"Días de vinilo y cassetes", suplemento musical cutre

Una sección de El Bis en exclusiva para The Adversiter Chronicle

LOBO HOMBRE EN PARÍS (1984)

Cada década suele tener en la memoria colectiva bandas o solistas que se recuerdan con especial cariño, puede ser por el sonido que crean, la letra o simplemente que se era joven y de alguna manera quedó marcado. Lo difícil es que décadas después la banda siga en el candelero sin renunciar a repetir los temas que les dieron gloria y quedan anclados en la memoria colectiva que citaba al inicio, con vicisitudes inherentes a toda banda como ausencia o llegada de nuevos componentes pero conservando su sonido y esencia sin renunciar a evolucionar y abrir nuevas variantes sonoras, no perder el tren del tiempo que convierte canciones superventas en polvo de olvido, pasada la efervescencia musical del momento, para generaciones posteriores.

Y si hay un grupo de los 80´s y de ritmos tecnopoperos que cumple todos los requisitos anteriores para pasar a la historia musical y colectiva, marcado a fuego en toda una generación por una canción, que ha evolucionado en su sonido a la par que el tecno logrando estar vigente en las nuevas generaciones y un producto rentable para la industria, sin duda hablamos de La Unión, grupo formado en 1982 liderado por Rafa Sánchez. Han superado a otros grupos de la era sin llegar a su disolución o el agotamiento de su sonido a medida que pasaban los años o bien con integrantes que se disgregaban terminando con la desaparición pero ocupando un nombre y lugar propios dentro de la historia musical.

La canción se presenta en 1984, sorprendiendo entonces con el tecno ya asentado y el apoyo visual de los vídeos, rodados como si de una película se tratase, complemento perfecto para el consumidor y medio excelente de propagación a una audiencia televisiva que ya esperaba los vídeos musicales en distintos formatos de programas como una parte más del producto, una forma de entender la plasmación en imágenes de una letra que ya no se estila hoy en día, con la industria adaptada a la era digital y consumidores de productos musicales que reclaman inmediatez...

Un recuerdo y homenaje de una canción redonda en todos los aspectos y por la que no pasa el tiempo, al igual que ocurre con el grupo, y seguimos paladeando el sonido inconfundible que sigue impregnando la trayectoria musical de La Unión, sigue logrando esa magia de viajar en el tiempo cuando se escucha y que resulta imprescindible en toda antología que se precie de un grupo que continúa haciendo historia, de jornaleros con oficio del oficio que ya apuntaban que tenían algo especial cuando estrenaron el tema. El vídeo es ya un clásico y, reitero, no envejece con el paso del tiempo ni la letra suena a desfasada o hija de una época...

Una canción eterna de los 80´s.

 

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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