Una crónica de
nuestro enviado especial F. O. Roffön
Alemania nos arrebata
la victoria y se mantiene viva en el Mundial
Que
diferencia afrontar un partido contra Alemania de igual a igual sin
aquellos complejos de antaño antes de La Gloriosa. Sin embargo,
tribuletes capitalinos y provinciales ya están haciendo cábalas de
si en cuartos tocaría Brasil cuando aún no nos hemos clasificado
para octavos. Los pupilos de Luis Enrique, El Llocu,
salieron sin complejos al césped frente a una peligrosa Alemania que
necesitaba no perder y lograr una victoria que les resucitara en los
garitos de apuestas. Fue un partido con hechuras de final, todos los
partidos lo son en un Mundial, entre dos equipos que sabían a lo que
jugaban. Hubo oportunidades claras para el combinado español que se
marraron y hubo que esperar a la entrada de Morata para perforar la
portería germana. El rival, virtualmente eliminado con la derrota,
supo aprovechar un fallo defensivo para lograr un empate que les supo
a gloria y ya andaban, cómo no, al final del encuentro animando a
conocidos de La Roja a que ganen a Japón. Los veteranos de El
Molinón aún recuerdan aquel tongo entre alemanes y austriacos...
La selección española hizo un partido serio ante un
rival serio también. Es cierto que Unai nos provoca taquicardias y
tuvo dos pifias que solventó, afortunadamente, evitando los goles.
Salir jugando el balón con los defensas provoca la sensación de que
van a pifiarla por rifar la pelota, muy bonito cuando sale y una
soberana mierda cuando, como sucedió en dos ocasiones, se la pasa
directamente al rival. Decían que Alemania se parecía en su juego a
España y es cierto hasta en las pifias del portero pasando al
contrario en lugar de al defensa. Al final queda un grupo muy
igualado a puntos que es la salsa de las primeras fases. Pensar en
rivales es una gilipollez, hay que ganar a cualquier rival que toque
y lo demás son babayaes de babayos que están cabreados porque no
saben qué hará el llocu del míster. La selección está
ilusionando de nuevo y lo importante es ir partido a partido y no
volver a los tiempos en que los tribuletes desequilibraban la
concentración y la convivencia en la misma o alienaciones de
gloriosos nombres que nos llevaban a sonoras derrotas y más sonoras
decepciones.
España es, futbolísticamente, superior a Japón a
priori y en las apuestas. Lo normal es clasificarse sin apuros,
alineación con ligeras variaciones y presionar a los japoneses que
trataran de nadar y guardar la ropa esperando su oportunidad. Los
nipones hacen un fútbol vistoso, casi olímpico, que pueden dar un
zarpazo en cualquier momento que nos meta el miedo en el cuerpo.
Meterles un par de goles rápidos sería lo ideal, evitando pifias
que les den oportunidad de meter gol. Emocionante el encuentro entre
Costa Rica y Alemania donde el punto que nos da ventaja en la
clasificación y los goles a favor pueden valer su peso en oro si se
da empate a puntos. Por otra parte, el partido contra los alemanes ha
dado experiencia a los jóvenes atletas de la selección española
que viene muy bien para foguearse y adquirir tablas en las grandes
citas en partidos decisivos...
¡Aunque en el bar ya se vio el fuera de juego de los
alemanes que luego vio el VAR!
F.
O. R.