Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The
Adversiter Chronicle
GALLETAS CON CAFÉ
Tratamos
hoy en MBC de un clásico de los menús de supervivencia en caso de
crisis recesiva o recesión crítica, como la que nos toca vivir,
que no es otro que las galletas con café y leche. Marcas variadas,
de distintas características tanto al tueste como a las propiedades
llegando algunas superficies a vender auténticos laxantes galleteros
bajo la denominación de digestivas
y que deberían constar de prospecto anunciando la cagalera
consiguiente...
-¿Sigue
vigente la vitola de clásico para este plato a base de galletas y
café con leche, ein?
-Apunta usted, muy
atinadamente, lo de plato porque si bien es desayuno universal aquí
nos referimos como plato de menú, ya sea comida, cena o merienda
cena. Por otra parte, y hay que agradecerlo y reconocer el mérito,
la industria galletera ha contribuido a popularizar su ingesta
gracias a las galletitas que nos dan de acompañamiento en las
cafeterías, bares, garitos y tugurios fuera de horarios de desayuno
y son multitud los ejecutivos, agentes comerciales y población
activa en estado de inactividad que no sólo calman el hambre a base
de cafelitos y galletitas que en no pocos casos se acopian y se
llevan al domicilio como complemento a la dieta... Sigue vigente y
ahora más que nunca gracias, como digo, a la miniaturización de las
galletas y servirlas de acompañamiento sin costo para el cliente.
-¿Podría
darse veracidad a la teoría conspiranoica de que esas galletitas
llevan componentes adictivos que nos hacen comprarla luego en el
supermercado?
-Por
supuesto, Skizo´s, por supuesto. Toda repostería industrial digna
de llamarse así ha de llevar entre sus ingredientes sustancias
adictivas pero como he dicho en alguna ocasión anterior llevamos
tanto tiempo consumiendo mierda que ya nos sabe a gloria y podríamos
sufrir síndrome de abstinencia sin nuestras dosis diarias de grasas
polisaturadas, azúcares y bebidas calóricas. Por otra parte en
nuestra sociedad sumergida de lleno en el consumismo andar con estos
remilgos de si lleva tal o lleva cual sólo son refalfies de
consumidor mal acostumbrado... ¡Refalfies y sólo refalfies!
-¡Por
supuesto profesor! ¡En Occidente, y aledaños occidentalizados, la
comida industrial no sólo no mata sino que engorda, tanto las lorzas
de los consumidores como el bolsillo de los fabricantes...!
-El
hecho es que esas galletitas inducen al consumo de sus hermanas
mayores y no deja de ser una estratagema del manual del consumismo:
el producto ha de garantizar la fidelidad del usuario. Así que es
una polémica absurda polemizar sobre sustancias o alteraciones
genéticas. Sea como sea, y respondo a su pregunta inicial, el plato
de galletas con café es ya un clásico de la dieta diurna y nocturna
cuando no ambas tres si incluimos el desayuno.
-Por
supuesto depende del comensal o comensales. Si el consumo se
circunscribe al consumidor o su parentela no hay mayor problema, el
cual surge cuando hay vitas gorronas y encima exigiendo. Pero hay
tres características generales, la primera que la galleta nos guste,
fundamental porque puede que nos guste la galleta sola sin mojar y
aquí la segunda característica no sería de norma obligada: la
consistencia al mojar. Mojar la galleta es todo un arte porque además
de depender de si el comensal la moja a medias, en su totalidad salvo
donde se coge con los dedos o triturarla en el café, depende del
tipo de leche y de la galleta. Las hay que se parten, las hay que hay
que remojarlas un minuto y finalmente al machacar en la taza o vaso
con el café puede acabar convirtiéndose en un lodo grumoso y
espeso. Pero fundamentales que se cumplan el que nos guste y la
consistencia al mojar.
-Que
no estén revenidas y chuchurrías por no cerrarlas adecuadamente.
Son muchas las galletas que acaban en el contenedor de la basura o en
el estómago de las mascotas porque tras saciar el hambre no cerramos
adecuadamente el paquete o caja. Lo mejor es comérselas de un tirón
porque el cartucho de plástico no es reutilizable y acabamos
poniendo una pinza pero con medio perimetro abierto que hace que la
galleta se chuchurrie y aunque se pueden consumir perfectamente, unas
galletas blandas, revenidas y chuchurrías no son apetecibles. A
veces ni la mascota es capaz de tragarlas si es de paladar sibarita.
-Que
se puede comer o cenar perfectamente unas galletas con café sin
menoscabo de desayunarlas y aunque resulte monótono de continuo nos
puede servir para guardar las apariencias de bien alimentados y
consumidores de puertas para afuera ya que combinado con el café con
leche es un alimento nutritivo, saludable y que sacia. Cierto que es
un plato caro para lo que estamos acostumbrados en la sección y en
el peor de los casos pueden mojarse en agua, cerveza o cualquier otro
líquido a mano que no sea leche, basta cerrar los ojos y pensar en
otro plato para poder tragarlo sin las molestas e incordiantes
arcadas, inevitables por otra parte.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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