el paladar y para rematar si queda algún fermento sin fermentar, ya sabe...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario