Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
KIT GASTRONÓMICO DE EMERGENCIA EN CASO DE UN ATAQUE RUSO
Seguimos
tratando el peligro se un ataque preventivo ruso y hoy lo abordaremos
desde el punto de vista gastronómico para aguantar tres días hasta
recibir ayuda. Se venden kit de supervivencia, nada baratos por
cierto, aunque por estas latitudes suena un poco a consumismo
camuflado; también recomendaciones en medios de comunicación de
hacer acopio de laterío, legumbres y demás alimentos para soportar
esas 72 horas cruciales y nadie mejor que nuestro asesor en temas
gastronómicos para iluminarnos sobre el asunto...
-Partamos de la base de
un escenario de ataque masivo a sistemas de telecomunicación,
energéticos y de servicios que damos por hechos y tenemos acopio de
latas de fabada asturiana, lentejas a la riojana, cocido madrileño,
arrocito y gambas precocinado, un kilo de legumbres varias y agua
envasada...
-Pues
salvo el agua envasada puede tirar el resto directamente a la basura
o zamparlo antes del ataque preventivo. Si estamos a oscuras,
incomunicados, sin energía salvo un paquete de pilas, toda esa
comida enlatada es inservible por cuanto no podrá calentarse. Me
dirán que se hace una fogata en el salón, pero eso no es práctico
para sólo 72 horas de aislamiento y se acabaría incendiando el
edificio porque es seguro estadísticamente que si todas las casas
hacen una fogata habrá alguno que se vaya de control y acabe en un
estrago incendiario. Hay que tener en cuenta que si llenamos el
espacio habitable, no hay que contar en utilizar todo el espacio
porque la radiación o el bombardeo con misiles de carga convencional
causarán daños que obligarán a recluirse en una estancia o dos
como mucho. Hay que tener en cuenta que nuestros intestinos en esas
primeras 72 horas tras el ataque preventivo ruso no entiende de
cambios y seguirán cumpliendo de manera efectiva su función
culminando con la evacuación. En este aspecto intestinal, las latas
usadas pueden servir de inodoro improvisado si bien con potenciales
rasguños en las nalgas si acercan las mismas al borde del inodoro
improvisado.
-¡Jajajaja!
¡Es usted un cachondo, Skizo´s, un cachondo mental! ¡Jajajaja! Lo
que trato de explicarle es que llenar el refugio más o menos
improvisado de alimentos que precisan de calor para su preparación
no es lo correcto. Latas de fruta en almíbar, además de la fruta el
almíbar puede beberse en varias dosis; frutos secos, unos gusanitos
o cualquier otro aperitivo y más que latas de distintos platos
regionales, mejor un buen juego de mesa bien provistos de luz a
pilas, que si serán fundamentales porque 72 horas en aislamiento
sabiendo que han atacado los rusos, aunque sea preventivamente, nos
pueden volver majaras, al menos más de lo que ya solemos estar
habitualmente. Menos laterío inútil y sí papel higiénico y
recipientes para hacer aguas mayores y menores. Si hay mascota, una
vez despellejada se pueden poner a secar muslos y costillares que se
agradecerán cuando se salga del refugio sin menoscabo de usar la
piel para hacer prácticas orejeras o uno siempre necesarios guantes.
-Ya
puestos también un burro, mula o poni pequeño. Los medios
hipomóviles siempre pueden ser útiles tanto como animal de tiro y
carga que como fuente de alimento... ¡Hablamos de un entorno
urbanita, aislados en la jungla del asfalto que a oscuras se vuelve
peligroso deambular y se hace necesario estar en el refugio aunque
pasen 72 horas! No creo que después de un pepinazo nuclear nos
queden ganas de salir y si es un ataque convencional podemos estar
rodeados de un mar de escombros donde antes estaba el súper o la
panadería. El mejor refugio individual es una buena bañera de las
de antes de los platos de ducha. Tiene espacio para estar recogidos
las 72 horas de marras y se pueden guardar alimentos, si cubrimos la
bañera bajo un buen colchón, estaremos cómodamente instalados sin
gastar energías. En caso de una familia o agrupación de convivencia
pueden meterse debajo de una mesa, que no sirve de mucho pero da
sensación de seguridad por algún extraño mecanismo mental. Tener
una gallina nos puede amargar las 72 horas con el consiguiente olor a
corral en el ambiente cerrado del refugio. En la bañera como
refugio, tener una gallina nos expondría a desagradables picotazos
dadas las dimensiones del refugio improvisado con la bañera cubierta
por un colchón.
-Pues
ya saben, nada de laterío que haya que calentar y nada de gallina
con aroma de corral. Eso sí, una lata para evacuar habiendo limado
previamente la superficie cortante en contacto con el culo...
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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