Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GHVIP: Expulsión de
Alejandro Abad, drama a la italiana y reentrada, sin bragas, de Aída
Nizar
Finalmente
la audiencia decidió retirar su apoyo al majareta de Alejandro Abad
y si la semana anterior expulsaban a Aída Nizar a la siguiente
decidieron que regresara al concurso. Resulta patético que el
formato haya llegado a un punto de previsibilidad y selección casi
clónica y ciclónica de concursantes donde precisó de un revulsivo
que al final es el alma de esta edición. Por otras partes asistimos
a la entrada temporal de la novia del cantamañanas italiano, dicho
con cariño.
Comenzamos
por el italiano de esta edición, Marco Ferri, que cumple con los
requisitos de este tipo de formato que mandan los cánones: musculado
y agradable a la vista tanto a público hetero como no hetero,
chapurreo destrozando el español pese a la timorata de años que
hace que lo habla, galán de gabán que se cuelga y balancea en la
rama haciendo cucamonas a la vez que menta a su amada, tipo curioso
que parece soportar bien el estrés...
Hasta
que su novia oficial, una beldad argentina con mucha clase e
hipnóticos ojos, le dejó claro en dos minutos al teléfono que sus
cucamonas con la estadounidense Alyson le sentaban como una patada en
los morros.
El
bueno del Marco se olió desde ese momento que dar rienda suelta a
sus hormonas de galanteo y jugueteo de flirteo le iba a traer
consecuencias con su novia. Como es norma, la productora ha visto
carnaza y tal vez la fómula mágica que resuelva el desastre de esta
edición: la desquiciada de Aída Nizar y un lio de celos con
protagonistas temperamentales. Porque el italiano al ver que su novia
entraba temporalmente a tomar medidas, nunca mejor dicho, le montó
un pifostio cuando vio y fue herido su orgullo de macho alfa latino y
amante cojonudo ante la falta de efusividad amorosa de la moza al
verle que me dejó acojonado ante tal furia latina frente a la clase
y frialdad argentina y femenina.
Yo
debo de estar jodido y ver otro concurso al que ven el resto porque
yo vi a un jeta picaflor que antes de que la parienta le montara una
y le cantara las cuarenta decidió hacerse el ofendido y montarle un
broncón que destilaba machismo y tópicos típicos de los machos
alfa italianos. Si en vez de argentina la clase fuera prusiana seguro
que éste se hubiera llevado un bofetón por cantamañanas, aún
admitiendo que la moza estuviera sugestionada por los comentarios de
las redes sociales, pero la otra alternativa que tengo es pensar que
saben mucho y de qué forman parte y nos han deleitado con un
culebrón en directo en magistral interpretación. Prefiero darles un
voto de confianza aunque la actitud de Marco me produjo vergüenza
ajena...
A ver
en qué acaba, si fornicio o cornamenta.
Y se
me ha ido mi favorito, el Alejandro Abad, majareta como buena mente
creativa y para mí el más auténtico, luchando contra los vientos
en aspa de molino, guasón sin guasa ni público que captara su
gracia, pero tampoco él riendo las gracias. Si Alejandro fuera
canción, sus compis serían estribillo, pero es ser humano y
complejo, al menos más que la mayoría de sus compis de concurso,
osado por locura o loco osado, sus huesos en la calle han dado al ser
por la audiencia expulsado...
¡Lo
sé, seguir esta edición me está dejando algo majara!
Por
último la última en salir y repescada a la siguiente semana. Lo de
la señorita Nízar lleva camino de pabellón de psiquiatría,
conozco casos en los que por menos y más consistentes argumentos que
sus diatribas y turras místico-filosofoide, y casi filosofales en su
amalgama de credos religiosos, han sido sometidos a tratamiento de
contención y dosis intravenosas de Haloperidol, dol, dol.
Pero
se quiera o no, se ha convertido en el alma de la edición donde cual
Juana de Arco, se cree en la gracia del Señor y pregona la
fraternidad sin hipocresías, el amor sincero sin felonías, el
calvario de la elegida ante los muebles de ofensiva...
El
caso es que la siempre irritante de Electra le bajó la falda cuando
se hallaba inclinada sobre la encimera de la cocina y se quedó con
el culo al aíre y lo otro aireando...
Parece
ser que esta buena mujer no acostumbra a utilizar ropa interior en
casa, en la intimidad y en los concursos televisivos; pasaré de
chanzas y chirigotas porque definitivamente Aída Nízar no merece
tanto. Estamos ante una persona con problemas mentales que en lugar
de recapacitar sigue en su delirio, que disfrazado de personaje
televisivo con extravagancia de ideas, le permite seguir en la
sociedad llamando la atención. Son síntomas claros de un problema
mental que va a terminar mal.
Lo de
no llevar bragas es sólo un anécdota más que en condiciones
normales es un síntoma que haría que sus familiares tomaran
medidas, claro que viendo a su señora madre, tal vez el majara sea
yo aunque tenga menos argumentos que ella para ser sometido a
contención.
Que
quede claro, no es un personaje, es una persona que no está en sus
cabales y necesita ayuda por mucha gracia televisiva que haga...The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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