"Días de vinilo y cassetes", suplemento musical cutre

Una sección de El Bis en exclusiva para The Adversiter Chronicle

I like Chopin (1983)

 

Hay canciones tontas, en el sentido de que están en los reinos del olvido y sin embargo basta escucharlas una vez para que se incruste en el hipotálamo irremediablemente por mucho que intentes desterrarla de las neuronas. Pero son productos que al escucharlos te trasladan a su época y además fueron un éxito en la misma y recordada en cuanto suena por quienes vivieron su lanzamiento y época de popularidad, y todo esto es lo que ocurre con esta canción y su intérprete Gazebo.

Es 1983 y reina el tecno pop cuando se lanza esta canción que pese a las apariencias británicas del vídeo clip se trata de un producto facturado en Italia dentro de lo que los eruditos denominan italo disco, denominación de origen que dignifica este tipo de productos y que eran producciones impecables en cuanto a cánones tecnopoperos y de ritmos pegadizos ideales para banda sonora de un verano. Conocían un éxito inmediato y tenían prolongaciones posteriores en formato de maxi single o vinilo pequeño con temas de larga duración...

El vídeo clip es barroco y de hechuras cinematográficas donde al principio la imagen está al servicio de la historia que narra la canción pero que desemboca en un sorpresivo caso de asesinato y un truculento fondo de damisela celosa y casi de ambigüedad sexual, tema ahora superado pero que a principios de los 80´s seguía siendo tabú y mal visto. Una letra que habla de amor y las tribulaciones del enamorado donde el hilo conductor y estribillo inolvidable que te hace saltar como un resorte cuando lo oyes consistente en tres toques de piano y el rollo del Chopin, que siempre quedaba erudito y se entendía por el hispano hablante siendo uno de los pocos estribillos de la época que se captaba su significado en inglés, tal vez porque lo habla un italiano.

Producto representante de las baladas tecno con estribillo sonoro inolvidable, de correcta factura en vídeo clip y sonido representativo de los 80´s que aunque está relativamente olvidada, no puede faltar en cualquier discoteca o recopilatorio de la época. Quedáis advertidos y advertidas de que si nunca la escuchasteis, después de su encanto inicial, queda grabada a fuego en las neuronas cual tratamiento Ludoviko y pueden pasar décadas que en cuanto la escucháis de nuevo, os traslada a los 80´s y forma parte del bagaje musical de toda una generación.
 

 

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