Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Implosión
sportinguista, trifulcas en Mareo y encima por detrás del Real
Oviedo
Hay
momentos en la vida de un club de fútbol en que se hace necesario
hacer una parada de un segundo, sobre todo si eres de Segunda, y
contemplar el horizonte para lograr encontrar la paz interior. Sin
embargo, hay también circunstancias donde, llegado el momento
sublime de enfrentarse a la cruda realidad, es hora de plantear
dimisiones aunque sea la del máximo accionista. Está bien que cada
temporada sea un calco del desengaño de la anterior, se tolera que
director deportivo y míster se enfrasquen y engarren llegando casi
hasta las hostias, incluso es admisible que se hagan fichajes de
cojitrancos, galgos y podencos, hasta algún tuercebotas percherón
incluso, pero ni la institución ni la afición pueden tolerar que
los carbayones nos saquen cuatro puntos en puestos nobles, es del
todo intolerable e inaceptable...
El
caso es que el equipo se está desintegrando por implosión, cómo
será la cosa que el máximo mandamal se ha dignado a llamar al
orden. Es un asunto donde cada día sale a la luz y entendederas de
la parroquia rojiblanca que las buenas sensaciones de la temporada
pasada y el ilusionante inicio de la presente sólo eran una pantalla
de optimista presente y prometedor futuro que, cual cortina de baño,
no dejaba ver los vapores que emanaban y empañaban a la institución
rojiblanca por parte de la parte ejecutiva. Lo de los malos
resultados y el final de un sueño es normal, entre comillas, pero no
se entiende la movida entre director deportivo y míster, plantilla y
la madre que lo parió. De momento cada partido es ahora una
guillotina sobre el entrenador y las manifestaciones de los mandamal
máximos accionistas de que se busca míster con proyecto de futuro
es simplemente volver al ciclo rutinario de cese de entrenador-se
ficha míster y si salva del descenso se le renueva para ser
fulminado en navidad...
Somos
un equipín que tiene sus valores, que no son otros que Mareo y el
pedigrí con vitola de la época dorada hace ya la timorata de
temporadas. Si se es un equipo ascensor hay que ver la realidad y
aunque la afición sueña deben ser quienes dirigen la institución
quienes mantengan la calma, serenidad y sangre fría de ser
jodidamente realistas ante la realidad. Se habla de cesar al
entrenador aunque todo apunta a una mala gestión de la zona noble de
las oficinas de Mareo. Cesar al entrenador será un error y no creer
de verdad en ese proyecto que tanto se espera del entrenador de
turno. El problema en el Real Sporting es que no se da tiempo a
ningún proyecto porque en realidad nos marcamos el ascenso cada
temporada cuando lo primero es amarrar mantenerse en la categoría y
es necesario dar tiempo, un mínimo de tres temporadas, para calibrar
el proyecto. Queremos ascender y no vemos que en realidad podemos
descender. En teoría, hoy por hoy no somos equipo aspirante al
descenso y hemos perdido de momento opciones de ascenso. Queda todo
un mundo y la Segunda no es como en Primera que los resultados se
exigen desde ya. Lo peor es la imagen de desintegración que
transmite el equipo a todos los niveles y se echa en falta serenidad
de la parte noble de Mareo porque entrenador y equipo siguen vivos y
en zona neutra de la tabla.
Lo
del Real Oviedo y su ascenso clasificatorio superando a los rojiblancos, es como
cuando un burro tocó una flauta, la cosa es cómo acaba. Y menudos
lloros en el Real Madrid en el delirante sorteo de la Champios. Es
tremendo que equipos grandones y millonetis anden llorando por si
toca cual o cual, que si son más asequibles, que si son inferiores.
Millones y millones para luego querer ganar la final clasificándose
ante chepos y evitando a los otros grandones. Un Sevilla, un
Villarreal, cualquier equipo que no es millonetis, pueden rogar que
el sorteo les depare Cenicientas futbolísticas, pero el Real Madrid
no. Luego está el bueno del Xavi quemándose como una cerilla en el
banquillo del Barça dando la razón a quienes opinamos que debería
foguearse antes en equipinos, cuando Laporta le cese podría intentar el tentarlo a dirigir al Real Sporting, tenemos todo lo que puede
ofrecerle el F. C. Barcelona salvo el sueldo, pero el resto igual:
plantilla que no carbura, cantera propia que permita inculcar su
filosofía desde pañales, trifulcas directivas, prensa cainita y
hasta polémica lingüística con incipiente nacionalismo terruñero...
¡No
será por falta de incentivos que se niegue a venir a entrenar en El Molinón!
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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