Autor: Ben Macintyre
Editorial: Editorial Planeta, S. A.
Traducción: David Paradela López
Edición: Marzo de 2015
La
propuesta de hoy viene que ni pintada ahora que parece que se vuelve
al espionaje, al menos aflora a la luz pública, aunque sea de forma
digital. Pero sólo es un aspecto, el digital, del oficio de espía
ya que aún es necesario trabajo de campo como se hizo siempre y
nada mejor que leer sobre el mayor espía que tuvo la URSS durante
la Guerra Fría y nada menos que en los servicios secretos de su
graciosa majestad británica: el legendario Kim Philby.
Se
ha dicho de este libro que se lee en un pispás y como si fuera
auténtica novela de espías quedando con gana de saber más. Lo
cierto es que hará las delicias de los amantes del género contando
además con un delicioso epílogo de John Le Carré. Aunque los
amantes citados conocen de sobra las andanzas del famoso espía, la
autora se aproxima a su persona de la mano de sus amigos y de uno
especialmente, nos introduce en el mundo perdido de entre guerras
mundiales donde la clase era clase y la sociedad dividida en clases,
donde el pertenecer a una casta social ya te abría puertas y nadie
dudaba de que como miembro de una clase social sus actos serían
apropiados pese a devaneos peligrosos de juventud...
El
periodo es fascinante aunque pensar que estudiantes de la clase
dirigente en el imperio británico se sintieran atraídos ante la
promesa de un paraíso soviético y abrazaran el credo comunista para
traicionar a su patria suene completamente trasnochado y obsoleto en
2016. Pero observando a Kim Philby apreciamos que en realidad al
final es el factor humano y las motivaciones que le mueven como tal
lo que hizo de Kim Philby un espía que lograba mimetizarse en la
sociedad, en la familia e incluso de sus controladores. Siempre
quedará la duda de si lo hizo porque ya no tenía marcha atrás o
sentía placer en ser una persona de dos caras sin mostrar su
tercera, la verdadera...
Ben
Macintyre es columnista y editor en The Times, diario para el cual
también ha trabajado como corresponsal en Nueva York, París y
Washington.
Parcos
datos como siempre sacados de la contraportada y, como debe ser en
toda buena reseña de un libro de espías, sólo unas breves líneas
de muestra que os inciten a su lectura que abra el apetito lector de
saber más secretos...
“Philby
llegó por fin a Turquía el 26 de septiembre de 1945, veintidós
días después del primer contacto con Vólkov. La ciudad presentaba
un aspecto especialmente hermoso bajo el sol de finales de verano,
pero Philby sólo pensaba en que si no impedía la deserción de
Vólkov, ese podía ser ' el último verano memorable del que pueda
disfrutar.' Cuando Reed le preguntó por qué el MI6 no había
enviado a nadie antes, Philby mintió diciendo: 'Lo lamento, habría
interferido con los permisos'. Más tarde, Reed volvería a
preguntarse por ' el inexplicable retraso y las evasivas de la visita
de Philby', pero en el momento prefirió morderse la lengua. 'Pensé
tan sólo que era un irresponsable y un incompetente.' “
Libro
para amantes del mundillo del espionaje, curiosos en general, amantes
de saber el pasado que ha forjado el presente así como idóneo para
lectura reposada antes de sobar, convalecencias hospitalarias, turnos
de noche sin jefatura a la vista. Nada de regalar a la suegra que es
capaz de captar agentes para su causa que le cuenten lo que gastamos
o dejamos de sisar cuando le hacemos la compra y aprovechamos para
echar un cafelito y ver el escote de la camarera...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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