Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Cien días de Gobierno
de coalición en España
Con
la impresión de que ha transcurrido más tiempo, se han cumplido
cien días del Gobierno de coalición en España entre PSOE y Unidas
Podemos con la anomalía de sufrir una pandemia mundial a causa del
coronavirus y que ha golpeado especialmente a españoles e italianos
en Europa sin olvidar el Reino Unido. En el caso español, el Sistema
se enfrentaba a las consecuencias de los recortes presupuestarios en
áreas especialmente sensibles en casos de extrema emergencia como
Sanidad, Defensa, investigación científica, unido todo ello a la
dependencia de China para la fabricación de material y tecnología
sanitaria.
Es
fácil a toro pasado ver y señalar las carencias y fallos a la hora
de encarar lo que en principio parecía una crisis sanitaria en
China. Todos los gobiernos de Occidente pecaron de falta de visión y
todos han tenido que aprender sobre la marcha aprendiendo de los
errores allende las fronteras. España es un país de masiva
afluencia de viajeros en vuelos comerciales y explica hasta cierto
punto la virulencia y sus estragos de muertes y contagios. Le tocó
al PSOE pero otro gobierno de otro partido e ideología tendría que
haber hecho lo mismo. Esta excepcional circunstancia a hecho del
Gobierno de coalición el que más poderes agrupa en la historia de
la democracia y además un gobierno en minoría parlamentaria donde
hay fricciones entre los socios de gobierno, desencuentro con el
centro derecha y chantaje permanente cargado de amenazas e insultos
al Estado y sus instituciones por parte de los apoyos del
independentismo catalán que se retrata a cada día y cada cifra de
muertos en Cataluña siendo culpa del resto de españoles, un
chantaje permanente que juega a pescar en rio revuelto mientras tapan
las vergüenzas de su gestión en Cataluña a sus votantes con su
discurso nacionalista.
Situación
anómala donde lo que toca es apoyar el esfuerzo nacional hasta pasar
la pandemia siendo el día después el momento de exigir y depurar
responsabilidades de la gestión de recursos materiales y humanos. El
día después del fin del estado de alarma será el inicio de un duro,
y sin horizonte temporal, camino de reconstrucción y recuperación de
la economía y la cohesión social y territorial. La ciudadanía, los
funcionarios y los profesionales y asalariados que logran el milagro
de un confinamiento cómodo dentro de las circunstancias y su
esfuerzo y valor a la hora de luchar contra el coronavirus ha de ser
correspondido con la clase política. El señor Sánchez debe
despojarse de los apoyos actuales y el señor Casado tener visión de
Estado, y si no saben, pueden o quieren llegar a una entente que guié
al conjunto de los partidos políticos y la sociedad en el camino
conjunto de la reconstrucción, deberán dejar paso a quienes sí ven
un futuro en común. Ya no es momento de minorías chantajeando con
la memoria histórica e histérica, de nacionalismos excluyentes y
que buscan vías de enfrentamiento. Todos juntos pero nadie más ni
menos que nadie.
De
estos cien días, y dado lo anómalo de la circunstancia de gobierno
que sufre el país, sí hay que destacar que el plan del señor
Sánchez de diluir la influencia de su socio de gobierno a base de
dividir ministerios, deja un poso de desencuentro evidente, de seguir
anunciando cosas como hechos consumados que luego hay que corregir y
tardan tiempo, de que un ministro u ministra haga unas declaraciones
y sean corregidas pocas horas más tarde por otra u otro ministro. El
reciente asunto del desconfinamiento durante unas horas de la
infancia, ha sido un ejemplo de ese tufo a chapuza que suelta este
Gobierno desde el día uno. Se comprende mejor ahora el asunto de la
ministra bolivariana y su trato en el aeropuerto. Algo que tiene sus
cauces se convirtió en un sainete del ministro Ábalos que decía,
desdecía y corregía cada vez que le hacían una pregunta...
El
desgaste es evidente pero también inevitable. El presidente ha de
demostrar su talla de estadista lidiando en el frente interior y en
el frente exterior ante una Unión Europea que viste de tacaña y
donde se echa en falta una Unión más allá de ser una alianza
económica. La Unión ha de ser tal y España y sus formaciones
políticas han de presentar un frente común en Europa junto a Italia
y Francia. Por ello es necesario que PSOE y PP demuestren sus mejores
cualidades políticas y humanas, escuchando y compartiendo con las
minorías, potenciando las virtudes de un sistema de autonomías pero
fortaleciendo los mecanismos y estructuras del Estado. Más de 20.000
compatriotas fallecidos y miles de compatriotas que hacen que esto
funcione son razones más que suficientes para que pensemos como
Nación por que somos una Nación en lucha...
Así
de simple y así de complicado.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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