The Adversiter Chronicle

sábado, 19 de agosto de 2017

"TELEMIERDA INC.", suplemento televisivo cutre


Con la colaboración de Mars El Grouchu en exclusiva para The Adversiter Chronicle

El caso Campanario

Cuentan que quien tuvo la idea y el talento para inventar la televisión soñaba con llevar mediante imágenes a distancia la cultura a zonas sin posibilidades de la misma. Está claro que hay programas culturales pero ha terminado siendo entretenimiento, negocio y modo de control de masas. Por desgracia el caso de Mª José Campanario que sufre un trastorno mental, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) nos demuestra una vez más que actualmente la televisión se queda con lo grotesco, macabro y demás aspectos que llevan siglos alimentando el estigma de la enfermedad mental, los nuevos leprosos de la sociedad consumista por cuanto no son un colectivo que gaste en consumismo...
 
Para no iniciados, un breve resumen: es la esposa de un torero que previamente tuvo una relación con Belén Esteban y una hija. Hace unos días, ya unos cuantos, se conoce el ingreso de la Campanario en una institución psiquiátrica que aquí se denomina residencia privada; se dijo por parte del entorno que sufría de una dolencia asociada a efectos secundarios donde los medicamentos específicos para su dolencia no eran eficaces así que ingresó porque los medicamentos indicados para personas con problemas de salud mental, PPSM, resulta que eran eficaces para su dolencia.

Por supuesto significó horas y horas de análisis, comentarios a baja voz y ahora todos los colaboradores y colaboradores de los contenedores de telemierda resulta que sabían, oían y detectaban signos de la obsesión que tenía la Campanario con Belén Esteban. El culpable de abrir la caja de Pandora fue ese nuevo maestro de ceremonias cargado de ceremonial que pretende ser Kiko Hernández, inquisidor mayor del reino de la telemierda del corazón y azote de famosos, famosetes, famosillos y aspirantes a serlo. Nada que objetar, la audiencia manda y esto es un negocio sonde se buscan beneficios.

Cuando todo sucedía y recibo el encargo de hacer un artículo sobre el asunto Campanario he de reconocer que en mi inocencia televisiva, que es catódica y tal vez aún inadaptada a la TDT, pensaba que pese a la inevitable mierda de casquería rosa que rodea el asunto se aprovecharía tal vez para mostrar aspectos desconocidos sobre las PPSM, sus dolencias o no sé, algo divulgativo. Soy tonto, pero tonto de cojones porque sólo he visto efectismo, búsqueda de titulares y ver quién atina más a dar informaciones exclusivas gracias a sus fuentes de información...

Ya digo que se relatan los aspectos que para los cuerdos suenan grotescos y delirantes pero que en la mente de PPSM y sobre todo cuando no hay un diagnóstico ni señales visibles de un trastorno en una fase inicial, tienen su significado. Nos hemos quedado conque si tenía desde hace tiempo cajas con recortes de revistas donde la protagonista es Belén Esteban o con su cambio estético ya medicada y bajo control psiquiátrico donde es una copia clónica de la Esteban...

El resumen es que tal vez durante años la Campanario alimentó una obsesión, sabemos que hace poco tiempo estuvo en Portugal sacando su carrera y no se dio noticia de comportamiento extravagante así que es de suponer que el desencadenante fuera algo de celos y, ya bastante trastornada, la reciente mayoría de edad de la hija del torero y la estrella televisiva puso ser la gota que colmó el vaso y acabó de romper su mente; casi me atrevo a asegurar que desembocó en brote psicótico.

La situación ahora es una Campanario completamente medicada con el sobrepeso y abotargamiento que se dan cuando se toman neurolépticos, tranquilizantes y demas arsenal de la cienca psiqiátrica para atajar el problema y abordar su tratamiento. Ha tenido los recursos para ser tratada de manera privada que siempre es más rápida, para eso pagas, que la del sistema sanitario universal. Muchas veces me comentaba el recientemente fallecido colega de redacción conocido como La Araña, que estar medicado era jodido, siempre fue generoso con los demás y decidió dejar de ser una carga o de luchar una batalla que siempre acaba en tablas en el mejor de los casos para las PPSM y se tiró por la ventana...

Campanario está jodida, nos van a mostrar su proceso con todo lujo de detalles y la enfermedad mental será una vez más tratada con superficialidad, escabrosidad y truculencia que tanto nos gusta ver en el prójimo y más cuando es famoso y despierta nuestra envidia. Yo me niego a participar en tal espectáculo y doy por cerrado el seguimiento de una persona cuyo mundo ha cambiado pero aún no lo sabe. Si ya es jodido para anónimas PPSM recuperarse, asimilar y sobre todo esa vergüenza que sienten cuando recuperan la lucidez y ven que les tratan con condescendencia y hay que volver a aprender y recuperar coordenadas con el apoyo fundamental de la medicina y sobre todo de su entorno prefiero no imaginarme en su pellejo bajo la luz de focos y notarios de la carnaza mediática. Nos mostrarán lo llamativo, nos mostrarán lo espectacular de su cambio físico y de comportamiento y nos mostrarán como se volverá a desquiciar porque somos buitres y nos gusta la buena carroña...
Y sí, todo este tratamiento de un problema que nos afecta, me produce vómito, supongo que cuando tragas mierda, aunque sea televisiva y entretenida, es inevitable vomitar.
¿O no?

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/

 
 
 
 
                                                                             


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