Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
– El
sorprendente ascenso de Vladimir Putin -
Autor:
Masha GessenEditorial: DEBATE
Traducción: Juan Manuel Ibeas Delgado y Marcos Pérez Sánchez
Edición: Primera edición, marzo de 2012
Buen momento para tratar de comprender un poco de la
siempre incomprendida Rusia y su ciudadanía y preguntarnos si la
democracia, el parlamento y la clase política gobernante sólo son
una fachada para mantener un sistema soviético de gobierno y control
de la población adornada de consumismo, ínfulas imperialistas,
músculo militar y variados medios de comunicación que lejos de ser
ejemplo de pluralidad son en realidad voces monocordes al servicio de
Putin y su sistema...
Así que aprovechando la más rabiosa actualidad a tenor
del escándalo de dopaje de los atletas rusos que pueden ver peligrar
su participación en los JJOO de Río de Janeiro, desde luego digno
el escándalo de los mejores tiempos de la URSS, visitamos este libro
de estilo documental y vigor periodístico de la periodista y autora
de varios libros Masha Gessen, pero poco puedo decir ya que la
contraportada es parca en datos pero destaco que ha colaborado con
Vanity Fair, The New Republic, Granta y Slate y que en el año de la
edición vivía en Moscú y era editora de la revista rusa Snob.
A través de la historia del ascenso al poder de
Vladimir Putin asistimos a los apasionantes momentos en que la URSS
toca a su fin y se produce el desmembramiento en repúblicas del
antiguo imperio soviético, de los intentos a marchas forzadas de
instaurar una democracia consumista y finalmente la instauración en
el poder de un ex KGB que ha logrado que el sistema soviético de
poder centralista y todo poderoso haya logrado llegar a la Rusia de
hoy en día haciendo creer la ilusión a sus conciudadanos de que son
una democracia y ser aceptado por el resto de potencias y bloques
económicos como mal menor de una siempre temida, a la vez que
respetada, historia de relaciones de Rusia con el resto de Europa.
Pero sin más unos breves esbozos que os animen a su
lectura:
Boris Yeltsin...
“El
gobierno de Yeltsin había cometido el grave error de no afrontar el
dolor y el miedo del país. A lo largo de la década, Yeltsin, que
había sido un verdadero populista, montando en autobuses y
subiéndose a los tanques -lo que la situación exigiese-, se fue
retirando a un mundo impenetrable y extremadamente protegido de
limusinas negras y reuniones a puerta cerrada. Su primer ministro, el
joven y brillante economista Yégor Gaidar, epítome de las reformas
económicas postsoviéticas, dejó bien claro en público que pensaba
que el pueblo era demasiado estúpido como para tener algo que decir
sobre las reformas. El pueblo ruso, abandonado por sus líderes en su
momento de duelo, buscó consuelo en la nostalgia; no tanto en la
ideología comunista, que hacía décadas que había agotado su
capacidad de inspiración, sino en un anhelo por recuperar para Rusia
el estatus de superpotencia. En 1999 la tensión podía palparse en
el ambiente, lo que justificaba en gran medida los miedos de Yeltsin
y la Familia.”
Nuevo líder desconocido...
“El
26 de enero de 2000, exactamente dos meses antes de las elecciones,
el moderador de una mesa redonda sobre Rusia en el encuentro anual
del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, preguntó: `¿Quién es
el señor Putin?´. Chubáis, el hombre que siete meses antes
defendía que Putin sería el sucesor ideal, tenía el micrófono en
la mano cuando se oyó la pregunta. Se revolvió y miró
inquisitivamente a un antiguo primer ministro ruso que estaba sentado
a su derecha, que también se mostraba claramente reacio a contestar.
Los cuatro miembros de la mesa empezaron a mirarse entre sí con
inquietud. Tras medio minuto así, la sala estalló en carcajadas. La
mayor extensión de terreno del mundo, una tierra con petróleo, gas
y armas nucleares, tenía un nuevo líder y sus élites económicas y
políticas no tenían ni idea de quien era. Ciertamente gracioso.”
KGB...
“Poco
más de un año después (1989), cuando un liberal designado por
Gorbachov llamado Vadim Bakatin se puso al mando del KGB con el
propósito de desmantelar la institución, descubrió que lo más
desconcertante y difícil de manejar era la reserva activa. `Eran
agentes del KGB que estaban empleados oficialmente en todas las
organizaciones estatales y cívicas de alguna importancia -escribió-.
Por lo general, gran parte del personal de la organización, si no
todo, era consciente de que aquellas personas trabajaban para el KGB.
Los agentes de la reserva activa realizaban funciones muy diversas:
algunos de ellos se encargaban de los intersticios de los sistemas de
seguridad, mientras que otros controlaban la actitud y las
conversaciones en las instituciones y tomaban las medidas que
considerasen apropiadas con respecto a los disidentes …Desde luego,
existen situaciones en las que una policía secreta necesita tener
una persona introducida en una u otra organización, pero lo lógico
es suponer que una operación de este tipo sea secreta. ¿Qué clase
de servicio secreto tiene un personal que cualquiera puede
identificar?... Era un monstruo que extendía sus tentáculos por
toda la sociedad soviética. Vladimir Putin decidió ocupar un puesto
en el extremo de uno de aquellos tentáculos.”
San Petersburgo en 1996...
“Los
problemas económicos de San Petersburgo hacían que el resto de
Rusia pareciera acomodada en comparación con ella. Tres cuartas
partes de la población de la ciudad vivían por debajo del umbral de
pobreza. Sus infraestructuras, que ya eran débiles a finales de los
años ochenta -y que aportaron parte del impulso del movimiento
informal de preservación-, estaban en ruinas. Las calles no se
habían vuelto a pavimentar desde hacía tanto tiempo que, cuando
llovía o nevaba -algo frecuente en esta ciudad costera del norte-,
las calles se convertían en ríos de barro. El transporte público
era obsoleto; la ciudad no renovaba autobuses que debían ser
retirados. En una ciudad formada en su totalidad por grandes
edificios de apartamentos, los ascensores que funcionaban se estaban
extinguiendo. El suministro eléctrico en el centro de la ciudad iba
y volvía. En los estudios sobre los niveles relativos de la vida en
las ciudades rusas, la segunda ciudad del país ocupaba habitualmente
puestos por detrás del número veinte.”
¿Desmantelando la democracia?
“El
13 de mayo de 2000, seis días después de tomar posesión, Putin
firmó su primer decreto y propuso una serie de leyes, todas
dirigidas, según dijo, a `fortalecer el poder vertical¨. Supusieron
el inicio de una profunda reestructuración de la composición
federal de Rusia o, dicho de otro modo, el comienzo del
desmantelamiento de las estructuras democráticas del país. Una de
las leyes sustituía a los miembros electos de la cámara alta del
Parlamento por miembros nombrados: dos por cada una de las ochenta y
nueve regiones rusas, uno nombrado por el gobernador de la región y
otro por la asamblea legislativa. Otra ley permitía que los
gobernadores elegidos por votación popular fuesen destituidos del
cargo por la mera sospecha de haber cometido algún delito, sin
sentencia judicial. El decreto implantaba siete enviados
presidenciales a siete grandes territorios del país, cada uno
compuesto por una docena de regiones, cada una de las cuales elegía
a su vez a su asamblea legislativa y a su gobernador. Los enviados,
nombrados por el presidente, supervisarían el trabajo de los
gobernadores electos.”
Métodos soviéticos...
“El
24 de noviembre de 2008, Serguéi Magnitski fue detenido en relación
con el mismo plan de malversación que estaba intentando denunciar.
Igual que su cliente tres años antes, al principio estaba seguro de
que se trataba de un malentendido que pronto se aclararía con la
ayuda de sus abogados. En la primera audiencia judicial, argumentó
que debía ser puesto en libertad, entre otras razones, porque su
hijo pequeño estaba enfermo de gripe, era evidente que estaba seguro
de que su problema se resolvería en cuestión de días. Pero no sólo
no fue puesto en libertad, sino que las condiciones de su detención
empeoraron constantemente, yendo y viniendo entre dos cárceles de
Moscú. No se le permitió ver a su esposa ni a su madre. Se puso
enfermo y se le negó repetidamente la atención médica que
necesitaba. El 16 de noviembre de 2009, Serguéi Magnitski murió en
prisión a los treinta y siete años de edad.”
Libro interesante que nos muestra una crónica de hechos
y sucesos que paso a paso y con Putin como líder han llevado a un
gobierno de Rusia con alma soviética, eliminando sin piedad los
obstáculos que no son otra cosa que los garantes democráticos de
buen gobierno emanado de la voluntad de la ciudadanía. Tras su
lectura podemos llegar a preguntarnos si en realidad, igual que
Putin, lo que le ocurre a Rusia es que está gobernada por un sistema
nutrido de personas que, preparadas para servir a la URSS, por
instinto y una vez llegada la democracia no supieron adaptarse a las
nuevas coordenadas y volvieron a lo conocido, a lo único que
conocieron. Porque Putin al igual que el resto de similares, necesita
unos subordinados que cumplan las directrices sin plantearse
dilemas...
Recomendable a inquietos de la actualidad, votantes de
izquierdas que aún creen en ideologías demostradas inútiles y en
general para conocer un poco más de la historia reciente de Rusia
tras el fin de la URSS y la etapa de Boris Yeltsin. Nada de dejarlo a
la suegra, que, en lugar de informarse, encontraría argumentos para
reforzar su dictadura de la sopa boba mientras dure la crisis y estar
en el paro...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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