The Adversiter Chronicle

lunes, 19 de octubre de 2020

REFLEXIONES EN VOZ ALTA de Skizo´s Blues

Al acantilado llegan alaridos de indignación porque las consultas al galeno han dejado de ser presenciales y se realizan por teléfono...
Sin embargo, en mi demente caso, veo más ventajas que inconvenientes. Para empezar, evitas engorrosos reconocimientos y auscultaciones que detecten cualquier mierda y salgas de la consulta enfermo cuando habías entrado sano...
Por teléfono se tiende a la amabilidad y nos obliga a escuchar al interlocutor médico, mientras que en la consulta solemos tener tendencia a interrumpir y contar cosas, que ni tienen que ver con la dolencia, interrumpiendo al médico u médíca de turno en ese momento...
La consulta telefónica siempre supone un ahorro para el bolsillo y para el sistema, puesto que no pueden recetar medicamentos caros y sí los típicos y asequibles, en la cita presencial pueden atinar más el diagnóstico y en consecuencia recetar medicamentos especializados y más caros de lo normal...
Puede que, como ha ocurrido con el veraneo, el ocio nocturno y pasear la mascota, basta que sepamos y nos digan que al médico lo justo y urgentemente necesario para que hagamos lo contrario poniéndonos enfermos o con necesidad inmediata de acudir a consulta, quién sabe...
Por último, suele ocurrir que se va a consulta y por distintas causas no está en funciones el galeno habitual y te sientes raro ante una cara nueva, sobre todo cuando hay varios suplentes y no acaban de asignarnos uno para casi siempre. Pero por teléfono una voz, un tono, un timbre de voz siempre suena mejor que en presencia donde al desconocer la faz del interlocutor podemos imaginar al médico u médica habitual...
Al comenzar todo este circo, me aprovisioné en el acantilado de remedios curativos como son el elixir bucal, digno heredero de aquellos crecepelos decimonónicos que lo mismo servían para un dolor de muelas que para un estreñimiento. No falta espuma de afeitar para molestias en la piel como quemaduras, rozamientos o granos diversos; y manzanilla, que siempre alivia de molestias estomacales. Tiritas, agua oxigenada y mercromina componen finalmente mi pequeño botiquín para pasar la pandemia sin solicitar cita médica...
Y sí, si me pusiera jodido de verdad tendría que acudir sí o sí a consulta y puede que urgencias, no lo niego a su señoría, pero al menos ganamos que ahora vamos al médico cuando es necesario y no como antes de la pandemia...
Pero por si acaso pintan bastos, todos los días enciendo un velón a San Cucufato de Antioquia, que no se si sirve para curar en salud pero al menos tengo lumbre sin gastar mechero...
Y es que si no me consuelo es porque no quiero, oiga.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

 

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