Con la colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter Chronicle
Las normas sanitarias para combatir al coronavirus abarcan todos los aspectos de la vida humana y el sexo no podía ser menos por cuanto es parte fundamental del ciclo vital. Pero han surgido dudas respecto al uso o no uso de mascarilla durante el coito y se hace necesario escarbar en el asunto a fin de penetrar, nunca mejor dicho, en el fondo de la cuestión que no es otra de si la ciencia avala el uso de la mascarilla en el sexo como prevención...
-Mascarilla, preservativo... ¡Sólo falta que haya que enfundarse un traje EPI, redios!
-Bueno,
bueno, que haya calma. Tomar precauciones siempre es necesario
incluso en circunstancias normales y si se tiene pareja o parejas
estables la mascarilla puede usarse como modo de juego erótico
festivo pero si se es picha brava de aquí te pillo aquí nos
coitamos lo mejor es tomar precauciones y si se agobia con la
mascarilla alguno de los miembros de la pareja siempre queda adoptar
una postura acorde a las medidas de distancia recomendadas por la
Organización Mundial de la Salud...
-Al
tema de las posiciones quería yo llegar... ¿Posturas clásicas o
vanguardistas?
-Con
mascarilla sirven casi todas y puede estimular la libido el morbo de
no poder besarse o rozar los labios con el cuerpo de la pareja, sin
mascarilla se puede hacer de espaldas siempre y cuando la pareja
receptora tenga el tamaño y proporciones adecuadas en el tronco. Por
lo general la distancia en estas posiciones perrunas es la correcta
siempre y cuando no se espute sobre la pareja en su rostro durante el
frenesí del acto sexual. Hay casos de parejas que cuando llega el
momento culminante se quitan la mascarilla y ya tenemos ahí un
potencial foco de contagio.
-Seguimos
las normas pero llegado el momento la pareja dice que preservativo sí
pero mascarilla no, ein?
-Depende
mucho del grado del calentón, hace falta fuerza de voluntad y
determinación para rechazar un coito pero es cierto que si bien el
preservativo se ha normalizado en su uso ahora ocurre con la
mascarilla. Hay que jugar con ella, un elemento más del juego
erótico festivo igual que hemos adoptado las mascarillas como parte
de nuestro vestuario pues debemos aceptar la mascarilla como parte de
nuestra sexualidad. Quienes gusten de la masturbación y tienen
pareja pueden masturbarse con la mascarilla puesta, tanto machos alfa
como damiselas que la mascarilla lo mismo sirve para una zambomba que
para hacerse un dedo. Es cuestión de acostumbrarse y reiterar que
hemos de acoger a la mascarilla como parte de nuestra vida cotidiana
y de nuestra vida íntima.
-Digo
yo profesor que, tanto desde un punto de vista masculino como
femenino y no hetero y hetero, digo yo que hará falta un proceso de
adaptación masturbatorio con mascarilla, ein?
-¡Jajajajaja!
¡Es usted un cachondo Skizo´s, un cachondo! La rutina masturbatoria
no se ve no sólo alterada sino estimulada y puede proporcionar a las
parejas momentos de placer inesperado viendo como se masturban, pero
el PAM sí es necesario porque no es lo mismo un orgasmo con
mascarilla que sin mascarilla, salvo aquellos casos exentos de
llevarla por prescripción facultativa, por supuesto. Un buen PAM
puede hacernos olvidar la pandemia por unos orgasmos, cosas de la
psique humana.
-Para
terminar, podría sugerirnos un traje profiláctico para el coito...
-Si
se es persona fantasiosa o padece de ser hipocondriaco puede ponerse
condones en los dedos de la mano y dedas de los pies, otro en la
lengua y una mascarilla debajo de una máscara de carnaval de estas
que cubren el cráneo hasta el cuello, de esta guisa pueden usarse
los respectivos genitales con la sensación de estar protegidos, es
cierto que entre la fogosidad del momento y las inevitables
reacciones fisiológicas inherentes al acto erótico festivo puede
producir sensación de ahogo y asfixia que la pareja interpretará
como señales de placer que a su vez la excitan a ella, si los dos se
sienten asfixiados no pasa nada siempre y cuando se quiten la
mascarilla, por supuesto.
-Pues
ya saben, en la nueva normalidad, mascarilla hasta para fornicar.
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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