Una sección de
El Bis en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
LOS ROCKEROS VAN AL
INFIERNO (1980)
El
rock duro siempre ha sido un estilo y una tribu urbana dificil de
digerir para algunos tímpanos. Estética, pintas y trazas de la
tribu heavy provocaban, ya no
tanto, reacciones de repulsa y encanto en la adolescencia que veía
una salida musical que brindaba además un estilo de vestir y una
filosofía de vida. Pero dejando tópicos aparte, el rock duro
hispano ha dado bandas míticas a la altura de las anglosajonas.
Igual que una balada de Scorpions toca la fibra sensible seas de la
tribu que seas, las bandas hispanas supieron dar grandes letras que,
pasado el tiempo, siguen tan frescas y vigentes como el primer día...
Estamos
en 1980 y de la escisión del otra banda mítica como Coz, surge una
banda con nombre ya rompedor como es Barón Rojo, dicen y cuentan que
como homenaje al legendario as alemán de la aviación en la la I
Guerra Mundial. Estética heavy
y producciones como mandan los cánones, pero con letras que son una
historia, que dicen algo y no se limitan a berridos con acordes
sinfónicos de guitarra eléctrica, que logran una comunión casi
espiritual y que se graban a fuego, que no importa la edad o el
tiempo que haya pasado desde que la escuchaste por primera vez. Y es
que las bandas hispanas como Barón Rojo han logrado trascender de su
tribu, puede que tu rollo musical sea opuesto, pero en el momento
adecuado si escuchas una de sus canciones puede que sin darte cuenta
estés canturreando el estribillo y meneando el cuerpo.
Barón
Rojo siempre se ha distinguido por sus letras donde ocurre lo dicho
antes, no te acuerdas nunca de ellas pero es escucharlas y sentirte
parte. Esta canción es casi un credo, no importa el tiempo
transcurrido porque habla de rebeldía y de juventud eterna del alma.
La banda son auténticos jornaleros de la música que lograron ya
éxito y popularidad desde su primer disco y que han paseado palmito
por giras en el continente europeo y americano. Toda una referencia
de banda de rock duro hispano y parte del manojo de grupos que
pusieron el orbe hispano a la par del anglosajón sin falta de cantar
en inglés como ocurrió con bandas de otros países. Escucharla hoy
sigue siendo una gozada y si no se conoce es toda una experiencia de
los sentidos, porque la música, fuera el consumismo de parafernalia
estética, debe tocar el alma y provocar sensaciones. Es además
ideal para poner en sitios acostumbrados al chunga-chunga actual de
letras iguales y sonidos programados con distorsiones de estudio que
convierten mugidos de búfalo en voces y a sus dueños en
cantantes...
Eso
sí, acabaréis a hostias como mandan los cánones.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
A LA CAZA (1980) (Cruising)
Hay
todo un subgénero dentro del cine policiaco que no es otro que el de
los topos o infiltrados, agentes honestos de policía que aspiran a
tener un sitio como inspectores de paisano, alejarse de las patrullas
a pie y de la inmundicia de las calles para pasar a resolver
asesinatos. Y si hay un actor representante del subgénero, sin duda
Al Pacino es el referente, todos recuerdan Sérpico
pero también la propuesta de hoy, producción de 1980 pero con la
textura, el color y la sordidez de las pelis de los 70´s. Es además
un fresco, una cápsula del tiempo donde vemos de fondo desfilar las
calles y la sociedad de la década ya pasada en la fecha de su
estreno...
Es
una película que fue no muy bien tratada por la crítica y quienes
la vieron en su estreno,
o en vídeo posteriormente, la recuerdan con
cierta aspereza aunque vista hoy en día se aprecia una película que
trata de la sordidez del ser humano. Al Pacino interpreta a un joven
agente de policía que aspira en secreto a lograr la placa dorada de
inspector. Llamado por su superior, un decente policía que sabe que
está rodeado de mierda con agentes de patrulla que extorsionan a
maricas para que se la chupen en el coche patrulla. Porque estamos en
1980 pero la sociedad no aceptaba la homosexualidad y los jefes de
policía no dan crédito a testimonios de maricas, se les interroga
sin piedad en busca de la verdad, se les llama casi a escondidas para
que den chivatazos, pero son considerados como enfermos que cometen
actos atroces y depravados sin saber cómo ni porqué, porque son
maricas, se les tolera en sus barrios, en sus bares de ambiente, pero
son ciudadanos de segunda a ojos de la Ley.
El
joven agente convertido en topo debe infiltrarse en el ambiente de
los homosexuales a los que les va el rollo sado y masoquista, de
chupas de cuero, látigos y gorras de policía. Se han cometido una
serie de asesinatos y aparición de cuerpos desmembrados flotando en
el río, pero el superior y reclutador de Al Pacino está convencido
con olfato de sabueso de que todos los crímenes están relacionados,
que puede que sean maricas las víctimas, pero hay un asesino suelto
en la ciudad y tanto su puesto como el de su mentor político dentro
del cuerpo dependen, antes de las elecciones, de que Al Pacino logré
dar caza al asesino de maricas...
La
película es desde el principio sin concesiones, el ambiente
sado-maso se muestra como
bacanales romanas, puños con vaselina,
mamadas y pezones pellizcados, para el joven detective supone un
mundo nuevo pero durante el día descubre que los homosexuales tienen
vida propia como él, con sueños de futuro, parejas sentimentales
que no les comprenden, pero al llegar la noche, cuando debe
infiltrarse, poco a poco le cambia, le supera y sin embargo algo le
atrae, no puede evitar su instinto de policía aunque por el camino
se quede su relación de pareja. Un gran Al Pacino que logra una
interpretación solvente, su rostro ligeramente maquillado, sus
contoneos con el pañuelo rojo en el bolsillo trasero, su iniciación
cuando no puede evitar por más tiempo que alguien le saque a bailar,
pero a cada nuevo día, algo de él se rompe.
Firme
pulso de dirección de Willian Friedkin así como de Paul Sorbino
cuyo rostro al final nos llena de su congoja e incertidumbre cuando,
detenido el psicópata, aparece otro marica brutalmente asesinado.
Película sin el glamour de otras posteriores dentro del subgénero
donde Al Pacino no recuerda para nada a Sérpico salvo en cierto
idealismo común a todos los dispuestos a ser topo. También una
óptica de cómo se veía la homosexualidad, el confortable
escenario de la ciudad de Nueva York y un reparto solvente a su vez.
Carece de acción trepidante y tiroteos, peleas o mamporros. Hay
planos, escenas, diálogos que logran condensar una infinidad de
matices que no se supieron apreciar ni valorar en su estreno. Por
supuesto es imprescindible si os gusta Al Pacino como actor que ya
mostraba entonces todos los valores interpretativos que le han hecho,
además de estrella de Hollywood, un actor que nunca defrauda, que
puede que alguna película no nos haya gustado, pero no por él que
una vez más lograr dar a una película un toque de excelencia que la
convierte en una pequeña joyita a descubrir.
Ideal
para la juventud del siglo XXI y que sepan que la libertad que ahora
se disfruta en la sexualidad es un bien y un logro que deben mantener
pero también recordar cuando eran ciudadanos de tercera y condenados
y condenadas quienes eran no heteros a las catacumbas de la
nocturnidad y la clandestinidad... Ideal
para ver ahora que hasta el Papa reconoce el derecho a las uniones de
parejas homosexuales y que, aunque ahora vivimos tiempos de
incertidumbre y turbulencias, hemos avanzado y mejorado desde 1980.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
SOLo (O cómo ser
Gianmarco Onestini sin parecer Rodolfo Langostini)
Sigue adelante este híbrido de telerrealidad, donde hay
que pagar para poder fisgar, con la salida de un Maestro Joao que ha
cumplido con creces lo que se esperaba de él, que no es otra cosa
que su predisposición para apuntarse a un bombardeo, hacer
cuchufletas o actividades. Joao ha sido un profesional que si bien es
cierto que satura no es óbice para reconocer sus méritos durante
las dos semanas que pasó en el contenedor-apartamento. El relevo es
un personaje venido de Italia que alcanzó el famoseo gracias a su
rollo con la dulce Adara, un tipo agradable a la vista pero que
satura como diez platos seguidos de pasta y que extraña verle en un
programa de encierro cuando se supone que iba a estudiar en Italia...
La sorpresa con el Maestro Joao vino de su pulcritud y
orden, sobre todo comparado con
como lo tuvieron Anabel Pantoja
primero y la Sofía Suescun después. Encimeras brillantes, suelo
impecable, cojines en perfecta formación, cocina impoluta, horarios
rutinarios y armario en perfecto estado de revista; sorpresa porque
Joao nos ha mostrado a una persona maniática del órden de las
cosas, incluso a la hora de comer y entre bocado y bocado, ordena el
plato a golpes certeros y precisos de cuchara o tenedor. Pero pese a
ser un maniático del orden, su paso ha sido irrepochable sin caer en
el desánimo y gimoteos con abundancia de lloros. Entró, soportó el
encierro y siempre tenía una palabra a la cámara y donde ser
maniático le ha ayudado en su singladura en solitario... Impecable y ganador del premio, si lo hubiera.
Y tenemos para fisgar el encierro de Gianmarco Onestini,
otro famosillo de tercera fila pero que poco a priori puede ofrecer.
Pasadas menos de veinticuatro horas desde su entrada en el
contenedor-apartamento, basa su estrategia en hablar constantemente a
la cámara, otra cosa que el Joao hizo a la perfección y sabiendo
cuando imponer silencios. Otro detalle a destacar del italiano es que
en una hora ya tenía las estancias como auténticas cochiqueras de
adolescente en campamento vacacional: migas, restos de comida, ropa y
calzado tirados por los suelos y un armario más digno de ser llamado
bazar desordenado que armario donde se ordena la ropa...
No se puede negar que tiene su público pero de
determinada franja de edad ya que, para
audiencia veterana, resulta un
tipo con grotesco bigotito, chulapo de camisa desabrochada mostrando
pectoral y un aire a Rodolfo Langostino, el del legandario anuncio de
Langostinos Pescanova. A Gianamarco le gusta gustar, pero no
estamos seguros de que tenga la fortaleza mental necesaria para estar
solo, hablar continuamente a la cámara sin pausa ni descanso le
puede llevar a un agotamiento mental y cierto estrés que
posiblemente acabe en lloros. Ha entrado de sobrao, de saber dónde
se mete y cómo tiene que hacerlo aunque lo primero que debería
hacer es poner algo de orden y pulcritud en su hábitat. Será
difícil batir al Maestro Joao, lo hará mejor que la Anabel Pantoja
y puede que se parezca un poco a Sofía Suescun... Pero juraríamos que el mozo afirmó que se volvía a
Italia a estudiar.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Con la
colaboración del Teniente Coronel
Tapioca, miembro retirado del Estado Mayor de La
Legión y que actualmente regenta una tienda de Todo 1€, en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Se
impone la dura y cruda realidad de la pandemia por coronavirus y
asistimos al comienzo del establecimiento del toque de queda. Tal vez
por la pax de la OTAN que disfrutan los países miembros de la Unión
Europea desde 1945, la ciudadanía desconoce el significado de un
toque de queda, nadie mejor por tanto que nuestro asesor en estos
asuntos que escapan a la mentalidad civil pero que forma parte de la
cultura castrense...
-¿Qué carajo es un
toque de queda como el que se está implantando, ein?
-¿Toque
de queda, pollo? ¡Lo sabía y lo he advertido aquí en otras
ocasiones! ¿Han
sido los marroquís con apoyo portugués y logística
de los independentismos territorialistas? ¡Seguro que los murcianos
están metidos en el ajo! ¡Seguro! Bien pollo, lo primero es que
salvo que se salga a la calle, estamos seguros en los domicilios.
Esos paracas marroquís no respetarán a quien se salte el toque de
queda y dispararán a todo bicho viviente que pulule a esas horas.
¡Desde un punto de vista militar es inaceptable el contubernio
luso-marroquí y que nos impongan su jodido toque de queda...! ¡Aaaah
si este fregao me pillara en activo y no en la reserva, bien sabe
Dios que mis muchachos devolverían a sus miserables terruños
desérticos a las tropas invasoras...!
-Suele
usted venir algo pedo ya a la redacción habitualmente, pero hoy se
supera... ¡No nos ha invadido nadie, redios, nadie! ¡Es un toque de
queda por la propagación descontrolada del coronavirus, que no se
entera Tapioca, que no se entera!
-Deme
fuego, ande, deme fuego. Ustedes el estamento civil sin una mínima
preparación militar básica tienden siempre al alarmismo. Hablamos
de un toque de queda de índole civil digamos. En realidad este toque
de queda sigue la tradición de antaño en algunos pueblos y villorrios
cuando se tañía la campana para que todo kiski se recogiera. No
supone un incordio más allá de asiduos y asiduas de locales de ocio
nocturno, garitos y lupanares. Aquí prima más el advertir y
sancionar a alguien que meterle un tiro por no saber que a
determinadas horas, previamente establecidas por la autoridad
gubernativa competente, mejor en casa que paseando el palmito. Si
dejaran que los profesionales de la milicia se encargaran de hacer
respetar el toque de queda, todo se desarrollaría conforme a todos
los gustos, desde la obediente masa ciudadana a los lupanares y
garitos de mala nota y peor estofa, así de simple.
-No
entiendo que el ocio nocturno se beneficiará de patrullas militares,
la verdad...
-Lo
que voy es a darle a usted un toque de queda, también llamado
despeje, porque acapara los petas que da gusto, traiga hombre, traiga
de una puta vez... Eefffffffssxx, gggrr...biennnffxxss, las patrullas
militares estarían de apoyo a las fuerzas del orden y conociendo la
idiosincrasia de la milicia pues está claro que a lo largo de la
noche deberían parar en algún sitio para descansar... Venta de
bocatas, refrescos y chupitos, sin que falte algún inevitable
chuche, churritos con chocolate de alborada y las lógicas birras al
terminar el servicio, garantizan unos ingresos a los locales y
establecimientos. ¡Desde un punto de vista militar, el toque de
queda sólo reporta beneficios sin menoscabo de ser profiláctico
para la masa civil metida en las respectivas casas de cada cual!
-Lo
que no tengo todavía claro es lo de los murcianos, como que no acabo
de pillarlo...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Al acantilado llegan
alaridos de indignación porque las consultas al galeno han dejado de
ser presenciales y se realizan por teléfono... Sin embargo, en mi demente
caso, veo más ventajas que inconvenientes. Para empezar, evitas
engorrosos reconocimientos y auscultaciones que detecten cualquier
mierda y salgas de la consulta enfermo cuando habías entrado sano... Por teléfono se tiende a
la amabilidad y nos obliga a escuchar al interlocutor médico,
mientras que en la consulta solemos tener tendencia a interrumpir y
contar cosas, que ni tienen que ver con la dolencia, interrumpiendo al
médico u médíca de turno en ese momento... La consulta telefónica
siempre supone un ahorro para el bolsillo y para el sistema, puesto
que no pueden recetar medicamentos caros y sí los típicos y
asequibles, en la cita presencial pueden atinar más el diagnóstico
y en consecuencia recetar medicamentos especializados y más caros de
lo normal... Puede que, como ha
ocurrido con el veraneo, el ocio nocturno y pasear la mascota, basta
que sepamos y nos digan que al médico lo justo y urgentemente
necesario para que hagamos lo contrario poniéndonos enfermos o con
necesidad inmediata de acudir a consulta, quién sabe... Por último, suele ocurrir
que se va a consulta y por distintas causas no está en funciones el
galeno habitual y te sientes raro ante una cara nueva, sobre todo
cuando hay varios suplentes y no acaban de asignarnos uno para casi
siempre. Pero por teléfono una voz, un tono, un timbre de voz
siempre suena mejor que en presencia donde al desconocer la faz del
interlocutor podemos imaginar al médico u médica habitual... Al comenzar todo este
circo, me aprovisioné en el acantilado de remedios curativos como
son el elixir bucal, digno heredero de aquellos crecepelos
decimonónicos que lo mismo servían para un dolor de muelas que para
un estreñimiento. No falta espuma de afeitar para molestias en la
piel como quemaduras, rozamientos o granos diversos; y manzanilla,
que siempre alivia de molestias estomacales. Tiritas, agua oxigenada
y mercromina componen finalmente mi pequeño botiquín para pasar la
pandemia sin solicitar cita médica... Y sí, si me pusiera
jodido de verdad tendría que acudir sí o sí a consulta y puede que
urgencias, no lo niego a su señoría, pero al menos ganamos que
ahora vamos al médico cuando es necesario y no como antes de la
pandemia... Pero por si acaso pintan
bastos, todos los días enciendo un velón a San Cucufato de
Antioquia, que no se si sirve para curar en salud pero al menos tengo
lumbre sin gastar mechero... Y es que si no me consuelo
es porque no quiero, oiga.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
Duelo crepuscular de
egos entre Jorge Javier y Mª Teresa Campos donde pierden ambos
Todo
indica que estamos ante el fin de un ciclo de la histeria televisiva
con una decadencia evidente en la galaxia de Sálvame y sus programas
satélites orbitando, cada vez más, en propiciar enfrentamientos
entre el elenco colaborador de periodistas y analistas diversos. En
uno de los duelos más mierdosos que se recuerdan, la cosa ha llegado
al paroxismo con dos protagonistas indiscutibles de la televisión
contemporánea como son el presentador Jorge Javier y la ya venerable
periodista Mª Teresa Campos. Un descenso a los infiernos de la
telemierda con broncas, reproches, insultos, horas de debate
televisivo en los distintos contenedores y duelos al sol cada semana
con las inefables hermanas Campos, la madre, el presentador, antiguos
subordinados de la periodista en sus programas, la nieta y hasta el
Caparrós metiendo baza, caña, mofa y befa para deleite de yonkosos
de la telemierda...
Eclipsado
por los acontecimientos, por fortuna para él, la cosa comenzó en
realidad por
culpa del Antonio David que para salvar el culo de la
que le estaba cayendo por sus hazañas extramatrimoniales en váter
de discoteca y aledaños, lanzó un misil a las Campos sobre un
hermano que tienen y del que nadie sabíamos nada. La cosa degeneraba
por los cauces normales en estos embrollos cuando hace quince días
la Mª Teresa Campos se planta en el plató de Sálvame Delux
imponiendo condiciones desde el inicio ante un Jorge Javier que en
apariencia se lo tomaba a cuchufleta y aguantaba el progresivo
chaparrón de exigencias, reproches, indirectas e insultos que le
soltaba la periodista venida a personaje televisivo.
Y es
que hay que hablar un poco de ambos para intentar entender este
delicioso sainete en tiempo real donde todas y todos tienen algo que
decir. La decadencia de Jorge Javier como presentador inicia hace dos
temporadas televisivas y agudizado desde que es actor de teatro. El
presentador fue dejando a cada presentación el título de tal para
ir degenerando a un tipo que, como presentador, se le nota que no le
gusta lo que presenta y ha ido implantando un método, ya plenamente
operativo, donde hace pseudomonólogos donde suelta retazos de su
ideología política, turras filosofando sobre el tema a tratar donde
interrumpe a quien ha otorgado el turno de intervención a los
treinta segundos para seguir con sus parrafadas. Es cierto que todas
y todos parecen tener miedo de quejarse del robo del turno de
intervención, otras veces se queda como ausente y deja que se
convierta todo en un gallinero con Rafa Mora como gallina mayor del
cacareo. Luego el rollo de que actúa, trata de, ante la cámara con
gestos, muecas y mohínes, algo espantoso que hace farragosa de
digerir la tarde televisiva...
Lo de
Mª Teresa Campos seguramente se estudie a medio plazo en las
facultades
universitarias sobre el tránsito de periodista con
pedigrí que ha hecho historia de la televisión, incluyendo medalla
reconocedora de su labor, pero que se ha convertido en personaje más
de la farándula que orbita Sálvame, con la inestimable colaboración
de sus inefables hijas y sumando a su nieta, cuya juventud ya peca
de los males del famoséo de nueva hornada en base a viceversos y
viceversas. La imagen que nos queda de la matriarca es la de una
persona con un ego profesional que la convertía en una tirana de los
platós, pero son testimonios que dan la impresión de apuntarse al
akelarre. Si tuvieran las Campos tanta dignidad televisiva, pues se
irían de la cadena y que le den, pero siguen participando los fines
de semana lo cual brinda a la audiencia fermosos duelos verbales que
son contestados a lo largo de la semana en Sálvame y vuelta a
empezar...
Sarna
con gusto dicen que no pica y al final pierden ambos, ellas porque ya
son personajes
encasillados pese a sus pasados profesionales y un
Jorge Javier que muestra síntomas de algo depresivo, pesadito como
la mierda con el tema de que tiene cincuenta años. Lo malo es que
llega un momento en que cansan, son cansinos. Unas amenazando y luego
amagando, el otro parasitando el minutaje a costa de cortar el ritmo
al programa y soltar uno de sus vaticinios, aunque como pitoniso
tiene menos acierto que el Maestro Joao u el Paco Porras en sus
tiempos de gloria y verduras. Un ocaso, en suma, de todo un género
televisivo que tiene pinta de extinguirse por implosión de sus
principales personajes. Así que a disfrutar de un enfrentamiento
entre dos viejos pìstoleros donde una ha ejercido siempre una
fascinación sobre él que ha terminado como el rosario de la Aurora,
beata meapilas que un día se le cayó el rosario en la túrmix y
éste acabó convertido en zumo, zumo indigesto como no podía ser de
otra forma, pues
lo de estos dos, igual.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Aclaraciones acerca del
cepillo digital instalado en la parroquia
Como
bien sabéis y conocéis, queridos feligreses, desde hace unos días
se ha procedido a la colocación e instalación del cepillo digital,
que no consiste en meter mano a la parroquiana de al lado cuando se
pasa el cepillo clásico tal y como ocurrió en la primera misa con
el artefacto ya operativo. Pero se ve que vuestra cerrazón mental a
las medidas necesarias a que obliga la nueva normalidad os lleva a la
confusión en cuanto a su funcionamiento. Es por ello que procedo a
la aclaración de diversos aspectos de la implantación...
Que
tenga forma de máquina tragaperras, emita sonidos de máquina
tragaperras y que
responda su tabaco, gracias, cuando se procede a
tramitar el donativo, únicamente se debe a que el Pascual, que como
bien sabéis es antenista, ha ofrecido sus conocimientos a la
parroquia para prescindir de las engorrosas comisiones que cobran las
distintas entidades bancarias por instalar y utilizar el cepillo
digital. Reciclando componentes y carcasa de una máquina expendedora
de tabaco junto con la de una máquina tragaperras, tenemos un
diseño familiar a la vista, una voz conocida y una forma de redimir
vuestros vicios ludópatas y el tabaquismo crónico, una conversión
de dos artefactos del vicio que ven la luz en forma de cepillo
digital.
Sé
que algunos miembros, con perdón, de este rebaño ha sufrido los
inconvenientes inherentes a la implantación de una nueva tecnología
en forma de ver sus cuentas transferidas a la cuenta del cepillo
digital. Comentados tales hechos al Pascual, me indica didácticamente
que es cosa de la conexión que por alguna razón no atendía a la
demanda de introducir el importe deseado y, estúpido como todo
artefacto, al quedar anulada en el reciclaje a cepillo digital, la
función de devolver el cambio, pues se ve que la centralita de
gestión electrónica interpreta que hay un ludópata feligrés que
desea jugar todo el importe de su cuenta dando lugar a que todo el
dinero en la cuenta del feligrés pase a la cuenta del cepillo
digital. Me ha dicho Pascual que ahora sólo atienden los viernes en
la sucursal bancaria pero que esta semana queda todo solucionado.
Por
último comentar que la comisión que se cobró por un importe que
oscila entre los cinco
y los diez aurelios es motivada por el tema ya
citado de la reconversión a cepillo digital de la máquina
expendedora de tabaco que interpreta que, una vez hecho el donativo,
el feligrés espera su cajetilla de tabaco que, lógicamente desde la
lógica de una máquina expendedora de tabaco, procede a su cobro
antes de dar la cajetilla. Cosas de la cibernética queridos
feligreses y cosas del Pascual que se escapan a mis conocimientos
digitales y a vuestras seseras de feligreses. Recordaros que la
borriquilla que utilizó Jesús en su entrada en Jerusalén era
reciclada de las borriquillas de los legionarios romanos para sus
cosas, otro ejemplo temprano de cómo ya Jesús reciclaba en aquellos
lejanos tiempos y ahora el Papa Francisco recupera la tradición, de forma que dejar de quejaros y adaptaros, no ver malicia ni maldad en lo que
son fallos del sistema que, como todo sistema, necesita un periodo de
adaptación. Por tanto seguir donando en el cepillo digital aunque
temporalmente os deje sin ahorros, no aprovechéis la circunstancia
para hacer gala de vuestra avaricia y racanería a la hora de pasar
el cepillo, pasar por él en este caso, AMEN
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido