Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
PASSENGERS
(2016)
Agradable
sorpresa, de las que te hacen avisar al resto de colegas del turno de
noche para que dejen mocho y caja de herramientas, se hagan con
pistachos y birras frías de las máquinas expendedoras y nos
sentemos en francachela para velada cinematográfica: género de
ciencia ficción con argumento interesante, más interesante
dirección, solvencia de actores y actriz de nueva hornada más la
siempre reconfortante presencia del Lauren Fishburne, al que
conocimos haciendo la mili en Apocalypse Now,
y al que vemos envejecer en otro de esos papeles de tipo
individualista y medio tarado en la metafísica profunda que hace de
abuelo Cebolleta que da sabios consejos y convertido ya en venerable
estrella de Hollywood...

No
destripamos más porque es una película completa, dentro de sus
limitaciones, que aborda temas clásicos como la soledad, la relación
ocultando la verdad a la pareja e incluso el dilema de la
inteligencia artificial aplicada a la robótica y la interactuación
con el ser humano. Hay dos partes claras en el metraje y si bien la
segunda peca de cierta precipitación y pequeños errores de tiempo
en la acción, aquí el rescate y resucite del protagonista es una
bisagra que chirría y hace que el gusto final en el paladar sea, si
no amargo, sí improcedente en lo que era un buen brebaje que estaba
dejando buen sabor de boca. Hay que destacar los homenajes a títulos
como El resplandor o
Naves silenciosas que
son auténticos guiños a espectadoras y espectadores cinéfilos.
Pequeños detalles que suplen las carencias con creces para degustar
un título que se gana su sitio propio en el género y que gana con
los años ante rivales de más enjundia, presupuesto y taquilla.
Ha
sido refrescante ver a la Jennifer Lawrence en un papel ajeno a la
sobrevalorada y ñoña saga de Los juegos del hambre,
en una interpretación rica de matices y una ascendente sensualidad
pese a que se note en falta que se desarrollara su proceso de
aceptación de estar condenada a vivir en la nave como se hizo con el
protagonista masculino, pero exigiría alargar en exceso el metraje
aunque posiblemente mejoraría el producto final. Además vemos una
sensualidad en las escenas que se cortan a tiempo dejando en los
machos alfa ese dulce objeto del deseo sin caer en tetas al aire o
culos caminando, una sábana envolvente o unos tacones mientras se
despoja del vestido pueden ser tan traumáticas como lo fue en sus
tiempos el guante de Gilda para toda una generación. Verla sensual
hizo que volaran latas y pistachos entre aullidos hasta que el Lauren
Fishburne nos cortó el rollo despertando de la hibernación...

Y
lo mejor para el final con el homenaje a El resplandor
y cuarto protagonista de la película, un encantador e inquietante
Michael Sheen interpretando al barman robotizado del salón bar y que
nos hace pensar si en realidad no será la nave la que ha tomado el
control. Uno de los mayores aciertos de la película es lograr esa
inquietante atmósfera del local y su robotizado camarero que nos
hace sonreír cuando le casca a la chica que el chico la despertó
adrede para tenerla de nueva Eva en el paraíso enlatado de la
nave...

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/


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