The Adversiter Chronicle

sábado, 15 de febrero de 2020

ENTREVISTA AL CALCETÍN

Traemos hoy a otro de esos personajes que nos acompañan en la vida pero a quien no prestamos mucha atención ni nos preocupamos de su existencia. Para ello entrevistamos a Calzetu, activista por los derechos de los calcetines, fundador del Sindicato de Calcetines, Medias y Pantis, SINCALMA, y del que salió poco menos que por la puerta de atrás y a patadas para crear Plataforma en Defensa del Calcetín, PLADECA, amén de activista y asesor para calcetines privados de su par donde promueve usos variados para un solo calcetín y evitar que acabe en el contenedor de la basura...

-¿Tan dura es la vida de un calcetín, Calzetu, ein?

-Al principio de la vida de un calcetín, la misma se presenta de color de rosa y rabiosa de optimismo en el futuro, emparejado con tu par, estrenado como prenda junto con los zapatos para algún tipo de efemérides. Hasta los treinta lavados la cosa funciona pero a partir de ahí se producen traumáticas separaciones de tu par, puedes acabar siendo guante para zurcidos cuando no acabas enterrado en un mueble o que te emparejen alguien que no es tu par, de distinto color o dibujo... ¡Qué decir de los guarros que no se cambian los calcetines y éstos acaban escleróticos con la zona de las dedas de los pies tiesa como el hormigón soportando los efluvios nada agradables de sudor de pies rancio de varias semanas! Pero somos invisibles, insensibles, sólo tristes prendas de vestir que protegen los pies pero nos ignoran como a los mismos, ni siquiera los calzoncillos tienen tan mala prensa como los calcetines, ni los calzoncillos donde hay auténticos dramas higiénicos.

-¿Cómo viven los calcetines que les separen?

-Se dan muchos casos de suicidio donde se agranda ese pequeño agujero donde el dueño sigue usando ese par de calcetines para uso doméstico, sabiendo el par de calcetines que uno de ellos está abocado a una muerte prematura tras perderse la sana costumbre de las abuelas de remendar calcetines. En las clases populares aún se remiendan y se usan para el laboreo, pero las clases pudientes son las que más separaciones traumáticas de calcetines provocan. En las donaciones de ropa, tan bien vistas por los dueños y dueñas de la misma, de repente te encuentras un pie extraño, cuando no hasta extranjero, con diferente aroma de pies, otras costumbres aunque en higiene superan muchas veces a sus donantes y ex-propietarios del par de calcetines. Una de las variadas y poderosas razones que provocaron mi disidencia de SINCALMA es que las medias disfrutan de los logros reivindicativos mientras los calcetines seguimos siendo segundones, un clasismo de clases que me empujó a crear el PLADECA y donde hemos logrado que se tome conciencia de nuestra problemática y buscar vías de uso alternativo de los calcetines que se quedan sin par.

-Vaya... ¿Y qué reciclaje laboral tiene un calcetín sin su par?

-Primero el colectivo de personas con un solo pie, ya sea por amputación terapéutica o traumática que no tienen porqué gastarse en un calcetín que no van a usar aunque es cierto que tienen recambio, pero puede suponer un desembolso que se asume mejor pagando un sólo calcetín. En el mundo hispano la controvertida colonización cultural anglosajona, con sus anglosajonas costumbres y tradiciones, ha supuesto un nicho de negocio y de empleo para calcetines sin su par como es, por ejemplo, el Santa Claus. Lejos de racismos cromáticos donde se impone el calcetín rojo de invierno, en España y sus repúblicas hermanas de América así como las repúblicas fantasmas territoriales, han añadido una gota de color colocando en la ventana calcetines de tonos y temas diversos. Se empaquetan los calcetines solitarios bajo la marca de `Calcetines de Santa Claus´ y el éxito ha sido tal que China ha impuesto aranceles a dichos calcetines porque les arrebatan cuotas de mercado y divisas de los chinos de las tiendas de los chinos. Es una salida digna donde el calcetín cura su soledad con la seguridad que da el saber que se cuenta con él en Navidad y el resto del año confortablemente guardado en el armario.

-¿Qué es lo más denigrante que, una vez el calcetín sin su par, puede sufrir un calcetín por el trato de sus dueños?

-Que te utilicen de filtro para café de pote. Es una muerte agónica, completamente escaldado, petroleado de café y sabiendo que te van a tirar a la basura en cuanto termine la función de filtro. Es un atentado a los derechos calcetineros y que nadie, y mire que ahora hay plataformas de defensa de lo más variopinto y variopintas causas, pero nadie defiende la causa de que los calcetines no son ni deberían servir de filtro de café de pote. En los recientes disturbios callejeros en Barcelona hemos sido usados, incluso pares de calcetines en perfecto uso, como contenedores de objetos arrojadizos. Esto es un clavo en el ataúd de nuestros derechos pisoteados que además propaga Hollywood en sus películas cuando se nos usa introduciendo en nuestro interior bolas de billar para liarse a hostias, escenas trepidantes de acción pero que logra que se nos vea como arma mortal. En resumen, entre las películas y las mentes calenturientas, se nos convierte en objetos de agresión al Estado y así nos tratan después muchos dueños. Somos víctimas de la política pero a nadie le importa, como si aguantando sus pies en nuestras entrañas se nos hiciera un favor cuando el favor lo hacemos nosotros a los pies.

-¿Sufren los calcetines malos tratos?

-¡Mucho! ¡Mucho! ¡Pero ojo, tanto malos tratos físicos como psíquicos y hasta morales! Ese dueño gañán y garrulo que se compra una talla menos y estira por los calcaños logrando que sus descuidados uñeros nos atraviesen cual cuchillas y finalmente desgarrando el calcetín. Unos auténticos nazis, puede creerme. Y voy a señalar algo de los que ustedes son culpables sin atenuantes posibles: ponerse dos pares de calcetines uno encima de otro. Es una de las mayores aberraciones y de maltrato moral a los calcetines. No sabes quien está dentro de tí, si son pares sueltos eso es un pie de Babel, luego te tiran o te siguen usando hasta que estás tieso y duro. Es una vida de incertidumbre que no le deseo a nadie, puede creerme.

-Pues ya saben los lectores que deben ver a sus calcetines como lo que son: prendas de vestir.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/
 


 
 
                                                                                  



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger