Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
PASSENGERS
(2016)
Agradable
sorpresa, de las que te hacen avisar al resto de colegas del turno de
noche para que dejen mocho y caja de herramientas, se hagan con
pistachos y birras frías de las máquinas expendedoras y nos
sentemos en francachela para velada cinematográfica: género de
ciencia ficción con argumento interesante, más interesante
dirección, solvencia de actores y actriz de nueva hornada más la
siempre reconfortante presencia del Lauren Fishburne, al que
conocimos haciendo la mili en Apocalypse Now,
y al que vemos envejecer en otro de esos papeles de tipo
individualista y medio tarado en la metafísica profunda que hace de
abuelo Cebolleta que da sabios consejos y convertido ya en venerable
estrella de Hollywood...
Hay
que destacar el firme y socarrón pulso del director, aunque divida
la trama en dos partes, que sabe engarzar los diversos temas que
trata de reflejar sin que haya desequilibrios, si acaso se puede
presentar queja de que se hace corto el metraje para un mayor
desarrollo de los mismos pero sí en dosis suficiente para dejar
satisfechos y que nos preguntemos imaginando posibles desarrollos.
Una nave interestelar transporta cinco mil pasajeros a una de las
colonias donde empezar una nueva vida. La nave está en vuelo
programado y tanto pasaje como tripulación permanecen hibernados
durante la mayor parte del viaje. Pero un meteorito daña los
sistemas y por error despierta a un viajero que busca una nueva vida
como mecánico en un nuevo mundo. Tras tomar consciencia de su
soledad y condena a vivir solo, decide despertar a una pasajera de la
que se ha enamorado a base de contemplarla hibernar y fisgar en sus
archivos de audio y vídeo. Cuando ella se entera de la faena de
despertarla pilla un berrinche digno de activista feminista
extremista...
No
destripamos más porque es una película completa, dentro de sus
limitaciones, que aborda temas clásicos como la soledad, la relación
ocultando la verdad a la pareja e incluso el dilema de la
inteligencia artificial aplicada a la robótica y la interactuación
con el ser humano. Hay dos partes claras en el metraje y si bien la
segunda peca de cierta precipitación y pequeños errores de tiempo
en la acción, aquí el rescate y resucite del protagonista es una
bisagra que chirría y hace que el gusto final en el paladar sea, si
no amargo, sí improcedente en lo que era un buen brebaje que estaba
dejando buen sabor de boca. Hay que destacar los homenajes a títulos
como El resplandor o
Naves silenciosas que
son auténticos guiños a espectadoras y espectadores cinéfilos.
Pequeños detalles que suplen las carencias con creces para degustar
un título que se gana su sitio propio en el género y que gana con
los años ante rivales de más enjundia, presupuesto y taquilla.
Ha
sido refrescante ver a la Jennifer Lawrence en un papel ajeno a la
sobrevalorada y ñoña saga de Los juegos del hambre,
en una interpretación rica de matices y una ascendente sensualidad
pese a que se note en falta que se desarrollara su proceso de
aceptación de estar condenada a vivir en la nave como se hizo con el
protagonista masculino, pero exigiría alargar en exceso el metraje
aunque posiblemente mejoraría el producto final. Además vemos una
sensualidad en las escenas que se cortan a tiempo dejando en los
machos alfa ese dulce objeto del deseo sin caer en tetas al aire o
culos caminando, una sábana envolvente o unos tacones mientras se
despoja del vestido pueden ser tan traumáticas como lo fue en sus
tiempos el guante de Gilda para toda una generación. Verla sensual
hizo que volaran latas y pistachos entre aullidos hasta que el Lauren
Fishburne nos cortó el rollo despertando de la hibernación...
Chris
Patt ya nos había enamorado en Guardianes de la galaxia
con sus dotes para teñir sus personajes de tintes de comedia y de
seriedad de una forma natural, sabedor de la potencia de sus gestos
faciales y estilo en sus movimientos. El proceso desde que despierta
de la hibernación, toma consciencia de las connotaciones
existenciales que conlleva y el proceso total que dura un año largo,
se logra con la barba que le va poblando el rostro y sus gestos,
muecas, sonrisas. Todo ello sin que suene a falsete o verle fuera de
tono, un arsenal de recursos interpretativos que logra que se coma la
cámara y nos creamos el personaje. Es difícil, incluso en actores
de relumbrón de nueva hornada, aguantar el tipo a actores como el
Fishburne o estar a la altura de la belleza controlada de la Jennifer
y tanto una como otro, si saben no descarrilar en su carrera, van
camino de futuras estrellas consagradas. Ambos nos gustaron, uno ya
con gusto previo y la otra ha logrado que se nos quitara la
saturación de su personaje de las hambrunas juguetonas.
Y
lo mejor para el final con el homenaje a El resplandor
y cuarto protagonista de la película, un encantador e inquietante
Michael Sheen interpretando al barman robotizado del salón bar y que
nos hace pensar si en realidad no será la nave la que ha tomado el
control. Uno de los mayores aciertos de la película es lograr esa
inquietante atmósfera del local y su robotizado camarero que nos
hace sonreír cuando le casca a la chica que el chico la despertó
adrede para tenerla de nueva Eva en el paraíso enlatado de la
nave...
La
recomendamos si os gusta el género y que tiene la magia de esas
joyitas de la ciencia ficción que logran aunar entretenimiento, cine
dentro del cine y hacernos preguntar por el futuro tanto a nivel de
raza planetaria llamada a expandirse por otros mundos como a nivel
social, con futuros de colonias espaciales a donde van a parar
obreros, especialistas, buscavidas y buscadores de segundas
oportunidades. Se ve bien, chirría en el último tramo pero soplo de
aire fresco comparado con colosos que se transforman, súper héroes
convertidos en carne de series como churros y películas realistas
del espacio que son un tostón sin gravedad, sin sonido y sin
pelambreras que no flotan ingrávidas...
Hay que verla si os gusta el género de ciencia ficción.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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