Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
DOS BUENOS TIPOS (2016)
Otra
de esas películas que a priori son una buena escusa para dejar
aparcados los utensilios de trabajo y disponerse a disfrutar de una
amena velada cinematográfica: buen reparto, dirección solvente
según currículum, ambientación en los confortables y familiares,
ya, 70´s y una trama que aunque algo trillada siempre queda bien.
Así que no lo pensamos mucho y nos dispusimos a su visionado en lo
que era en principio género de comedia con tintes de acción y unas
pizcas de suspense...
Del
reparto hay poco que reprochar porque tanto Russel Crowe como Ryan
Gosling son actores conquistadores de la retina del público y
estrellas rutilantes de Hollywood aunque quien se lleva el plano y
enamora a la cámara es lo que promete ser una mujer camino de
actriz estrella, la joven actriz canadiense Angourie Rice que es quien al
final lleva el peso de la atracción para ver la película hasta el
final porque la trama es demasiado previsible y el oficio y
profesionalidad del trabajo hace que se respete pero es una película
que ni enamora ni acaba de agradar, precisamente porque no cumple las
expectativas que se le presuponían de inicio. Queda en un producto
blanco, con dosis de violencia permitidas pero mucho tiro y poca
sangre, como un episodio televisivo del Equipo A donde
nunca muere nadie...
La
base es confrontar dos caracteres opuestos, un Russel Crowe en otro
de sus papeles casi característicos cuando aborda el género de
acción tirando a negro, reparte hostias mercenario que en esta
ocasión se dedica a realizar trabajos de disuasión a base de romper
tabiques nasales a viciosos pervertidos camuflados en la sociedad
pero que en realidad sufre por no ser detective, de pocas aptitudes
intelectuales comparado con los detectives de verdad, un matón a
sueldo que indaga más allá del trabajo para el que le contratan.
Está algo fondón y lo cierto es que en realidad nos jode verle como
pasa el tiempo, pero sigue siendo creíble porque queremos ver a
Russel Crowe aunque sus películas decepcionen, no por su
interpretación que es siempre la misma como buena estrella
cinematográfica. En esta ocasión está bien, cumple su trabajo y es
en realidad el producto final el que no está a la altura...
Ryan
Gosling nos conquistó en Driver y
a estas alturas de su carrera ocurre lo mismo que con el Crowe, nada
que reprochar a su trabajo pero lastrado por el resultado final. La
diferencia con su compañero de reparto es que resulta más teatral
en sus trabajos en el sentido de que dota de profundidad a su trabajo
con su interpretación. Su personaje es lo que ansía Russel Crowe en
su personaje, es detective con una vida laboral de sueño,
resolviendo casos de viejas chochas que ven difuntos vivos y cosas
así. Pero es una piltrafa como profesional del fisgoneo, un
detective sin olfato; otra de esas gracietas del guión que
interpretan bien pero es sal gorda, huyendo del fino humor cínico de
la novela negra. Pero un papel en apariencia de actor de ópera bufa
que el bueno del Gosling dota de humanidad, un coloquetas del alcohol
que se tropieza con las pistas. Un padre cómplice con su hija que le
tolera sus sueños de prosperidad, un personaje humano porque sufre
las mismas miserias que el común del público...
El
susto no los dio la Kim Bassinger cuando aparece en mitad del metraje
con un rostro operado para vencer el paso del tiempo que daba grima.
Fue una agridulce sensación ver a una pareja mítica desde L.
A. Confidencial, cebón y pasado
de lorzas él, pero cuyo deterioro parece natural, casi forzado para
dar enjundia física a su personaje. Pero el rostro de Kim Bassinger
es otro rostro de actriz convertido en caricatura grotesca de la
belleza que era en su juventud y años más mozos. Lo cierto es que
es la gran decepción final que hace que se soporte el visionado
porque es soportable y porque es un producto correcto pero la suma de
sus fallas acaba obnubilando la satisfacción final. Aparece el
entrañable, desde Platoon,
del Keith David ya especializado en personajes semi bufos pero
confortable y familiar a la retina aunque sea eternamente el veterano
de Vietnam que regresa a tiempo de evitar la matanza final...
En
resumen, producto de factura impecable pero que no cumple las
expectativas por un conjunto de fallos de guión que hacen a los
personajes ya vistos, la trama ya vista y el final se sabe desde que
aparece Keith David. Porque seguimos la máxima de que películas con
niño o con perro, mejor cuando la pasen por la tele, y si bien a
veces parece que estamos ante una posible joyita, hasta mitad de
metraje, al final estamos profundamente decepcionados porque tanto
elenco como equipo técnico están bien pero el resultado final es
muy, muy decepcionante por derroteros de cine para todos los
públicos, comedia que resulta en disparate y personajes trillados
pasados por el tamiz de estrellas rentables...
No
enamora pero hay que verla.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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