The Adversiter Chronicle

miércoles, 14 de octubre de 2020

"Ni a pata ni alpargata y menos a La Alcarria", suplemento viajero cutre

 Suplemento viajero cutre de The Adversiter Chronicle

Viaje a la vacunación contra la gripe

El viajero observa la parada de autobús, inicio de su viaje de acompañamiento a un familiar que será vacunado dentro de la campaña que se realiza cada año. Ojalá, piensa el viajero, fuera la ansiada vacuna contra el coronavirus que terminara con la nueva normalidad...
El autobús no va repleto como esperaba el viajero pero sí ocupados los asientos y alguno y alguna de pie agarrados a las barras, no hay distancia de seguridad recomendada aunque se trata de mantener la misma. Es un día gris y lluvioso a través de las veladas ventanillas del autobús. Sube poca gente en cada parada y puede el viajero sentarse...
Se encuentra con el familiar al bajar en la parada que lleva al centro de vacunación, un polideportivo. Se ve gentío a la entrada y enseguida se informa el viajero que está cerrado y se están agolpando usuarios y usuarias citadas por teléfono aunque no hay colas ni orden ni concierto. Todo el mundo parece desconcertado. Uno graba con móvil el gentío, otro farfulla quejas al sistema sanitario embozado en su mascarilla. El resto, junto con el viajero, están a la expectativa ya que, en apariencia, sencillamente no hay nadie que parezca personal sanitario. El sonido de las embozadas quejas, que encuentran su público entre el gentío, hace meditar al viajero de que siempre tenemos que protestar por algo, que estamos tan cebados del bienestar que no vemos que el sistema sigue funcionando y que les citan y se acuerdan de que hay colectivos vulnerables, pero ya no vemos lo conseguido, nos hemos acostumbrado y nos hemos olvidado del ayer...
Un coche llega y se bajan personal sanitario que sacan del maletero diversos maletines y una nevera portátil, van raudos pero sin prisas, conocedores de su oficio y de la hostilidad del personal que descarga en ellos y ellas la rabia, ya no les aplaudimos y sí les exigimos. Por las puertas de cristal se ve cómo montan los dispensarios de vacunación, tienen trajín y aumenta entre el gentío los murmullos de quejas, de tonos de ofensa por esperar y que les citen para no entrar a la hora citada...
El viajero debe caminar bajo la lluvia a la salida de los dispensarios de vacunación, situada en otro extremo del pabellón. La lluvia golpea el paraguas del viajero que recuerda a sus mayores que ya no están aquí, que no deben vacunarse y no sufren la incertidumbre del futuro inmediato y el riesgo del coronavirus. Echa un último vistazo al pabellón deportivo reconvertido como en las películas de catástrofes en centro sanitario, aún hay orden, aún funciona el sistema pero nos quejamos, no el viajero que es consciente de la situación, pero sabe también que si le hubieran citado es muy posible que fuera otra voz indignada...
El viajero charla con su familiar mientras deciden si ir a tomar un café, que entra bien a esas horas...
Pero ése, ya es otro viaje.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

 

theadversiterchronicle@hotmail.es 



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