Al menos en el acantilado,
lo del carnaval queda un poco aguado, no porque llueva que también.
La única novedad es que a media mañana pasó una ruidosa, para los
tímpanos durmientes, una charanga. Pero no se ve mayor novedad desde
el acantilado en la calle...
Los disfrazados de
siempre, que al menos podían quitarse la careta en carnaval, siguen
disfrazados disfrazando la realidad, convirtiéndola en realidades
que todo el mundo consume y se creen en otras realidades para que en
realidad los disfrazados perennes sigan viviendo de la mascarada...
Lo malo del carnaval, como
todas las fiestas de todo tipo y pelaje, acaban más pronto que tarde
y queda esa sensación amarga en el cuerpo y las entrañas de que
pasa rápido lo bueno y seguimos en lo malo de cada día...
A este paso habrá que
disfrazarse para salir a la calle sin ser carnaval.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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theadversiterchronicle@hohtmail.es
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