Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje de regreso a casa
El
viajero encara uno de esos viajes que, no por ser el trayecto
conocido y el destino un destino diario, no deja de ser un viaje de
sensaciones. El viajero debe esperar unos minutos por el autobús
urbano que le lleve de vuelta al hogar y mientras aspira el humo del
cigarrillo, echa una última mirada, que sabe a ciencia cierta que no
es tal, al hospital donde tuvo vigilia las últimas semanas...
Hace
una tarde espesa de verano con tiempo de comienzos de primavera, ese
tiempo raro según la plebe y de cambio climático según los
expertos y que la ciudad sufre en forma de olas y espuma de mierda
del sistema de alcantarillado escupida al mar y que rebota en los
cuerpos de los bañistas lo que lleva al viajero a preguntarse si
será cosa del cambio climático o falta de infraestructura adecuada
que cuando llueve fuerte resulta insuficiente para asumir la mierda
de la ciudad...
Mira
el viajero el edificio del hospital que esconde a la mirada de los
transeuntes la falta de presupuesto para contratar más personal,
personal profesional que soporta incomodidades laborales y lo suple
trabajando más y mejor pese a pacientes insoportables, caprichosos y
soberbios en el trato, el viajero lo sabe porque en los momentos de
relax en la noche, todo se oye y escuchaba al paciente insolente con
el personal, otros dormían con respiración fatigosa y el viajero
recuerda a un familiar muerto de cáncer de pulmón...
Pero
el viajero aparta la melancolía de lu ausencia que llamamos Eternidad, que decía el poeta, y se alegra el viajero de que
esta vez le ha tocado alegría, esa alegría con alivio que supone
siempre un alta médica y abandonar el ingreso hospitalario. Pero
sabe el viajero que el hospital, los hospitales, esconden historias
que se repiten una y otra vez, historias de llanto y dolor ante una
muerte que para todos resulta inevitable, ilusión y esperanza cuando
alumbra una nueva vida que esperamos tenga un mundo mejor cuando les
toque visitarnos en el hospital, historias de dolor, de tratamientos
invasivos, de prolongadas convalecencias, de paciencia en urgencias,
de ilusión al comprar un cupón de lotería al salir...
Vuelve
el viajero a la realidad de la marquesina de la parada porque su
autobús ha llegado y toca despedirse hasta otra del hospital y
cuando saca el billete siente un halo de alivio por regresar a casa y
que todo siga igual...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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