"Días de vinilo y cassetes", suplemento musical cutre

 Una sección de El Bis en exclusiva para The Adversiter Chronicle

BSO Por un puñado de dólares (1964)

El pasado mes de julio dejaba este mundo el compositor y director de orquesta Ennio Morricone, popularizado en el orbe hispano por sus bandas sonoras en las películas del género del oeste rodadas en España y de producción italiana. Fueron películas que popularizaron a sus actores pero la trilogía protagonizada por el hoy venerado Clint Eastwood con la banda sonora de Ennio Morricone es quien ha pasado a la memoria y que ha sido transmitida de padres a hijos. Porque estas tres películas con el Eastwood seguían reponiéndose a finales de los 70´s y las cintas de casete en los expositores de gasolineras y restaurantes con las bandas sonoras del Morricone en películas del oeste seguían siendo de las más vendidas...

A nivel popular y de memoria musical cinematográfica, Ennio Morricone traspasa los

recuerdos cinematográficos y sus composiciones y orquestaciones de bandas sonoras nos llevan irremediablemente a los parajes del oeste americano, de salón con pistoleros, a la libertad de los paisajes abiertos. Morricone era un compositor que al igual que Mozart, por poner un ejemplo ilustrativo, logra que su música sea eterna, que siempre que se escuche haya pasado el tiempo que haya pasado, siempre quedará anclada en la memoria y sin saber cómo transportará a los parajes de vaqueros aun sin saber ni haber visto las películas. Podéis hacer la prueba con alguien de las generaciones digitales, ponerle una BSO y que os narre qué visualiza.

Y puede que de aquí a quién sabe cuándo, una inteligencia artificial sea capaz de componer una banda sonora a tenor de las imágenes que le pasan por ua pantalla o sus lectores, pero, hasta entonces, el puesto de rey de las bandas sonoras será Ennio Morricone, donde la música es complemento imprescindibles a las imágenes de turno pero siempre con la música en la memoria cuando ni siquiera recordemos el título de la película. Incluso hay títulos que sólo merecen verse por escuchar la banda sonora. Así que si nunca le habéis escuchado es buen momento para dejarse llevar por la composición y quienes ya la conocéis sabéis que nunca cansa escucharle, cierto que satura en dosis intravenosas pero es como las banderillas picantes, puede que no las comas en una temporada pero volverás a caer en sus brazos...

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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