Crónica
del Mundial 2018 desde El Moscú con el Sistema BAR, por F.
O. Roffön
Gloriosa derrota ante
Rusia y a casa, por culpa del Real Oviedo
Menos
mal que se juega este Mundial 2018 con el Sistema BAR porque si
hubiera tenido que verlo en casa, posiblemente hubiera caído en una
depresión galopante. Fin de ciclo, ya lo fue hace unas cuantas
lunas, para una generación de futbolistas que nos llevó a la gloria
del fútbol de selecciones nacionales. Un estrepitoso fracaso que nos
devuelve a la cruda realidad donde La Roja vuelve a los fueros de la
selección a la que estamos habituados desde hace décadas: buena
fase de clasificación, entretenidos y vistosos amistosos para llegar
a la fase final y hacer el más soberano de los ridículos con el
mismo en el palco...

Ante
Rusia, uno de esos partidos raros de Mundial que se asemeja y es a
priori como un trámite en la fase de clasificación, La Roja mostró
que faltaba algo de fortaleza física para presionar, fallos en
defensa dignos de auténticos novatos siendo el clímax que Piqué
picara ante Cristiano contra Portugal y que hiciera un penalti contra
Rusia de adolescente en partido de Copa del Rey con el primer equipo,
encima Piqué para que alguno rebuzne que lo hizo adrede. España
triunfa cuando defiende con la posesión, presiona al contrario para
robar e interceptar pases y balones así como delanteros móviles y
polivalentes porque Diego Costa lleva demostrando cuatro años que
sirve para determinados encuentros y determinados momentos pero no es
el nueve de referencia en el fútbol total de La Roja.

Cansancio
físico y mental de jugadores con kilómetros de competición en sus
piernas y en sus mentes donde como siempre nos faltó algo de
puntería y acierto, malas alineaciones, nefastos fallos en defensa y
bajo palos sumado todo ello a una ilusión puesta en el Mundial que
nos refrescara del agobiante calor de la política. No pudo ser
porque no supimos ni pudimos hacerlo bien y será el Mundial de la
duda de si lo hubiera hecho mejor Lopetegui que un Fernando Hierro
que puede que haya quedado traumatizado tras su paso por el Real
Oviedo. Menos mal que está el bar y se pudo ahogar la pena en sidra.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/


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