Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Por la ciudad en
autobús municipal
El
viajero ha dormido poco pero abre los ojos diez minutos antes de que
suene el despertador, siente el viento aullar y la lluvia la ventana
golpear, es aún de noche y el viajero se hace el remolón hasta que
suene la segunda alarma, cosas del viajero que no es capaz de
despertar de la primera, pero al fin se sacude la pereza somnolienta
y se levanta.
El
viajero prepara un café y lo toma observando la calle, pensando que
es la primera vez que madruga para tomar el autobús municipal desde
hace años, tantos como tiempo tuvo coche, pero el viajero ha
prescindido del mismo y ahora es peatón. La ciudad se vuelve
incómoda para los vehículos particulares con carriles bici que
comen aparcamientos y los intentos de peatonalizar una ciudad que no
es vetusta sino moderna y el viajero siente añoranza de tiempos
pasados que siempre son mejores que los presentes porque los
recuerdos sólo se recuerdan si son buenos y se entierran si son
malos...
Sale
el viajero a la calle, aún nocturna porque no hay luz y de súbito
deja de llover y de ventear mientras clarea. Hay que recorrer un
trecho para coger la línea que interesa al viajero y mientras cruza
semáforos ve que pasa un bus, el suyo, y se mentaliza de que habrá
que esperar diez minutos, que al viajero le parecen muchos pero al
embargarle esa sensación da hastío mezcla de aburrimiento y
pesadumbre sabiendo que habrá que esperar, sin marquesina la parada,
sin café para tomar en un bar porque es temprano y está cerrado el
local...
El
viajero llega a la parada, un poste con horarios y ruta del autobús,
se entretiene mirando precios de la cafetería cerrada porque si se
para a pensar recuerda el viajero ser niño y esperar el autobús
escolar, con aquella niña que también lo cogía y a la que nunca
dijo nada en todos aquellos días que juntos esperaban el autobús.
La recuerda porque la ha visto hace poco, pero es incapaz de recordar
cuándo, paseando por la calle, ya mujer como el viajero hombre, pero
reconoció su rostro. El viajero vuelve a la realidad y llegan a la
parada dos mujeres que deben conocerse de a diario y el viajero
percibe que ya falta poco para que llegue, se siente novato y algo
idiota por perder el primero y estar esperando pero disfruta de la
calle que se despierta, los sonidos y el ambiente húmedo de temporal
de viento...
Sube
el viajero al autobús, repleto de trabajadoras muchas de ellas en el
hospital donde termina la línea, logra encontrar asiento y aunque
siguen subiendo mujeres en cada parada, no cede su asiento, no le
sale o no le apetece porque está a gusto sentado viendo transcurrir
el asfalto por la ventanilla, escuchando sin querer las quejas de una
mujer que dice que le ha costado levantarse esa mañana, pulso obrero
de mañana en la ciudad. Se suceden las paradas, ajetreadas a esas
horas y el tráfico ya está presente en las calles. El viajero no
echa en falta tener coche, últimamente no disfrutaba conduciendo
salvo de noche, la gente en coche parece que tiene prisa y una
rotonda es una incógnita porque la mayoría no saben usarla, las
bicicletas pese a los carriles, flamantes carriles bici, siguen
gambeando entre los coches y saltándose semáforos. Por otra parte
el viajero estaba harto de pagar por aparcar, por circular, por
asegurar, por revisar, una fuente de ingresos para el sistema de la
que el viajero estaba saturado, sabe que un día se levantará y
deseará volver al volante, pero está en modo peatón y disfruta de
sensaciones perdidas y le encanta palpar el pulso de la ciudad y sus
habitantes en el autobús municipal.
El
viajero se apea, sigue sin llover aunque el agua fluye por las
alcantarillas y desagües. Se ajusta la chaqueta y se va a buscar a
su sobrino al que llevará al colegio y que será su primer viaje al
mismo en autobús, una iniciación que tal vez cuando sea tan
veterano como el viajero recuerde en una ensoñación, en un
pensamiento en la parada del bus...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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