Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Felipe VI nos ha
representado a todos
Hay
naciones, generalmente de nuevo cuño en términos de tiempo
histórico, que tienen un símbolo que representa a su ciudadanía y
pertenencia a un ente etnográfico común. Otras naciones, cuyas
raíces son añejas en tiempo histórico, y ricas en variedad
cultural, que sin renunciar a su etnografía particular no se
entiende la etnografía común si falta alguna de las primeras y éste
es el caso de España. Por lo general, y con tragedia por el medio en
la era moderna, los extremismos han sido causa endémica de que ser
patriota en España y la variedad etnográfica que forma el todo ha
estado siempre prostituida y contaminada pagando la masa silenciosa,
la ciudadanía española, sus consecuencias en forma de guerras
civiles desde la Guerra de Independencia y gobiernos dictatoriales
hasta 1975.
Hay
tres mitos grabados a fuego en la memoria colectiva de España: la II
República, Franco y el complejo de atraso respecto a las naciones
vecinas y ahora hermanas en la Unión Europea. En 1975 se produjo una
comunión de buscar soluciones políticas comunes y asentar
definitivamente la democracia en España donde tras cuatro décadas
de clandestinidad y represión política los vicios que llevaron al
fracaso de la II República y que provocaron que su legalidad no
fuera defendida adecuadamente en el campo de batalla mientras el
frente interno se derrumbaba en luchas entre comunistas y
anarquistas, porque no olvidemos que fueron aquellos quienes se
suponen los máximos adversarios del fascismo, y así se proclaman
aún hoy en día en Cataluña y en el resto de España, quienes
impidieron a la II República aguantar militarmente hasta septiembre
de 1939 donde entre el matadero de la II Guerra Mundial la República
y sus representantes políticos hubieran formado parte del bando
aliado y salir legitimada en la victoria sobre el fascismo de
derechas, porque la CUP se olvida de que hay fascismo de izquierdas y
que su escoba sólo es una actualización de Stalin, Mao, Hitler y
Franco donde el culto al líder es sustituido por un culto a la
demagogia y modernas técnicas de mercadotecnia jugando con símbolos
y traumas colectivos.
La II
República fue derrotada y anulada su legalidad por el fascismo de
derechas por culpa de anarquistas y comunistas títeres de Stalin, el
maestro del fascismo de izquierdas cuya enseñanzas aún se aplican
al control político de masas en distintos países y aún encuentra
candidatos a llevarlo a cabo previa victoria en las urnas
democráticas.
Un
profesional de la milicia sabe que cuando presta su juramento a la
legalidad vigente y a su comandante en jefe, que la traición a este
juramento sólo tiene dos salidas: el paredón de fusilamiento y
acaparar el poder para no ser acusado y acusar hasta su extermino y
anulación al contrario. Franco era un militar profesional que sabía
que sólo tenía esas dos opciones tras participar en el golpe de
estado que se sublevó en 1936 y vendió su alma al diablo cuando
aceptó que pertrechos y tropas nazis y fascistas italianas le
ayudaran a su victoria sobre la legalidad que juró defender. Por
intereses ajenos a la ciudadanía española las potencias aliadas
consintieron que tras 1945 siguiera su culto al líder bajo el trato
de inversiones y reconstrucción a cambio de vender la soberanía
nacional cuya máxima expresión fueron las bases y almacenamiento de
armas atómicas de EEUU. Sus méritos económicos hubieran sucedido
igual con una II República entre aliados y con el asentamiento de la
democracia gracias al plan Marshall...
Pero
fueron los aliados quienes decidieron mantener al dictador porque la
Guerra Fría daba a luz entre los escombros de Berlín en mayo de
1945 y es Franco quien ha pasado a la historia por crear una clase
media, permitir un capitalismo con grandes beneficios y el mito de
que construyó un país...
Mas es fácil para un dictador construir un país cuando previamente lo
ha destruido a todos los niveles.
Las
raíces del supuesto atraso de España respecto al resto de Europa
hunde sus raíces en el atraso que supuso volver al absolutismo tras
la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas, la
falta de dinamismo de la burguesía ante la vuelta al absolutismo y
sobre todo el trauma que supuso la pérdida de los últimos
territorios de ultramar en 1898 y el examen de conciencia colectivo
con la intelectualidad a la cabeza para encontrar de repente que
España había perdido el tren de la historia. Los males de la II
República y la genética de la dictadura de Franco son hijos de su
tiempo, una época histórica fascinante donde se derrumbaron
imperios y surgieron nuevas repúblicas que además eran sumisas de
las corrientes políticas que polarizaron el siglo XX vencedoras de
la II Guerra Mundial: capitalismo y socialismo. La primera
capitaneada por EEUU y bajo cuyo amparo florecieron las dictaduras de
extrema derecha y la segunda por una URSS que no permitía el más
mínimo atisbo de disidencia; mientras las dos superpotencias hacían
guerra de salón, fueron sus aliados quienes llevaron el peso de la
Guerra Fría a pie de trinchera hasta 1989...
Franco,
y por intereses geoestratégicos de la Guerra Fría, dominó la
España política y social con mano de hierro y a su muerte en 1975
la incertidumbre dominaba el ánimo de la ciudadanía. Tuvieron su
representante en D. Juan Carlos I Rey, que tuvo la inteligencia de
ver que se le utilizaba y de ver que la ciudadanía tenía ansia de
paz. Ahora casi olvidado, Juan Carlos I forjó un reinado de
concordia, prosperidad y estabilidad política pese al terrorismo de
ETA. Su hijo, nacido ya en España y preparado desde que fue Príncipe
de Asturias para ser Rey de España ha empezado a ganarse su reinado
con un acto cargado de connotaciones que tan sólo tres minutos
después de terminado el luto oficial de tres días ya tenía
polémica de gallinero en las televisiones y sus sesudos y sesudas
contertulios y analistas.
El
único pero que de verdad se le puede achacar a Juan Carlos I al
final de su reinado es no haber potenciado e impulsado la integración
de miles de ciudadanos de las repúblicas hermanas del hemisferio
americano que vinieron a España a trabajar y que España, en su
ciudadanía, no supo, no quiso hacer que arraigaran y se volvieran a
sus países tras la crisis con la idea de que más que madre patria
España era un país de nuevos ricos a costa de contratar mano de
obra ilegal y sin derechos laborales reconocidos en su totalidad.
Juan
Carlos I fue Rey de todos los españoles pero no vio que debía serlo
también de los hijos de la madre patria aunque sus pasaportes no
fueran españoles...
Uno
de los retos del reinado de Felipe VI ha de ser ineludiblemente
solucionar la falta de arraigo de la comunidad islámica en España.
Pero también la comunidad islámica española y europea debe
decidirse a impulsar ellos como ciudadanía que no encuentren
escondrijo, amparo, respeto y obediencia una rama de su religión que
es incompatible con los valores democráticos. Deben de ver que las
fuerzas de seguridad europeas y sus países miembros protegerán sus
intereses en forma de familiares en el país de origen expuestos a
represalias, aprovecharse del respeto que inspira la figura del imán
para que sean sus hijos adoctrinados y sobre todo sentirse parte de
la nación donde han arraigado. Tampoco sirve mirar para otro lado y
que los países de origen sean sistemas tiránicos con control
teocrático sobre su población. Un inmigrante que retorna asqueado
de Europa no es una semilla de democracia y quien no regresa asqueado
no encuentra en su país de origen la oportunidad de promover
cambios.
Esa
es la realidad.
La
CUP y parte de sus aliados capitalistas no quieren aceptar la
realidad aunque la posible ausencia de la CUP en la manifestación
haga pupa al secesionismo y su ilegal convocatoria del primero de
octubre. No hubo un sólo lugar del Estado donde alguien se alegrara
de lo ocurrido, seguramente sí la extrema derecha y la extrema
izquierda que siguen la máxima de pescar en río revuelto y
aprovecharse del caos. El asesinato terrorista de ciudadanos de todos
los países ha demostrado que las personas, los ciudadanos y
ciudadanas, que ejercen labores de policía, servicios médicos y de
emergencias son profesionales y que pese a las interferencias
políticas estas de momento no afectan a su profesionalidad. La
presencia de Felipe VI en Barcelona junto a las autoridades civiles y
policiales así como en la misa por las víctimas era reconfortante
para millones de ciudadanos que no vieron connotaciones políticas,
que las hay.
Hubo
detalles que son legales y legítimos como emplear el catalán en la
rueda de prensa del mando policial autonómico y el consejero de
interior catalán. Lo digo porque la sala estaba repleta de
corresponsales extranjeros e hispanohablantes y es significativo que
tras ceder la palabra alguien se le acercara por detrás para
indicarle que había un problema de traducción. Era una situación
de emergencia que merecía por la expectación internacional usar el
español sin menoscabo del catalán o sentimientos nacionalistas.
Otro detalle y que debería haber sido corregido por el señor Raül
Romeva que apareció en los primeros momentos tras el atentado en la
CNN bajo el rótulo de ministro catalán de asuntos exteriores,
título que no ostenta salvo para consumo de secesionistas y
confusión de independentistas y que no existe...
Son
sólo detalles que pueden molestar a quienes sienten el dolor del
atentado y dar leña que alimente el cretinismo de parte de la clase
política y de la extrema derecha...
España
ha sido una en el dolor y la tragedia una vez más con el Rey Felipe
VI representándola sin distinciones. Sí me gustaría terminar
diciendo una verdad a la CUP parafraseando a un español ilustre
injustamente olvidado porque ningún extremismo quiso que se le
recordara en justicia tras finalizar la Guerra Civil, me refiero a
Miguel de Unamuno que viendo como comunistas y anarquistas viciaban
la II República sintió atractivo por el golpe militar hasta que vio
como el fascismo italiano y sobre todo el nazismo alemán acabarían
dando el poder a Franco y convertirían a España en un solar de
aromas cuarteleros y de sacristía: venceréis pero no convenceréis...
Así
de simple y así de complicado.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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