A veces escupen a coro y pese a estar distanciadas unas de otras sus humos acaban encontrándose aún mientras ascienden, extendiéndose en comunión como una lengua de tonos marrones que unas veces, según sople el viento, se va en la lejanía como si fuera al encuentro de las lejanas cumbres mientras que si sopla el viento en dirección contraria, la lengua se extiende al acecho sobre una parte de la ciudad...
Al cabo de unos instantes, la lengua comienza a quedarse estática sobre los edificios, las calles y las personas; puedo apreciar como se vuelve menos densa a medida que va cayendo sobre la ciudad y respiro aliviado de que no sople el viento hacia el acantilado...
Hoy llovizna, hay viento y da la impresión de que las chimeneas son chimeneas limpias, casi ecológicas, mientras la gente humana hace sus rutinas, ajena por completo al veneno que sobrevuela sus cráneos y contamina sus pulmones, como si la fábrica donde están las chimeneas exigiera más peaje de almas además de las de quien trabaja en sus entrañas...
Supongo que si algún día veo que las gaviotas se quedan fiambres en pleno vuelo, es que el viento sopla en dirección al acantilado...
¿O no?
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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