Es
un tipo del que oímos hablar y al que citamos varias veces a lo
largo del periplo vital, ejerciendo esa atracción inexplicable que
despierta el mundo del circo y sus misterios cuando acaba la función.
Entrevistamos a Indalecio Turrión, empresario circense cuyos
proyectos han fracasado siempre estrepitosamente y entre otros
factores para tal calamidad empresarial es que fue denunciado por
fraude cuando un padre que fue con su hijo al circo le denunció por
estafa en el espectáculo de los enanos y demandó por daños
psicológicos en su hijo por el trauma de ver que los enanos no eran
tales...
-Primero
por necesidad, la crisis de 2008 hizo que tuviera que cerrar mi
empresa de reformas y quedando de la noche a la mañana de próspero
capitalista a usuario de servicios sociales y pufista con un puñado
de entidades bancarias. La segunda razón creo que ha sido por
vocación y algo de casualidad. En la Nochebuena de 2009 en casa de
mis suegros, comentando lo mal que me iban las cosas, la suegra me
dijo, y creo que con cierto retintín, que siempre había sido algo
payaso y que mis negocios siempre fueron payasadas. Entonces vi la
luz, esa noche no pude dormir pensando en las palabras de mi
suegra... ¡El circo! ¡Todo circo tiene sus payasos! ¡Seré payaso
y empresario de circo, mi propio circo! ¿Comprende...?
-¡Espere
coño, espere que no acabé! El caso es que invertí el paro de año
y medio en montar el circo. Lo de ser payaso no funcionaba, el
público decía que les miraba mal, que mis chistes eran cutres y
pasados de siglo, en fin que una calamidad como payaso. Como podrá
suponer la inversión se iba a tomar por el culo con el fracaso de
ser payaso, pero mi instinto empresarial vio de nuevo la luz, podía
trozear la carpa y hacer pequeñitas carpas para montar mi circo de
espectáculo de pulgas haciendo cabriolas, tirando de cochecitos, un
canal de 24 horas en las redes sociales como un GH en plan GH PULGA,
crearía franquicias vendiendo las pequeñas carpas y altos ingresos
del canal 24 horas de GH PULGA. Pues viene la concejala del grupo
municipal de CHUMAR y
me clausura el pequeño circo por no sé qué milonga de sanidad y
salud pública. Intenté razonar con semejante obtusa mostrando
claramente el cartel a la entrada del pequeño circo de pulgas de que
no se admitían perros ni gatos, amén de una advertencia de posible
contagio de pulgas en el público...¡Pero si cuando no había
función las pulgas se iban a sus jaulas de pulgas! ¿Lo puede creer?
-Me
encontraba en una encrucijada tras la clausura del circo del pulgas,
me costó un huevo cancelar el canal de 24 horas, la carpa del circo
tras trocearla era completamente inútil e inservible aunque se
pueden hacer servilletas y un par de manteles. Saqué otro crédito y
decidí que mejor que ser un payaso sin futuro y tras liquidar con
insecticida a las pulgas, a veces siento que me pica una como esa
sensación cuando amputan una extremidad, es una sensación realista
y hasta puedo notar varias pulgas a la vez, para que vea que mi
psique las añora. Así que le eché cojones y me fui a la oficina
del paro a explicar mi proyecto y los requisitos para contratar a
media docena de enanos, supuse que habría más oferta que demanda
dado que les han negado trabajar en espectáculos taurinos. El
funcionario me dijo que no podía tener a trabajadores con displesia
esquelética, lo cual me pareció correcto porque yo a las
enfermedades venéreas les tengo respeto. Pues contrato a seis enanos
para que hagan un número cómico y a partir de ahí salió la
denuncia, la demanda y estoy a la espera de juicio.
-El espectáculo consistía en realizar una especie
de olimpiadas adaptada a la altura de los enanos como las canastas de
baloncesto y donde un asistente adulto del público competía contra
uno de los equipos de enanos. Qué risas en el baloncesto viendo a
los adultos tratando de jugar, luego había tenis de mesa y un
conjunto de pequeñas pruebas de distintas especialidades olímpicas
donde se mostraba a los niños mediante el circo que no hay que
discriminar a nadie por su estatura, una labor social dentro de la
idea empresarial. Todo iba sobre ruedas, salí en la prensa
especializada como ejemplo de empresario progresista. Una función
salió un adulto voluntario a jugar, el tipo no se tomó a bien que
le vacilaran los enanos del equipo contrario, su hijo histérico
gritando que había tongo. Lo que ocurrió después fue una
pesadilla, vino el forense a ver a los enanos y entonces se descubrió
el pastel donde soy el primer perjudicado... ¡No eran enanos, eran
señores bajitos!
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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