Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Libro: Recuerdos
de un soldado
Autor:
General GuderianEditorial: Inédita Editores S. L.
Traducción: Luis Pumarola Alaiz
Edición: Julio 2007
La
propuesta de hoy son las memorias de uno de los protagonistas de la
II Guerra Mundial en el teatro europeo además de teórico de la
doctrina de los tanques como fuerza ofensiva e independiente del
resto de las armas que daría lugar a la creación de las unidades
acorazadas que tuvo la demostración con la llamada guerra relámpago
donde unidades acorazadas con apoyo de la aviación desbarataron las
defensas y planes aliados en 1940, doctrinas plenamente vigentes hoy
en día.
Memorias
publicadas por primera vez en 1952 y por tanto con recuerdos frescos
de la guerra pero donde el autor se centra en los aspectos militares
constituyendo una delicia de libro para amantes de tácticas y
estrategias que se apoyan con croquis de las operaciones que se
detallan. Memorias de un oficial de la vieja escuela prusiana donde
palabras como lealtad, juramento y patriotismo formaban parte del
credo de la oficialidad que tras la derrota en 1918 asistió a las
asfixiantes condiciones del Tratado de Versalles y encontraron en el
nacionalismo hitleriano una recuperación del honor perdido y
recuperar la fortaleza militar de Alemania. Hay que comprender la
mentalidad prusiana y la época para entender el enfoque del general
donde el holocausto sólo ocupa un par de frases dentro de un párrafo
y que a ojos de hoy sea difícilmente entendible que se antepusiera
el juramento de lealtad a intentar desbancar del poder un Hitler que
presentaba síntomas de deterioro físico y mental además de ser un
nefasto líder militar con sus delirantes órdenes operativas que
padecieron las tropas desperdiciando las mismas y con irreales
supuestos de producción de armas que llevaron al hundimiento final,
hundimiento que la oficialidad y generalato cercano a Hitler veían
venir pero donde no hicieron nada en base al juramento de lealtad al
Führer…
Heinz
Guderian nació en 1888 en Schwangau, cerca de Füssen. Hijo de un
oficial, salió de la Escuela de Cadetes en 1907 y entró en la
Academia Militar de Berlín. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió
como oficial de transmisiones y de estado mayor. En 1922 fue
trasladado al cuerpo de transportes y se especializó en el estudio
de los camiones blindados y luego de los carros de combate,
convirtiéndose en un gran técnico y teórico en la materia. Desde
1929 preconizó la creación de un arma blindada independiente que
utilizase los carros de combate en masa. En 1935 obtuvo de Hitler la
autorización para crear tres divisiones de tanques
(Panzerdivisionen). De sus experiencias y teorías saldrían dos
libros en los que desarrolla sus teorías sobre la cooperación entre
los carros y las demás armas. En 1938 fue nombrado inspector de las
tropas rápidas, lo que le sirvió para imbuir de sus teorías al
alto mando alemán. Estuvo al mando del XIX Cuerpo Panzer durante la
invasión de Polonia en 1939 y luego del 2º Grupo Panzer en Francia,
Yugoslavia y Rusia (1940-1941). Fue apartado del mando por el OKW
tras el fracaso ante Moscú en diciembre de 1941. En 1943, Hitler lo
volvió a llamar y le nombró inspector de las fuerzas acorazadas, y
en julio de 1944 pasó a ocupar el cargo de jefe del Estado Mayor del
Ejército, mando que ocupó hasta marzo de 1945. Prisionero de los
aliados, fue liberado muy pronto, retirándose a Baviera donde se
dedicaría a la redacción de sus memorias Recuerdos de un soldado.
Falleció en 1954.
Datos
sacados de la contraportada y sin más rollo, unas breves reseñas
que os inciten a su lectura:
Memorias...
“El
destino ha hecho que mi generación participara en dos guerras
mundiales que han terminado con la derrota de mi patria. Es ésta una
suerte dura; y nosotros, soldados veteranos, sentimos, en lo más
profundo, el dolor y las tristezas de nuestro pueblo. Durante largos
años, los combatientes de las últimas guerras se han mantenido
callados con gran esfuerzo. O permanecían prisioneros o tenían
otros motivos para adoptar una actitud reservada. Entre nuestros
recientes enemigos, los victoriosos, se han publicado numerosos
libros sobre la Segunda Guerra Mundial. En parte, son recuerdos
personales, en parte valiosas obras de Historia. Al apaciguarse ahora
las más violentas sacudidas del hundimiento parece llegado el
momento de mostrar también el lado alemán, lo que está grabado a
fuego profundamente en la memoria de los supervivientes. Nuestros
archivos auténticamente fieles a la Historia serán, en
consecuencia, muy difíciles de encontrar. Por lo tanto, me parece
importante poder ofrecer las memorias basadas en recuerdos personales
de los combatientes de aquel tiempo, aunque sólo hayan participado
parcialmente en los acontecimientos y prevalezca, en ellos también,
la forma subjetiva.”
Una
nueva concepción de arma...
“Estaba
claro para nosotros en 1929 que en el porvenir debía ser posible
organizar el empleo de carros de combate como arma de la decisión
operativa. La forma de organización podía ser solamente la División
acorazada y más tarde el Cuerpo de Carros de combate. Ahora podían
llevarse las cosas al extremo de hacer patente, a las demás armas y
al Jefe del Alto Mando del Ejército, que nuestro camino era
correcto. Esto era difícil, porque ninguno de los jefes de
automóviles, una tropa de reserva, confiaba en sus fuerzas para
producir fructíferos resultados en el aspecto táctico y aún menos
en la nueva concepción estratégica. Las viejas armas, sobre todo la
Infantería y la Caballería, manteníanse como las armas
principales. La Infantería seguía llamándose la `Reina del campo
de batalla´. Puesto que en el ejército de cien mil hombres estaban
prohibidos los carros de combate, ninguno de nosotros había oído
elogiar este medio de ataque y nuestros simulados carros de hojalata
causaban tan poca impresión en los guerreros veteranos de la Primera
Guerra Mundial que se nos compadecía y no se nos tomaba en serio. Se
hallaban muy inclinados a considerarlos como arma auxiliar de la
Infantería; pero no se sentían predispuestos a reconocerla como
arma principal.”
Guerra
relámpago sobre Francia...
“El
ataque de mis carros de combate debía comenzar el día 10 de junio a
las 6 h. 30'. Estuve allí puntualmente y puse en movimiento al
batallón de la 1ª Brigada de tiradores que hasta entonces había
permanecido a retaguardia. En la línea avanzada de infantería me
sorprendió ser reconocido y hechas las oportunas averiguaciones
resultó que me encontraba entre el Regimiento 55, originario de
Wurzburg, cuyos oficiales y suboficiales me conocían del tiempo que
fui jefe de la 2ª División acorazada, en aquella hermosa ciudad,
hoy, por desgracia, completamente destruida. El saludo fue cordial.
El ataque de la infantería y de los carros comenzó al mismo tiempo
y con igual confianza. Sin solución de continuidad consiguió llegar
por Avançon y Tagnon a Neuflize en el Retourne. Los carros apenas
encontraron resistencia en campo abierto, puesto que la nueva táctica
francesa se limitaba a concentrar la defensa en las localidades y
trozos de bosque, mientras que el campo libre era abandonado por
respeto a los carros. Por esta razón, nuestra infantería encontraba
obstinada resistencia en la lucha por las casas y barricadas,
mientras que el ataque de los carros -sólo molestado por fuegos de
revés de escaso rendimiento de la artillería pesada francesa que
aún se mantenía en el frente de Rethel- continuó sin detenciones
hasta el Retourne y atravesó por Neuflize el pantanoso y peligroso
riachuelo. La 1ª División acorazada continuó de aquí en adelante
su ataque a ambos lados del Retourne con la 1ª Brigada acorazada al
sur del riachuelo y los tiradores, bajo el mando de Balck al norte
del mismo.”
Duro
adversario para los Panzer en el frente ruso...
“Muy
poco satisfactorio era el informe sobre los resultados y
especialmente sobre la nueva táctica de los carros de combate rusos.
Contra el T-34, nuestras armas defensivas de aquel tiempo sólo
producían efecto en circunstancias verdaderamente especiales. Con el
cañón corto de 7,5 cm., de nuestro P. IV había que batir al T-34
por detrás, para producirle daños en el motor a través de la
parrilla. Hacerle recibir un impacto en su cañón, era una obra de
arte. Los rusos nos atacaban de frente con tiradores y situaban los
carros contra nuestro flanco, y en masa. Habían aprendido algo. La
dificultad de la lucha ejercía progresivos efectos sobre nuestros
oficiales y soldados. El general barón von Geyr insistió nuevamente
sobre la urgente necesidad de vestuario de invierno de todas clases.
Sobre todo faltaban botas de montar, camisas y calcetines. Estaba de
acuerdo con la gravedad de este informe. Me decidí a visitar
inmediatamente la 4ª División acorazada para recibir una impresión
de cerca. En el campo de batalla del día 6 y 7 de octubre describía
el jefe de la División a un grupo de varios oficiales, el curso de
la lucha. Los carros caídos a ambos lados aún no habían sido
retirados. Los deterioros de los rusos eran sensiblemente menores que
los nuestros.”
Atentado
fallido contra Hitler...
“Hitler,
a consecuencia del atentado, tenía contraído el brazo derecho, los
dos tímpanos destruidos y en el oído derecho herida la trompa de
Eustaquio. Se recuperó muy rápidamente de las lesiones externas. Su
enfermedad crónica, que por los progresivos temblores de la mano y
la pierna izquierda se hacía visible exteriormente para todos, no
estaba relacionada con el atentado. De mayor gravedad que las
repercusiones corporales se hacían notar en él las espirituales. En
cuanto a su carácter, su desconfianza, profundamente arraigada
contra los hombres en general y en especial contra el Estado Mayor y
los generales, se cambió en odio cada vez más profundo.
Consecuencia de su enfermedad, que conducía insensiblemente a una
desvalorización del concepto moral, pasó cada vez más de la
aspereza a la crueldad, de la inclinación a engañar con falsas
apariencias, a la falta de veracidad. A menudo decía mentiras sin
darse cuenta, y presuponía que los hombres le engañaban. Ya no
creía en nadie. El trato con él, antes bastante difícil, se
convirtió progresivamente en un tormento creciente de mes en mes.
Perdía a menudo el dominio de sí mismo y dejábase llevar cada vez
más de sus impulsos. En su limitado séquito apenas encontraba un
contrapeso desde que el cortés y complaciente Schmundt fue
substituido por el tosco Burgdorf.”
La
campaña aliada de bombardeos aéreos surte efecto...
“La
guerra aérea de los aliados había causado catastróficos efectos en
Alemania en los meses transcurridos. La industria de armamento había
padecido muchísimo. Especialmente perturbadora fue la pérdida de la
Hydrierwerk, de cuyo trabajo dependían principalmente nuestros
suministros de carburantes. El 13 de enero de 1945 había sido
bombardeada dicha fábrica, situada en Pölitz, cerca de Stettin. A
este bombardeo siguieron los de las fábricas de aceites de
Magdeburg, Derben, Ehmen y Braunschweig, la Leunawerke y las fábricas
de carburantes de Mannheim; el 15 de enero, el de las fábricas de
benzol de Bochum y Recklinghausen. Además, el 14 de enero fue
destruida también la refinería de petróleo de Heide, en Dinamarca.
Según los partes alemanes, los aliados habían perdido 57 aviones,
pero los alemanes habían perdido 236. El bombardeo de nuestras
fábricas de combustibles limitaba los aprovisionamientos alemanes a
los procedentes de Zistersdorf, en Austria, y del lago Balatón, en
Hungría. Estos hechos aclaran en cierto modo la de otra manera
incomprensible decisión de Hitler de transportar hacia Hungría las
fuerzas que quedaban libres en el frente occidental para recibir de
las refinerías húngaras el resto de la producción en aceite bruto
tan importante para los carros de combate y la aviación.”
Libro
para amantes de hazañas bélicas, de amigos de señalar en mapas
grandes batallas y para público en general que quiera comprender lo
que significó la nueva arma de los tanques tras su aparición en la
I Guerra Mundial. Libro de un general que se ciñe a lo bélico sin
entrar en lo político pero que se comprende toda vez que fue escrito
menos de diez años después del hundimiento como homenaje a las
tropas que combatieron y murieron respetando hasta el final un
juramento de lealtad a quien no se lo merecía y finalmente luchando
por la patria cuando el hundimiento ya se perfilaba en el
horizonte...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/