The Adversiter Chronicle

jueves, 8 de febrero de 2024

"COMPOSTURA DEL POSTUREO", por Alí Kate

CUANDO EN EL AUTOBÚS OCUPAN NUESTRO REPOSABRAZOS

Hoy abordaré una compostura del postureo que se sufre al menos un par de veces en la vida. Se da en el transporte en autobús cuando hay filas de dos asientos y los reposabrazos interiores están uno junto al otro. Problema inexistente en teoría que resulta una gran complicación en la práctica. Antes, debo decir que si hacemos memoria resulta que ya desde la más tierna infancia nos enfrentamos a que nos ocupen nuestro reposabrazos con lo cual, ya adultos, estamos inconscientemente preparados para la compostura del postureo a tratar hoy. No es lo mismo que nos toque de vecino de asiento una persona delgada cuyos brazos suelen adaptarse al tamaño del reposabrazos pero si son numerosas las personas delgadas que tienen mucha jeta y ocupan sin preguntar nuestro espacio vital del reposabrazos interior del asiento. Otra cosa es una persona gruesa y entrada en lorzas cuyo volumen de brazo hace inevitable que ocupe espacio ajeno, si es una fémina la mejor compostura del postureo es de amabilidad con galanteo, tal vez no nos enamoremos de nuestra rolliza vecina pero sí que puede ser una agradable compañía de viaje. Si se trata de un hombre, cuyos brazos tienen más volumen, la compostura del postureo requiere de diplomacia, pequeños toques de codo con codo a ver si se da por aludido sin acabar la cosa a empellones. Una buena compostura del postureo es ser puntual para subir al autobús, llegar primero y ocupar el reposabrazos ajeno a la vez que fingimos estar en el más profundo de los sueños, nadie despierta a alguien porque dormido ocupa el reposabrazos que no le corresponde. Es una compostura del postureo que sirve para cada tipo de lugar donde haya sillas juntas, butacas de garitos de mala nota y baja estofa, estadios deportivos y hasta vehículos particulares, salvo con suegras que la cortesía obliga a conceder bula para sus brazos. La compostura del postureo de liarse a codazos todo el trayecto puede acabar mal o pillarnos el nervio tonto del codo que nos deja tonto el mismo. La mejor compostura del postureo es estudiar al pasaje y sentarse al lado de una persona manca, fijándonos que extremidad le falta para que coincida con el reposabrazos interior de nuestro interés.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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