Con la
colaboración de El Bis en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Si hay una solista del pop de los 80´s, ésa es Madonna. Un fenómeno que marcó tendencia, creó un estilo propio asimilando estilos ajenos y cuyos discos y vídeo clips eran esperados ansiosamente. Además estaba el morbo de cuando tuvo que chupar polla para empezar el camino que la llevaría a su trono actual donde se le perdona todo porque todos nos perdíamos con Madonna.
Fotos desnuda que circulaban casi en la clandestinidad, éxito
tras éxito
y un escabroso matrimonio con un rebelde aparente que era el Sean
Penn que escalaba escalafón en Hollywood y triunfaba con esa joyita
que mejora con el paso del tiempo llamada Colors
donde su papel de patrullero novato, chulo y pendenciero con las
bandas latinas de Los Ángeles parecía un calco del marido que nos
decían las noticias y las revistas dedicadas a la música, donde
todos y todas le maldecíamos porque no sabía amar a la diosa...
Porque
Madonna no tenía nunca culpa, tampoco de los consuelos en soledad
mirando sus fotos o su mítico póster a tamaño real con el icónico
corsé negro y pelo rubio. Sin embargo le faltaba algo, los fans
querían más en una época de comunicaciones analógicas y donde se
devoraba una y otra vez el material existente de entrevistas, fotos y
discos con la radio fórmula machacando sus temas cada hora y una
televisión que estrenaba sus vídeo clips con voracidad de exclusiva
y audiencia fiel...
Esa falta era verla en la gran pantalla, había rumores siempre, pero hubo que esperar hasta 1987 para poder disfrutarla. Lo cierto es que la película no fue el éxito esperado aunque sí su BSO cuyo tema principal sería nº1 durante semanas y con éxito otros tres temas de la misma. La crítica fue inmisericorde con la cantante destrozando su interpretación sin piedad ninguna. La película era un muy correcto producto donde Madonna estuvo bien arropada tanto a nivel artístico como técnico y con profusión en gastos de publicidad por parte de la productora...
Pero
por alguna razón es una película maldita, tal vez en parte por la
ansiedad de los fans que pagaban religiosamente por verla y tal vez
en parte porque Madonna siempre fue un fenómeno cuyo poder residía
en ella misma, mimetizada con restos de otras décadas, pero no
necesitaba que fuera inoculada por el mundo del negocio musical, sólo
verla una vez y ya estabas condenado a su influjo, ese que los
adultos y puretas despreciaban, esa que escandalizaba al sistema y
sus sistematizados, porque Madonna hacía que la juventud, parte de
ella, la considerara, no divina que nunca lo fue, una diosa de los
80´s.
Homenaje
pues a Madonna en la cresta de la ola de los 80´s donde el público
de habla hispana y el español en particular le agradecía estrofas
en cristiano; la Madonna del mítico concierto en Turín, cantando de
puta pena pero rindiendo a sus pies y lamer los mismos si se dejara a
un público de recios mozos italianos y que hizo alterar la
programación de TVE para emitirlo en directo y cuyas copias en VHS
caseras se conservan como si fueran reliquias consagradas...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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