Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Autor: Guadalupe Villa y Rosa Helia Villa
Editorial: Santillana Ediciones Generales S. L.
Edición: 2004
Ahora
que el presidente Trump quiere levantar un muro en la frontera con
México tal vez sea buen momento para visitar a uno de sus personajes
históricos que están en el ideario popular y universal: Pancho
Villa. Para ello y de la mano nada menos que de las nietas del
general, porque Pancho Villa tenía el grado de tal, que hacen dos
estudios introductorios a una obra que abarca un periodo concreto de
la vida de Pancho Villa entre 1894 y 1914 con testimonio del propio
Villa que dictó al coronel Manuel Bauche Alcalde, su asistente,
recuerdos de su vida que abarcan la fecha citada anteriormente.
Guadalupe
Villa Guerrero, posgraduada del Colegio de Historia de la UNAM, fue
catedrática del propio Colegio e investigadora del INAH. Es
investigadora del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis
Mora, donde bajo la dirección de Eugenia Meyer coordinó la serie de
síntesis históricas y antologías de las entidades federativas.
Imparte cursos de Historia en el Instituto Cultural Helénico. Cuenta
con numerosas publicaciones sobre revolución mexicana e historia del
norte de México, y es reconocida por sus aportaciones a la historia
regional de Durango.
Rosa
Helia Villa Guerrero, licenciada de la Facultad de Leyes de la UNAM,
ha sido maestra en el Instituto Tecnológico de Monterrey, campus San
Luís Potosí, ciudad donde vive, y funcionaria de la Universidad
Autónoma del mismo estado. Ha ejercido el periodismo y varios cargos
públicos. Es autora de diversas obras sobre historia regional,
conservación de patrimonio monumental y una novela sobre aspectos
desconocidos de la vida de Villa. Es cónsul honoraria de Francia en
el estado de San Luis Potosí.
Datos
sacados de la contraportada y vigentes en el año de la edición,
pero sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
Pretensiones
de su biografía...
"No
pretendo justificarme ni defenderme; pero que se me conozca tal y
como fui, para que se me aprecie tal y como soy: un hombre que nacido
de la clase más ultrajada y más sufrida de nuestro pueblo, de la
peonada que fecunda la tierra con su sudor y con su sangre y con sus
lágrimas, supe rebelarme contra esa esclavitud brutal de nuestra
sociedad egoísta y de nuestras costumbres corruptoras, y
desarrollando todas mis energías, y reanimando todas mis esperanzas,
y fortaleciendo todas mis aspiraciones de libertad y de justicia, he
venido a ofrecerlas en toda su madurez a la causa nobilísima de mi
patria y de mi Pueblo.”
Infancia
en el México rural al inicio del siglo XX...
“La
infancia de nuestros niños pobres, ya vengan a la vida en la campiña
abierta a todas las inclemencias, ora nazcan en los grandes poblados,
abiertos a todos los vicios, es algo pavoroso, estupendo,
monstruosamente inconcebible, que sólo a nosotros los mexicanos no
puede sorprendernos y aterrorizarnos a fuerza de mirar todos los días
la misma escena con los mismos niños harapientos, incultos, sucios
hasta la petrificación, abandonados hasta la crueldad, huraños y
tristes hasta el salvajismo, que van patentizando por dondequiera el
grado de incuria y de miseria en que se ha estancado nuestra clase
pobre por la obra deprimente de los conquistadores y de los
esclavistas, los de antaño y los de hogaño, los que vinieron de
España y los que aún quedan, después de un siglo de liberación y
progreso.”
Un
joven Pancho Villa con sueños...
"Yo
abrigaba deseos vehementísimos de dedicarme a un trabajo honrado,
tranquilo, dejando aquella espantosa vida de peregrinaciones
perpetuas, siempre huyendo, siempre perseguido, forzado a arrebatar
mis medios de subsistencia, no a ganarlos tranquilamente, sino a
pelearlos en una guerra sin cuartel y sin tregua. Media vida habría
yo dado por ser un hombre del todo desconocido, ignorado, un ente por
quien nadie se preocupara, con tal de que esos últimos años me
dejaran mis semejantes en paz, trabajando en el más humilde de los
oficios, ganando el más miserable de los jornales, viviendo en la
más insignificante de las chozas.”
Con
Madero en San Andrés...
“En
un buggy y por medio de la valla formada por mis soldados, conduje al
señor presidente al centro del pueblo. Iba el señor Madero
observando el estado de mis tropas y contestando a los delirantes
vítores de la multitud. Así llegamos al palacio municipal y de allí
al kiosko que está en el centro de la plaza; y en aquella
improvisada tribuna, el señor Madero, el apóstol de nuestro credo
libertario, dirigió al pueblo su palabra limpia, diáfana, que nos
llegaba hasta muy adentro del alma, porque aquella palabra del
libertador venía a cristalizar nuestros más altos anhelos de
redención y de justicia, nuestras más altas aspiraciones de
libertad y de civismo, aquello que todos habíamos soñado, que todos
habíamos sentido, que todos habíamos deseado y previsto, dentro de
todas las angustias y todas las afrentas a que nos tenía cruelmente
sujetos el egoísmo irrefrenable de un déspota y la jauría
interminable de sus caciques, de sus lictores y de sus pretorianos.”
Pancho
Villa es sometido a proceso...
"No
quise volver a declarar en mi proceso: renuncié a defenderme; las
balas del tirano me habían respetado en mis rebeldías de los
primeros años y en mis luchas por la libertad en el campo de
batalla; y yo, que no había caído en la lucha armada, cuerpo a
cuerpo, a pleno sol, en plena vida, me encontraba fatalmente vencido
por algo que yo no había combatido ni podría ya combatir: la
herencia porfiriana, mansamente recogida y dulcemente acariciada por
los hombres del gobierno constitucional, y la ingratitud, la negra e
inconsciente ingratitud de las estatuas heroicas, que desde el remate
del monumento no pueden defender los basamentos que las sostienen de
las irreverencias duchales de los perros callejeros...”
Libro
interesante tanto para duchos en la materia como a neófitos que
quieren acercarse a la figura de Pancho Villa y que sin duda tras su
lectura sentirán el gusanillo de que querer saber más acerca del
mismo y su lucha por la libertad de su pueblo, de sus gentes. Porque
olvidamos siempre que la revolución mexicana fue el primer conflicto
del siglo XX y salvo referencias cinematográficas poco sabemos del
inicio de siglo de una república que si Pancho Villa pudiera
observar ahora sin duda se alzaría de nuevo en armas para liberar a
México de la lacra que supone el narcotráfico y la esclavitud que
provoca a todos los niveles...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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