Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
EL RENACIDO
(2015)
Sesión
de visionado cinematográfico que el equipo de cata cinematográfica
no podíamos dejar escapar: película galardonada y amada de la
crítica, estrella de Hollywood premiado con Óscar por su
interpretación, director hispano, mexicano concretamente,
polifacético y valorado por su obra como cineasta y argumento de
tramperos de la frontera con indios salvajes y crueles. Así que
fuimos directamente de las taquillas del vestuario a la sala de cine que tiene
montado el gerente en su despacho sin sacar siquiera los trastos de
faena y agenciarnos sin dudar y sin misericordia de birras frías y cuencos repletos de pistachos para disfrutar del
séptimo arte...
La
cosa empieza bien con efectos ondulatorios del agua de los
riachuelos, pero no estamos en 1994 y desde el inicio de Forest Gump
con la pluma de ave llevada por el viento, tampoco se justifica casi
tres minutos largos deleitarse con las trucas digitales sobre
ondulaciones de gotas de agua, pero queda bien y acostumbra las
retinas a una descarga relajante de inicio, cargante a mitad de
metraje y que precisa de colirio refrescante al finalizar la
película. Está muy bien el lirismo poético y demás gaitas acordes
a estos tiempos sensibles en la mayoría de los ámbitos, pero tanto
destello de reflejo de luz sobre la blanca nieve es un poco irritante
desde un punto de vista ocular, es normal que premiaran la
fotografía, pero no es lo mismo una fotografía que dos horas largas
de visionado. Comienza la acción asistiendo al ataque por parte de
una partida de nativos, plumíferos,
en el argot de los tramperos, que atacan un puesto comercial de
captura y embalaje de fardos de pieles. Los nativos salvajes, para el
ojo blanco, se presentan de buen rollito, ahora los indios de antaño
tienen sentimientos humanos y hasta hablan francés a diferencia de
cuando eran actores pintados de indios pero ni eran indios y casi ni
actores alguno. Son brutales y salvajes en sus rapiñas al civilizado
hombre blanco mas lo son con motivos, en este caso recuperar a la
joven pariente del jefe de la partida, algo hemos avanzado a la hora
de que Hollywood retrate a los nativos americanos...
Hasta
la pelea desigual de Leonado DiCaprio con el oso que lo deja hecho
jirones, de manera literal, de piel sangrante, la película promete.
Desde la pelea con el oso hasta que lo dejan abandonado y más
moribundo que coleando, se aguanta la propuesta y se soporta el
lirismo de la fotografía y los paisajes, y desde ahí hasta el final
la cosa ya degenera un poco bastante a cosas ya vistas, personajes o
muy malos o muy buenos y se sabe el final vengativo por predecible.
La película no es mala siempre y cuando seas de generaciones
digitales, para público veterano de otras décadas es como ver una
actualización en versión libre de Las aventuras de
Jeremiah Johnson, filme de un ya lejano
año 1972, fecha de su estreno. Está a la misma altura, y DiCaprio a
la altura de Robert Redford, dentro del subgénero de tramperos de la
frontera.
Sin
embargo hay demasiadas cosas ya vistas en otros temas de héroe
solitario contra la adversidad de la naturaleza y únicamente los
amantes y frikis que gustan de telerrealidad de supervivencia como
Dios los trajo al mundo serán quienes aprecien los largos planos de
paisaje que empequeñece al ser humano y las escenas de comer
entrañas crudas, hacer fuego en medio de una ventisca con yesca y
ramaje, ver pasar calamidades continuas y demás aderezos de la
historia que puede resumirse en que llega un poco a aburrir pese a
que no se puede dejar de verla porque el conjunto es impecable desde
un punto de vista técnico y de elenco y porque DiCaprio hay que
verlo sí o sí aunque la película sea un bodrio, no es el caso pero nos
aburrió al final por saber que la cosa va de venganza y no hay
vanguardismo argumental en el desenlace previsible y deseado.
Hay
ñoñez con el hijo del protagonista, escena de violación pero con
decoro, acción limitada por las armas de carga por la bocacha y lo
mejorcito es la pelea del DiCaprio con el oso junto a la fotografía,
aunque satura un poco mucho y no descartamos que fuera por ingesta de
birras y pistachos el impacto visual causado, que conste en acta...
Hay que verla olvidando referencias precedentes.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario