"TELEMIERDA INC.", suplemento televisivo cutre

Con la colaboración de Mars El Grouchu en exclusiva para The Adversiter Chronicle

SUPERVIVIENTES 2016: Jorge gana y Mila se lleva la lana

Por fin se ha terminado la edición 2016 de un formato irremisiblemente decadente donde lo de menos es la supervivencia y sí la convivencia debidamente catalizada en el resto de contenedores de la cadena a la que hay que felicitar, una vez más, por su capacidad de lograr rentabilidad, audiencia y que ésta no reniegue del formato. No cabe duda de que pruebas y condiciones de vida se han dulcificado y en esta edición más puesto que posiblemente la terna de concursantes era la menos apropiada para conseguir manutención y confortabilidad por si mismos.

Pero esto de la tele es un negocio y todos salen ganando: los espectadores disfrutamos fisgando las penurias ajenas, nos emocionamos con las emociones de los concursantes mientras los despellejamos con la parienta y disfrutamos de los gallineros que son los debates, las galas y las informaciones que se filtran sin cansarnos o preguntarnos porqué una y otra vez vemos las mismas imágenes mientras los concursantes son cobayas que viven una competición paralela sin saberlo hasta que salen; la cadena consigue amortizar la inversión y los famosos famosetes, tertulianos y colaboradores se ganan unos aurelios sin gran esfuerzo por su parte...

Pero vayamos con la última crónica de esta edición donde se daba a Mila por casi ganadora y a Yola como ganadora relegando a Suso a mera comparsa y un Jorge cuyo único mérito fue ganar las pruebas de líder logrando una y otra vez la inmunidad pero ha demostrado ser un auténtico huevón a la hora de ejercer de tal. Palmero lameculos de Mila con la complicidad de Carla, la viperina, justamente expulsada en cuanto salió

nominada; un Jorge líder que cuando había trifulcas se escaqueaba y cuando estaba falto de mimos, o sencillamente estresado, machacó a Yola con escarnio, Suso lo hacía con ímpetu, pero Jorge era consciente y no ejerció liderazgo para cuando menos suavizar el ambiente, pero eligió ser palmero y a lo tonto a lo tonto llevarse la palma...

Un ganador decepcionante que siempre tendrá la duda de si habría sido expulsado como su compinche Carla de ser nominado. Hacerle pasar a la votación final directamente por ganar una prueba de apnea que iba a ganar sí o sí ha resultado a ojos de espectador un tongo, deberían haber hecho una prueba asequible ya que Mila era imposible que la superara y Yola siempre es superada por Jorge.

Pero la lana, el parné, se lo ha llevado Mila que si no fuera Mila hubiera sido nominada y expulsada lo más tardar al cabo de un mes. Y es que realmente dio la sensación de que sus palmeros y lameculos le tenían ciertamente miedo, asunto explotado hasta el último

átomo por la cadena, sin poner en duda sus afirmaciones en contra de otros concursantes y tolerando sus vaivenes emocionales, de persona dependiente de otra que la reafirme en su personalidad errática, pero da igual porque ha sido finalista y ha cobrado un pastón que resulta obsceno hasta para citar la cifra. Ni ha mejorado como personaje y persona, ni ha afrontado sus debilidades y ni siquiera ha hecho amistades salvo las que ya tenía y le espera un futuro inmediato de seguir llevando lana en polígrafos, sillones y portada de revista...
Un producto redondo que le ha salido bien a la cadena pero dudo que ella sea capaz de superar sin retirarse una temporada.

Y poco más porque ya en los platós sigue la decadencia del formato y hasta las revistas se pliegan a la actualidad inducida y se habla de todo menos del concurso, de la supervivencia, y se estiran las tramas artificiales con la anuencia de los concursantes que llegan de la isla sabedores de que la televisión es espectáculo y se suman sin remordimientos al mismo...

¡Más madera!


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