The Adversiter Chronicle

martes, 23 de diciembre de 2025

ENTREVISTA AL QUE NUNCA LE TOCA LA LOTERÍA

Con la llegada de la Navidad llega también la ilusión de que nos toque un décimo al menos, o una participación aunque sea con recargo, que nos alegre la vida. Sin embargo, existen personas que juegan a la lotería y nunca les toca, es el caso de Jacinto Bonilla que afirma que nunca le tocó la lotería en toda su vida, superando de largo la mediana edad. Nadie mejor que él para ilustrarnos sobre la desgracia de que nunca le haya tocado la lotería...

-Imagino que su mal fario es en sentido figurado porque a todos nos ha tocado algo en la lotería aunque sea lo puesto...

-¡Ni lo puesto ni cojones! Nunca jamás me ha tocado nada en la lotería, ni en sentido figurado. Mire que hay cretinos que dicen y afirman que, no es que a mí la lotería me tocó con mi mujer y mis hijos por no hablar de la santa de mi suegra... ¡Pues no, ni en esas me ha tocado nada porque mi mujer está completamente influenciada por la bruja de su madre y mis hijos son unos inútiles que no salen de casa ni aunque los desahucien! Mire, yo lo intento todas las semanas, se lo aseguro, elijo números con todo tipo de artimañas incluida la cábala, pongo los billetes de lotería al pie de un altar que tiene desde una pata de gallo tipo vudú a un buda de metro y medio sin faltar santos y santas, incluso tengo el dios elefante ese hindú y todo. Pues ni así, no hay manera. Si juego al mismo número no sale nunca, si juego distinto cada sorteo no me toca nunca. Sólo me falta jugar a medias a ver si así la diosa de la fortuna le sonríe a mi socio en el billete de lotería y me salpica, pues resulta que juego con Gervasio que somos colegas desde párvulos y el muy cabrito se muere el día del sorteo y tocó un segundo premio, pues hemos llegado a creer que se incineró con el billete en el traje, porque no apareció por ningún lado, su mujer se embarcó en un vuelo a Brasil a ver si con ciertos chamanes se averiguara algo del paradero del billete y se la tragó la selva amazónica...

-Jacinto, me parece usted un alma cándida, debería jugar sin ambiciones y seguro que toca...

-Ya he jugado sin ambiciones, sin ilusiones y hasta casi sin ropa cuando probé un viejo rito zulú para atraer la caza y ni por esas, ya le digo que lo intenté. Mire, tengo un décimo para el sorteo del Niño, ya supondrá que no me tocó nada en el sorteo del Gordo y habrá acertado. El tema es que lo he comprado en participaciones de cinco euros, bien, pues alineo los décimos con los cuatro puntos cardinales y a la vez orientados a la constelación de Orión... ¡Ya sé, ya sé, que suena extravagante! ¡Pero voy a probar todas las maneras de que me toque la lotería y si hace falta que vengan alienígenas para ello, mis participaciones están listas para recibir su visita!

-Jacinto, está pasando de alma cándida a ser gilipollas...

-¡Lo ve! ¡Lo ve! ¡Tengo mala suerte hasta cuando soy entrevistado, en lugar de
indagar sobre mis métodos, en lugar de informar de mis intentos, en lugar de abrirse a nuevos horizontes de atraer la diosa de la fortuna, me llama gilipollas! ¡Le voy a demostrar que soy contumaz y hasta bizarro cuando se trata de jugar a la lotería y que nunca me toque, mire esta montaña de décimos de los últimos cuatro lustros, se podría empapelar el piso y hasta el descansillo de la escalera! ¡Hoy mismo mi sobrina me ha traído el décimo para el sorteo del Niño, que es un sol que lleva veinte años de veinticinco que tiene trayéndome los décimos todas las semanas y me ahorra ir a la lotería en el quinto pino, mire que número más hermoso, que todos lo son como dice ella cuando me ve desanimado a la hora de darle el dinero para el décimo, un sol de criatura...!

-Sí, los sobrinos y sobrinas son encantadores y siempre logran que... ¡Será hija de la gran chingada la sobrina de los bemoles! ¡Le trae los décimos ya jugados, normal que nunca le toque!

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lunes, 22 de diciembre de 2025

CUENTO DE INVIERNO

El comité de expertos, la élite de los asesores presidenciales, tomó asiento ocupando siete de las doce sillas de la elegante mesa de reuniones. Las navidades estaban siendo calientes con el precio de los dulces y turrones navideños disparados. La política de las empresas productoras de reducir el tamaño y contenido de los envases ha generado una ola de protestas cuando el turrón de Alicante de calidad suprema superó el precio de los langostinos, los mazapanes igualaban el kilo de besugo y hasta las peladillas tradicionales estaban a niveles de la merluza congelada. El líder necesitaba un argumento que calmara a los votantes. Había soportado descalabro tras descalabro electoral y el año entrante se enfrentaba a las urnas, si esta crisis se lograba superar ya que todos los estratos sociales estaban protestando en las calles sin el control de las fuerzas progresistas cuyo mensaje de `Navidades solidarias con los pueblos hambrientos´ no logró ocultar que lo que no se puede es comprar un turrón o unos mazapanes. El líder entró seguido de su ministro portavoz y los miembros del comité callaron las conversaciones en voz baja para fijar la vista en el líder que abría su portafolios...

-Mañana he de dar el mensaje del balance anual y necesito un buen argumento para acallar las masas. ¿Alguna idea?

-Si me lo permite, señor presidente, ha de ser un argumento ante todo de alto valor social, si perdemos los apoyos de las fuerzas de izquierda puede que no lleguemos a la fecha de las elecciones. El valor social es fundamental, un barniz que permita a los apoyos parlamentarios de izquierda dar la cara ante sus votantes.

El presidente tomó notas en su portafolios, en realidad practicaba a escribir en inglés una carta, la cháchara del comité solía aburrirle.

-De acuerdo, más, quiero más ideas señores, quiero más.- Dijo con semblante serio y mirando uno por uno a los miembros del comité.

-Hemos pensado, señor presidente, que debe empezar reconociendo que estamos ante un hecho gravísimo y...

-¡De eso nada!-Gritó el líder fulminando con la mirada al miembro del comité que había hablado- ¡Esa cantinela hace perder más votos! ¡Necesito algo que no pueda replicar la oposición!

-¡Se puede culpar al empresariado de ultraderecha propietario de las empresas de productos navideños, señor presidente, al empresariado de ultraderecha!- gritó exaltado el miembro más joven del comité, destacable por sus melenas y barbas.

El líder tachó la frase en inglés y levantó la vista para ver al miembro del comité, un auténtico cretino que pensaba que Lenin podía ser revisado con mirada de la Era digital. En realidad era el precio a pagar para escuchar la voz de sus socios de gobierno en el comité de asesores.

-Es una idea loable y casi posible- le respondió el líder jugando con el bolígrafo y tratando de recordar si el genitivo sajón no sería un verbo irregular- Pero no hay tiempo de elaborar una lista de empresarios turroneros y de dulces navideños simpatizantes declarados de la ultraderecha, mejor buscamos una alternativa más inmediata, pero una acertada idea de la que tomo nota, no lo dude.

Se produjo un pequeño murmullo entre los miembros del comité que el líder aprovecho para sacar un papel del portafolios y echarle un vistazo. Era la lista de invitados al cóctel de año nuevo y era necesario tachar de la misma a la última encarcelada por corrupción en su cargo de responsable de recursos alternativos para el partido. Vio que se alzaba una mano y le dio turno, era el portavoz del comité y quien decía la última palabra, cuando él hablaba es que ya no había nada más que poder plantear, debatir y someter a su aprobación...

-Señor presidente, hemos tratado de encontrar un argumento que relance su imagen como estadista, que deje sin argumentos a la oposición y que calme a la ciudadanía. Los precios son los que son y no hay vuelta atrás para estas navidades. Hay que reconocer la subida de los precios de los turrones y dulces navideños para calmar a las amas de casa y el colectivo femenino que en estas fechas gasta y cocina, un electorado sensible a estas cosas tradicionales. Cuando mañana salga usted ante las cámaras y los micrófonos, se habrá logrado la paz social necesaria para unas navidades tranquilas, callado a la oposición y su imagen de prócer de la patria progresista que le dará de nuevo su confianza refrendándola en las urnas.

El presidente esbozó una leve sonrisa moviendo los labios, ese maldito cabrón que preside el comité de asesores ha sobrevivido a tres presidencias, el único que siempre conserva su puesto y no se fiaba ni un pelo de él. Le debía el cuello político cuando uno de sus ministros subió como la espuma en seguidores de sus redes sociales y fue el presidente del comité de asesores quien le sugirió un apagón digital camuflado de avería durante el proceso de primarias que neutralizó la campaña digital del ministro, manso desde entonces como una servilleta...

*******

Los corresponsales de prensa y los cámaras habituales en las ruedas de prensa sin poder preguntar la prensa, notaron el maquillaje en el rostro que formaba como zonas distintas en el rostro del líder. Su asesora estética, experta en maquillaje tanatoestético, le había maquillado pensando en el ángulo de visión de las cámaras de televisión. El líder se puso delante del atril y comenzó su intervención...


-Estamos en unas fechas especialmente sensibles y que nos despiertan dulces pensamientos de añoranza que la subida de los precios de los turrones y dulces navideños nos recuerdan con especial contundencia. Este gobierno pudo haber evitado la subida si hace un año se hubiera plegado al chantaje de la patronal turronera y hemos preferido dejar en sus manos la tragedia, porque no hay otra palabra para describirlo, la tragedia de que no se pueda comprar una triste bolsa de peladillas sin que nos genere un agujero en nuestras finanzas domésticas. El gobierno y yo mismamente somos conscientes de que la ultraderecha ha boicoteado estas navidades con el fin de provocar tumultos y revueltas. El progresismo progresa por sí mismo y este gobierno, y yo personalmente, nos comprometimos hace un año a convertir la tragedia en virtud. Quiero aquí recordar que nuestro país encabeza el índice europeo de obesidad, en los primeros puestos de casos de diabetis y a nivel mundial en los primeros puestos de adicción al dulce. Estas navidades, y como demostración de que a este gobierno nadie le dice lo que se puede o no comer en Navidad, nos uniremos todos y todas en acabar con la tendencia al alza de esas enfermedades causadas por la glotonería que engorda los cuerpos de todos y todas para llegar a enero vistiendo al menos una talla menos. El ahorro en costes de Sanidad se derivará a viviendas sociales y los turrones y dulces navideños excedentes serán subastados por los ayuntamientos entre los menesterosos que también tienen derecho a disfrutar de turrones y dulces navideños, cosa que harán a partir de la primera quincena de marzo del año entrante. Para quienes tengan rentas bajas según el baremo que se dará a conocer al término de la rueda de prensa, sin preguntas de la prensa les recuerdo, el gobierno abrirá una línea de crédito sin interés para cubrir hasta el 5% de la compra de turrones y dulces navideños. Y le pediría al líder de la oposición que no aproveche estas navidades para señalar cosas que no tienen que ver con este asunto que es el que en realidad preocupa a nuestros compatriotas: lo gordos que estamos.

FIN

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domingo, 21 de diciembre de 2025

"Deporte sin porte", por F. O. Roffön

Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Trabajada victoria en el feudo del C. D. Leganés que juega y defiende bien

Se afrontaba el último partido del año con ilusión contenida y los deseos de Borja Jiménez de ganar los dos partidos de Liga y perder el copero frente al Valencia. Y quiero hablar de la Copa del Rey porque da la sensación de que una parte de la afición y algún tribulete deportivo local critican por criticar. Ya se daba por perdido sí o sí el encuentro copero contra el Mirandés, desde pretemporada con insinuaciones y ya en plena competición copera se decía que había que centrarse en la Liga y que si patatín y que si patatán. Resulta que ahora escuece la eliminación contra un equipo de Primera como el Valencia donde, cosa lógica y normal, el club recauda un extra cobrando a socios y no socios por ver el partido, que ya se sabía que el míster daría descanso a los titulares y de nuevo saltarían al césped suplentes, filiales y meritorios. Como era de prever ganaron los valencianos y ahora resulta que se estafó a la afición no saliendo a competir con los titulares o gran parte de los mismos poniendo el grito en el cielo. Está bien fiscalizar y señalar las deficiencias, también las virtudes, de la gestión del club en el máximo accionista, pero jugar a `ayer no y hoy sí´, sólo crea mal ambiente de forma innecesaria. Es verdad que el banquillo adolece de suplentes fogueados y de alguno que no cuaja, pero nadie engañó a nadie respecto a cómo se afrontaba la competición de Copa del Rey para esta temporada donde la intención era priorizar la competición liguera y perder contra un Primera cobrando a los socios y ser eliminados es lo normal, sobre todo porque nadie apostaba eliminar al Mirandés para que ahora se rasguen las vestiduras porque la obligación era alinear jugadores titulares. De todas formas no deja de ser populismo futbolero este criticar haga lo qué se haga, acorde con estos tiempos, echando la culpa a la planta noble de Mareo, que por cierto estrenó nuevo mandamás delegado y se ha hecho ya el primer refuerzo navideño con la llegada de Brian Oliván...

Buen ambiente en las gradas del Butarque con nutrida presencia de hinchada sportinguista en las gradas y sin sorpresas en la alineación salvo el regreso de Dubasin y un dibujo táctico con el infatigable Corredera de nuevo adelantado en su posición respecto a lo que venía siendo habitual hasta la pesada jornada. Comenzó el encuentro con ambos equipos concentrados sin ese frenesí de inicio local habitual, algo diluido pese a tener el Leganés el control de los minutos iniciales teniendo en frente un Real Sporting defendiendo sin balón con presión alta y tratando de cazar a la contra, presagiando ambos equipos con y sin balón que estábamos ante un partido táctico donde los sistemas defensivos de ambos conjuntos serían los protagonistas, al menos mientras no se moviera el marcador y se llegaba al cuarto de hora de partido con un Real Sporting que quería tomar el mando del balón y llegaba al área rival jugando con profundidad mientras el rival dejaba, en apariencia, la iniciativa al rival pero con presión defensiva. En el minuto diecinueve tendrían los rojiblancos oportunidad de abrir el marcador y ocho minutos después sería Yáñez quien evitara el tanto del Leganés, llegando a la media hora con juego de poder a poder sobre el césped, ambos equipos con profundidad en su juego atacante poniendo a prueba el sistema defensivo del rival y creando ambos también ocasiones de peligro en el área contraria. Pero el Leganés quería irse al descanso con el marcador a favor achuchando a los jóvenes y no tan jóvenes atletas del once sportinguista que, no obstante, tuvieron una clara ocasión de gol en las botas de Otero que el Colombiano marró en el toque final, el dominio al filo del tiempo reglamentario del Leganés era casi total y en el minuto cuarenta y uno de nuevo el bravo Yáñez salva los muebles con una parada que puso en el BAR los cataplines en la garganta de más de uno llegando al descanso con tablas tanto en el marcador como en el juego. Espaldas en alto para el segundo tiempo donde salió el conjunto local decidido a ser más incisivo pero topando enfrente un Real Sporting serio en defensa con el mono de faena puesto que lograba secar y drenar las ofensivas del Leganés. Nacho Martín vería tarjeta amarilla al cumplirse el cuarto de hora del segundo tiempo y siguió la dinámica de inicio con presión atacante de los locales y serio dispositivo defensivo de los visitantes. Pero en el minuto sesenta y tres, el virtuoso Gelabert caza un balón al contrario en campo rojiblanco comenzando una galopada con el balón que nadie fue capaz de parar y que marró al final porque llegaba desfondado, serio aviso para un Leganés que se veía más cerca de marcar un gol que de recibirlo, todo ello con el ánimo incansable y vocinglero de la afición sportinguista en las gradas. Curbelo vería tarjeta amarilla a la media hora de juego del segundo tiempo, tiempo en que ambos conjuntos bregaban por ser más incisivos. Borja Jiménez movió el banquillo casi llegado el minuto ochenta de partido dando entrada a Dani Queipo y Gaspar Campos por el colombiano Otero y Corredera respectivamente, cuatro minutos después sería Gelabert el sustituido por Manu Rodríguez. Se estaba llegando al tiempo reglamentario con la sensación de que habría reparto de puntos dada la igualdad sobre el césped cuando el genio de Dubasin recibe un pase a la espalda de los centrales y chuta a portería batiendo a Juan Soriano para delirio de la hinchada sportinguista y auténtico jarro de agua helada para la afición del Leganés. Mas el Leganés no iba a dejar que se llegara al pitido final sin intentar lograr el empate, de tal guisa que en tiempo de añadido sería Curbelo quien evitara el gol local justo en la misma línea de gol y tuvo el encuentro un final emocionante. Partidazo táctico de ambos equipos que fue un choque de trenes por la igualdad en méritos para llevarse el partido y únicamente el acierto a gol fue lo que determinó el desenlace, ambos equipos tuvieron ocasiones y ambos equipos fueron intachables a la hora de defender sin balón. Un empate hubiera sido justo y fue Dubasín con su genio en las botas el más acertado a la hora de rematar al fondo de la red y Yáñez salvando los muebles cuando hizo falta. Un buen partido y un buen rival que hace más meritoria la victoria.

Llegamos al parón navideño a sólo 20 puntos de alcanzar los 50, en una confortable séptima posición y los puestos de promoción a tiro por no hablar del subidón de la victoria en Butarque permitiendo disfrutar de las fiestas y preparar al regreso de las mismas el encuentro en El Molinón frente a un Málaga que duerme 10º en la tabla clasificatoria y 4 puntitos menos que los pupilos de Borja Jiménez que recibió el cariño y el agradecimiento de la afición del Butarque. Así que a ponerse tibios en comilonas y cuchipandas navideñas, yo pese a las fechas estaré en el BAR al pie del cañón por si surge alguna novedad deportiva digna de mención...
F. O. R.

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sábado, 20 de diciembre de 2025

"Memorias de La Transición", por Antón Rendueles

Unas memorias de Antón Rendueles en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Navidad

La Navidad empezaba con el sorteo del Gordo aunque en realidad comenzaba antes en mi universo infantil, los días previos con los preparativos en el colegio haciendo adornos y manualidades propias de las fechas. Siempre estaba impaciente por salir con el horizonte de la navidad, con ambiente previo que se creaba en las calles con los adultos comprando lotería, mi abuela adquiriendo ya productos, pero hasta el sorteo no empezaba la Navidad. Las disfrutaba a tope y ver anuncios de juguetes en la tele, quedarse mirando los escaparates de las jugueterías, era liturgia. En casa se desempolvaba el árbol y los adornos, con una pátina del paso del tiempo. Para mí era todo especial empezando por las bolas que había que manejar con cuidado porque podían romperse, la guirnalda de luces que eran pequeñas bombillitas de diversos colores y que nunca vi en todo su esplendor porque siempre había alguna fundida y mi padre tenía que hacer pequeños empalmes tras quitar la fundida. Supongo, ahora, que aquel árbol y sus adornos llegaron a casa en mis primeras navidades como bebé, sin embargo era de esas cosas que formaban parte de la seguridad de mi mundo, esperando en sus cajas a que llegaran las navidades. El día del sorteo del Gordo era especial, al menos lo sentía como especial aunque nunca tocó a nadie de mi entorno más allá de la pedrea o alguna terminación, siempre eran otros los afortunados, algunos en sitios lejanos y otros en la ciudad mas en otro barrio, o en la región pero nunca en mi casa. Por supuesto me tocaba pringar haciendo la compra que mi abuela había encargado, o en una nota apuntado lo que había que traer, recuerdo las colas en la carnicería y me resultaba algo latoso estar rodeado de adultos esperando turno. Luego, ya en casa con la compra hecha, estaba en la cocina distraido en alguna cosa y mi abuela preparando las bandejas de turrones, peladillas, mazapanes. Todo era como salía en la tele salvo las costumbres foráneas donde era Papá Noel quien protagonizaba la noche de magia y los Reyes Magos nunca aparecían en las películas o los dibujos animados, lo cual era algo confuso, cierto que era en otros sitios, pero si algo no salía en la tele o bien no existía o bien simplemente ignorabas su existencia. Porque la tele era también protagonista de mis navidades infantiles, los anuncios sugerentes de juguetes y juegos, películas que nunca había visto y todo aquello que salía en la tele sólo en navidad. También los tebeos sacaban ediciones especiales con más páginas y estaba el trance de escribir la carta a los Reyes Magos, carta que los adultos resaltaban su importancia y que pensara bien qué pedir, porque mi generación fue privilegiada en ese aspecto del incipiente consumismo y una economía que se abría al mundo al igual que el pais tras la oscura y larga noche de la dictadura y que amanecía buscando la libertad. Así que podía pedir más de una cosa y así lo hacía porque al fin y al cabo los Reyes Magos eran magos de verdad sin ser consciente de que la magia no existe y hay que hacerla realidad, recuerdo con mucho cariño como los adultos crearon para mí aquel mundo de magia, cierto que luego igual faltaba alguna cosa, pero siempre me traían lo que más me gustaba y aumentaba mi fe en los Reyes Magos. Luego de Nochebuena las cosas iban pasando más rápido, aún no tenía a mi hermana y mi hermano para hacerles sufrir mis inocentadas aunque siempre trataba de colgar un monigote de papel en la espalda de alguien como hacían Zipi y Zape. Nochevieja era velada televisiva, tratando de aguantar despierto hasta que acabara el programa especial, del cual sólo me gustaban los números de humor, disfrutando con los chistes y las parodias, pero la mayoría eran cosas que no me atraían demasiado acabando dormido y siendo despertado para acostarme con la televisión ya apagada. Cuando despertaba al nuevo año, encontraba una bolsa de cotillón que me dejaron mis padres de su salida a cenar en Nochevieja. Gorro de papel, matasuegras, una nariz postiza y serpentinas eran el valioso tesoro que yo admiraba como algo perteneciente a un mundo desconocido. Llegaba el tramo final, con el ansia de la llegada de la noche mágica, metiendo la carta en el buzón real que introducía con una mezcla de ilusión y atracción por el enigma de aquel príncipe de cartón piedra que recogía en un buzón con forma de arcón las cartas con las peticiones. Pero el día de abrir los regalos de los Reyes Magos era también el final de las vacaciones, de volver a la rutina sin apenas tiempo de disfrutar de mis regalos. Pero la certeza de que volvería la Navidad y su reconfortante ambiente, que duraban menos que ahora y tal vez por ello puede que fueran más intensas o simplemente que los tiempos cambian como cambiaban entonces...
Antón Rendueles

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viernes, 19 de diciembre de 2025

REFLEXIONES EN VOZ ALTA de Skizo´s Blues

Estaba el otro día mirando la caja tonta sin ver, pasando canales casi por inercia cuando me topo con el enésimo documental sobre el Egipto faraónico, una tumba de alguien en aquellos tiempos que fue enterrado como momia y rodeado de un lujoso ajuar...
Cuando apagué la caja tonta y quedé a solas con el cielo estrellado, si llueve debo desconectar todo lo eléctrico en el acantilado, me dio por ponerme a barruntar, un barruntamiento de esos que surgen en inesperados momentos a raíz de algo, el tipo momificado en este caso...
Y barruntando barruntando, me vino a las neuronas preguntarme qué nos llevamos al dejar este mundo. Las cosas y objetos por valiosos o vulgares que sean está claro que se quedan aquí donde al parecer son más útiles y en todo caso se vuelven valiosas con el paso de los siglos. Si partimos de la base de que existe algo tras la muerte, sin duda debe de ser la consciencia y sólo hay una cosa que se pueda llevar de este mundo al morir y ser, es una hipótesis, una forma de consciencia: los recuerdos...
Claro que abrir una puerta es encontrarse con otra, surgiendo la pregunta de si nos llevamos todos los recuerdos o sólo aquellos momentos agradables y los traumáticos perdiendo el resto. Dicen que los enfermos de alzhéimer recuperan antes de morir la memoria, así lo indican los parámetros que miden la actividad cerebral. Lo que está claro es que los recuerdos es el único equipaje que puede pasar la aduana de lo desconocido al dejar este mundo y me surge la pregunta de que si nos llevamos los recuerdos qué utilidad tienen, porque han de tener alguna utilidad si seguimos con la hipótesis...
Tal vez la balanza no dirima entre nuestros pecados y nuestras virtudes como dicen las religiones de todo tipo, tipejos y pelajes; tal vez, sólo tal vez, se pesen los buenos recuerdos y los malos para ver cuáles pesan más. Y surge la pregunta de qué, tiene que haberla, consecuencia tiene que la balanza se incline de un lado u otro...
Al final puede que todo se reduzca, me refiero a los juicios finales y demás, a cotejar recuerdos y espero que sea mejor que en este mundo donde unos creen que no se acuerdan, otros se acuerdan donde unos creen y los creyentes de la plebe quedamos reducidos a masas debidamente alienadas, recuerdos comunes que sustituyan el recuerdo individual en pos de un recuerdo único par no acordarnos de sus delitos...
Luego está el tema de que de la misma situación no suele haber dos recuerdos iguales si hubiera un careo de recuerdos. Una persona malvada disfruta del buen recuerdo de ser malvado pero quien recibe las maldades guarda mal recuerdo de la misma acción...
Tal vez sea que los recuerdos se construyen con los mismos materiales con los que se construyen los sueños, que es otra cosa que igual pasa aduana cuando dejamos este mundo. Menuda gracia que no dejaran pasar nada por la aduana y sencillamente nos convertimos en polvo de estrellas sin recuerdos...
¿...Y cuando se duerme
el sueño eterno,
los recuerdos
a dónde van...?
Miro un paquete de turrón de Jijona...
Y él parece mirarme a mí.

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miércoles, 17 de diciembre de 2025

"Bits a bits", suplemento videoconsolador

Una sección de Kitapayá en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Videojuegos para una Navidad

Quienes seguís la sección ya sabéis que es un clásico de estas fechas recomendar un puñado de videojuegos además de repasar los jugados durante el año. El presupuesto de la sección no da para mucho y menos para mudarse a la PS5 y sigo hablando de videojuegos para PS4. Lo bueno de una etapa de transición de un sistema a otro es que los videojuegos de PS4 se pueden conseguir a módicos precios y sí es verdad que hay que tener la PS5 para disfrutar de nuevos títulos. También recomendar, como siempre, que es la oportunidad de que jugones y jugonas de antaño que ahora ya se van jubilando retomen el saludable hábito del videojuego donde se trabajan reflejos, coordinación, abstraerse de la dura realidad y, sobre todo, recuperar la diversión del videojuego amén del favorecer el diálogo intergeneracional en la familia. Es fácil decir que ahora la infancia o la adolescencia de la casa están todo el santo día en la videoconsola, y no debería ser difícil interesarse a qué juega en la videoconsola y pedir que nos deje echar una partida que se decía en la prehistoria del videojuego que dicen las generaciones digitales, así que paso a recomendaros cinco videojuegos en base a lo bien que me lo pasé, y paso, con ellos....

Comienzo con PSYCHONAUTS 2, donde seremos Raz, un joven acróbata que aspira y se prepara para ser un psiconauta y poder ingresar en los parajes mentales de los malos. La propuesta suena un poco extravagante pero la inmersión es total y cuando te das cuenta estás explorando la mente de turno con sus remordimientos, sus miedos y sus sueños incluso. Pero la mente se defiende del intruso mediante seres y monstruos que habrá que derrotar manejando un puñado de habilidades como técnica de lucha, poderes psíquicos, armas y habilidad. Tiene un poco de todo con unos gráficos excelentes y una historia bien hilvanada con momentos hilarantes, el que se repite y sigue causando una sonrisa, al menos en mi particular caso, cuando el protagonista escucha de su acompañante de turno que se encargue de los malos mientras busca una salida. Es un videojuego que me sorprendió por la inmersión al minuto de empezar a videojugar y que recomiendo a quienes gusten de relajarse a la vez que se divierten, ideal para retomar el videojuego si te perdiste los últimos treinta años de evolución de los videojuegos.

El segundo hará las delicias de los frikis de PAC-MAN, actualizado a los nuevos tiempos y donde acabas tirándote un par de horas y muy recomendable a jugonas y jones senior porque permite trabajar la coordinación, los reflejos y hasta remover las neuronas pensando el siguiente paso. Hay varios escenarios donde habrá que correr, saltar, brincar y saltar de culo para casi todo como abrir puertas, derribar oponentes y saltar calculando frecuencias de rayos láser. Luego tiene esa magia de los primeros videojuegos donde te propones jugar la última partida y te tiras otras dos horas si te descuidas por la rabia que da que te eliminen cuando casi estaba y sin poder evitar jugar de nuevo. Los gráficos están muy bien, no falta el formato clásico del laberinto y se trata de un videojuego de los que tienes guardados y siempre de vez en cuando te apetece relajar jugándolo de nuevo. Ideal para nostálgicos y jugar pachangas tras una buena cena navideña...

De tercero un videojuego de un género clásico como es el de los simuladores, de avión en este caso y que es para jugar sin prisas, en inmersión total merced a gráficos y sonidos. Recuerdo que la toma de contacto se me fue en arrancar motores y flipar un poco al lograr elevar el morro y emprender el vuelo, ya en inmersión total y olvidados prejuicios a primera vista. Antes de pasar a pilotar en serio, está el trámite de sacar la licencia y en ello estaba tras lograr el ascenso y familiarizarme con los mandos cuando llega el momento de tomar tierra. Sigo los pasos para el aterrizaje y, por más que busqué cambiando la mirada subjetiva no encontraba la pista. El indicador de ruta me indicaba que me había pasado así que me tocó girar el avión para volver a la ruta y vuelta a empezar. Por más vueltas que le di no encontraba la pista de aterrizaje hasta que intentando aterrizar de emergencia me acabé estrellando. Ya aviso que su encanto reside en que no es tocar un botón y despegar o aterrizar, se hace necesario concentración y es ideal para frikis del género o de quienes videojugaron en los 80´s a simuladores de avión. De esos videojuegos a los que vuelves por la inmersión que logra, pero exigente de coger el tranquillo lo cual puede que sea parte de su atractivo.

Finalizar con dos clásicos, el primero un simulador de máquina de petacos que hará las delicias de jugones y jugonas del pinball que venía instalado en Windows como sistema operativo en los ordenadores, canosos y tripudos veteranos de las salas de recreativos y para amantes de un buen simulador sea de la temática qué sea. Gráficos excelentes, reproducción de hasta los más nimios detalles de las máquinas originales siendo toda una experiencia cada máquina de las veinte disponibles. Cada máquina requiere coger su peculiar tranquillo, nada de coger el tranquillo a una que sirve para todas, nada más lejos de la realidad al jugar. Efectos luminosos, sonoros, superficies rápidas, dureza en los tacos y la falta si se menea demasiado el tablero, lo cual será necesario en algunos modelos. No faltan descripciones de las máquinas con su historia particular incluyendo el número de modelos fabricados y hasta alguna rareza como la que nunca salió al mercado pero sí se hicieron diez modelos de ejemplo de ingeniería. Veinte modelos a descubrir de todas las épocas y veinte estilos distintos de encarar la partida. Hay cuatro modos de torneo y se pueden jugar partidas en línea o entre cuatro jugadores simultáneos. No faltan las inefables compras y por supuesto se pueden introducir las iniciales cuando alcanzamos una puntuación alta. Otro de esos videojuegos que retomas a lo largo del tiempo, jugando compulsivamente y guardarlo de nuevo cuando quedamos hastiados...

Por último, un videojuego que también atraerá a seniors como es uno de batallas espaciales. Buenos gráficos e historia inmersiva que garantiza buenos momentos. La cinemática ofrece diálogos opcionales en las preguntas y respuestas, cosa que encanta a los frikis de estas temáticas más o menos interactivas pero que pueden espantar a quienes busquen revivir aquellas batallas espaciales. Aquí es un universo que requiere pilotar, explorar, comerciar y combatir. El tema del combate no es limitarse a dispara y dar en el blanco, habrá que maniobrar para atacar de forma lateral cual navíos en Trafalgar y la gente jugona veterana de la prehistoria del videojuego recordarán series televisivas de la época como Galáctica y a generaciones digitales que gusten de la dinámica del juego, añadir pijaditas a la nave y emoción en misiones secundarias, disfrutarán como posesos.

Espero que alguno de los videojuegos propuestos sea de vuestro agrado y desearos una buena despedida y entrada del año videojugando, una opción de entretenimiento que ya forma parte de la vida como la radio, el cine o la televisión sobrando remilgos de que ya no tengo edad, no entiendo y tener ese miedo inevitable ante algo nuevo. De momento seguiremos en PS4, sin menoscabo de dejar calcetín a Papá Noel, licores y dulces a los Reyes Magos y hasta adelantar la fecha del cumpleaños a ver si cae una PS5, porque como siempre os digo: ¡Quien no se consuela es porque no videojuega!

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martes, 16 de diciembre de 2025

"Ni a pata ni alpargata y menos a La Alcarria", suplemento viajero cutre

Suplemento viajero cutre de The Adversiter Chronicle

Viaje a poner el árbol de Navidad

El viajero aparta un par de cajas y encuentra la que busca en un rincón, ha llegado diciembre y toca colocar el árbol de Navidad que ya lleva en poder del viajero casi un lustro y dos años en la caja, pero estas navidades siente el viajero cierta morriña de navidades pasadas, quizás demasiados ausentes ya resultando más confortable el recuerdo que el presente...
Saca el árbol el viajero de la caja y observa con preocupación que al árbol de Navidad le falta la mitad de su tronco con sus correspondientes ramas. Tras cierta zozobra mental, logar recordar el viajero que la última vez que se guardó le fue imposible introducirlo entero en su caja y optó por meter la mitad y la otra mitad guardarla aparte, en un arcón debajo del sillón escamoteado a la vista de los demás. Tras recuperar la otra mitad, monta el viajero el tronco del árbol para proceder a desplegar las ramas que a su vez se divide cada una en cinco ramitas y cada ramita con cinco ramitas aún más ramitas. El viajero calcula el tiempo de desplegar en todo su esplendor arbóreo el árbol de Navidad y le viene a la mente la ocurrencia de que ya que el árbol estará cerca de la pared, sólo queda a la vista un frontal que evita desplegar las ramas que quedan enfrente a la pared y fuera de la vista del observador, una gran ocurrencia piensa el viajero para sus adentros que le motiva a seguir el proceso del montaje del árbol de Navidad, con nuevos bríos desplegando las ramas en ramitas y las remitas en otras ramitas. Se detiene en el despliegue arbóreo cuando considera que ya está en todo su esplendor y el viajero observa con pánico que el suelo alrededor del árbol está lleno de cortos filamentos verdes que se han desprendido del árbol de Navidad durante el despliegue arbóreo, lo que eran graciosas hojitas de las ramas y ramitas forman en el suelo un tapiz digno del pelaje de un perro verde que va perdiendo el mismo. Tiene el viajero que ir a buscar la escoba y el recogedor para barrer la frondosidad arbórea desprendida, aprovechando de paso para coger resuello...
El viajero abre la caja de las bolas y adornos con formas variadas y de distintos colores, quiere formar un conjunto colorido y a la vez llamativo, una espiral de bolas de un color que cambia a mitad de la espiral. Quiere el viajero hacer manojos de cuatro bolas que colgará juntas, pero encuentra dificultades numéricas en el sentido de que no hay suficientes bolas para hacer los manojos de cuatro bolas necesarios, tampoco le importa mucho porque es un coñazo hacer los manojos y resuelve que lo mejor es el formato clásico de colgar los adornos individualmente. Hay bolas azules, rojas y plateadas; estrellas azules y plateadas de dos tamaños, pirulos de colores y una gran estrella para coronar el árbol...
El viajero contempla satisfecho la primera fase de la tarea y se pasa su buen cuarto de hora corrigiendo detalles estéticos como que no haya muchas bolas apelotonadas, que los colores se intercalen, el delicado equilibrio entre adornos y bolas de navidad teniendo en cuenta que estas varían de tamaño. Toca poner las luces, piensa el viajero mientras pasa de nuevo la escoba porque el árbol de Navidad sigue perdiendo pelambrera. Las encuentra en el cajón de los trastos, son un filo hilo salpicado de led que el viajero enrolló sobre el cajetín de las pilas la última vez que las utilizó. Tiene dos, porque dispone de un belén compacto donde los protagonistas del mismo son fijos salvo el ángel que cuelga sobre sus cabezas, todo ello quedando muy resultón una vez le rodean las luces. Comienza por el árbol de Navidad, el hilo se desenrolla fácilmente y lo hace subir y bajar entre las bolas y los adornos navideños, luego rodeando en espiral descendente y serpenteando de nuevo para subir. Comprueba el viajero que funcione el mando tras colocarle las pilas y todo funciona a la perfección, no puede el viajero reprimir el impulso de bajar las persianas para quedar a oscuras y contemplar su creación luminosa que le deja satisfecho tras probar la media docena de combinaciones que permite el mando de las luces navideñas...
El viajero observa con un poco de pánico que el segundo hilo no está enrollado a la caja de las pilas o puede que lo estuviera y se ha salido, pero sea lo qué sea el resultado es un ovillo que el viajero trata de desenrollar para comprobar que es tarea imposible, se desenrolla algo de inicio pero llega un punto en que la tarea es trabajo inútil. Mira el viajero el belén compacto y el juego de luces hecho un ovillo y se le ocurre que el tramo de hilo desenrollado le da para rodear el belén compacto haciéndolo pasar entre los protagonistas y si coloca el ovillo de luces detrás, justo encima del Niño Dios, creará un efecto lumínico sorprendente resaltando al protagonista de la Navidad y se pone a ello concentrado, primero pasando el hilo desde el ángel y a lo largo de la estructura del pesebre y descendiendo para extenderse entre la Virgen y San José, rodeando la cuna y finalmente llegando al ovillo que el viajero coloca estratégicamente matando dos pájaros de un tiro: iluminar el belén y sacar provecho de la desgracia de no poder desenrollar el hilo de luces...
El viajero mira satisfecho desde la puerta del salón, luego pasa al sofá, después a la ventana y, tras hacer unas correcciones moviendo aquí y allá alguna cosa, queda plenamente satisfecho de su árbol de Navidad con el belén a sus pies y la estrella coronando el árbol que también se ilumina. Piensa en grabar un vídeo y felicitar así a sus amistades, pero lo descarta al instante no tanto por carecer de amistades a quien felicitar como a su inutilidad para las artes cinematográficas. Tan contento está el viajero y es tal su satisfacción, que decide premiarse a sí mismo con un cafelito recién hecho, de manera que sale al pasillo y se dirige a la...
Pero ése, ya es otro viaje.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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