Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Libro: La
fábrica de las fronteras
-Guerras
de secesión yugoslavas 1991-2001
Autor:
Francisco VeigaEditorial: Alianza Editorial S. A.
Edición: 2011
Es buen momento para echar la vista atrás y recordar el
último conflicto europeo cuando al albur del fin de la Guerra Fría
lo que era Yugoslavia se desintegró violentamente en varias
repúblicas. No es un libro con descripciones de limpieza étnica y
atrocidades, es una crónica de los hechos y las políticas que
permitieron un conflicto que rompió el sueño de un nuevo orden
mundial tras la victoria aliada sobre Irak y la liberación de
Kuwait. Relato sin concesiones a la duda donde jugaron todos los
actores internacionales entre temores y resquemores de revivir en
Europa los estragos que llevaron a dos guerras mundiales ante el
hecho de la unificación de Alemania y su injerencia en reconocer en
solitario las nuevas repúblicas que se independizaban de
Yugoslavia...
Francisco Veiga es profesor de Historia Contemporánea
en la Universidad Autónoma de Barcelona desde hace veinticinco años.
Tiempo más que suficiente para ir incorporando al ensayo y la
enseñanza en las aulas todos aquellos acontecimientos que terminaron
por convertirse en Historia Actual, curso tras curso. Junto con la
descripción académica, Francisco Veiga ha utilizado el análisis
directo de la actualidad ejerciendo como comentarista para diversos
medios de prensa, lo que le ha permitido observar en directo algunos
momentos de cambio en los países de la Europa oriental, norte de
África y Turquía. Todo ello ha contribuido a configurar un estilo
narrativo riguroso, pero con gran profundidad analítica, que ha
volcado en seis libros.
Datos sacados de una generosa contraportada y
actualizados al año de edición, pero sin más, unas breves reseñas
que os inciten a su apasionante lectura:
Eslovenia...
“La
imagen de un furioso Goliat intentando aplastar a un indefenso David
fue una mera operación mediática: sumando la totalidad de los
efectivos del Ejército federal en Eslovenia se alcanzaba la cifra de
35.000 soldados. Ahora bien: las fuerzas federales no actuaron todas
al mismo tiempo, sino que fueron entrando en territorio esloveno (y
siendo anuladas por el adversario) en días sucesivos. Así, por
ejemplo, el día 26 de junio, primero del despliegue de las fuerzas
federales en Eslovenia, 400 agentes de policía y 270 aduaneros
fueron apoyados por unos 2.000 soldados. En el cómputo arriba
mencionado se incluyeron, además, efectivos que no llegaron a entrar
en combate, o que no formaban parte de las unidades operativas.
Frente a ellos, los eslovenos pusieron en liza 26.000 hombres,
bastante bien preparados, adecuadamente encuadrados, muy motivados, y
con un plan operativo consistente. Es cierto que apenas disponían de
armamento pesado ni de aviación, pero eso desempeñó un papel muy
secundario en los enfrentamientos de aquellos días, puesto que los
mandos militares federales no se atrevieron a utilizar ni artillería
ni aviación: las consideraciones políticas evitaron que en
Eslovenia prendiera una guerra real, con su secuela de destrucciones
masivas y aplastamiento del adversario por todos los medios. De
hecho, los militares tampoco fueron a detener o anular a las nuevas
autoridades de Ljubljana. Dicho de otra forma, el Ejército Popular
Yugoslavo contuvo el recurso a su poder en Eslovenia: de haber
atacado en fuerza, tarde o temprano habría aplastado la resistencia
eslovena.”
Europa...
“Esa
Europa que los nacionalistas eslovenos consideraban modélica,
pareció darles la razón. Bruselas intervino con rapidez para
detener los combates, que tanto impacto estaban teniendo en la
opinión pública occidental, literalmente horrorizada. Hacía justo
un año y medio que se había derrumbado el Muro, disolviéndose casi
por completo el bloque oriental en la órbita soviética. De hecho,
la Guerra Fría había concluido hacía mucho menos tiempo: se podía
tomar como referencia la proclamación del Nuevo Orden Mundial
efectuada por el presidente George W. Bush, durante un discurso en el
Congreso (11 de septiembre de 1990), cuando trabajaba para poner en
pie una coalición de países que debía liberar a Kuwait de las
tropas de Saddam Hussein. A lo largo de más de cuarenta años,
Europa se había librado de la destrucción que podía haber supuesto
el desbordamiento de la Guerra Fría. Incluso se habían evitado los
episodios bélicos que bajo la forma de guerras de contrainsurgencia
o enfrentamientos convencionales, habían asolado a algunos países
de Extremo Oriente, el continente africano o América Central.”
Croacia...
“En
aquel verano de 1991, el temor ante el resurgimiento del fascismo
croata histerizó a los serbios de Croacia y añadió más leña al
fuego el hecho de que justo por entonces se cumpliera medio siglo
exacto de las matanzas del verano de 1941. Algo tan inocuo como la
simetría de las efemérides puede tener efectos perversos, sobre
todo si es atizada por la prensa. Y lo cierto es que desde Belgrado
se echaron cubos de gasolina a la hoguera, ayudando a convertirla en
un incendio. En conjunto, se puede decir que el camino hacia las
masacres yugoslavas comenzó mucho antes de que sonara el primer
disparo en Croacia. Así, las primeras muertes se vivieron como una
profecía autocumplida que necesariamente debería ir a más. Si no
fue así en muchos casos, se debió a la incapacidad material,
logística o de planificación para cometer verdaderos genocidios.”
Dubrovnik...
“Ni
siquiera los juicios en el Tribunal Penal Internacional contra varios
de los responsables militares del ataque lograron aportar mucha luz
sobre la razón última de la ofensiva. Como objetivo puramente
militar Dubrovnik no parecía tener mucho sentido. Había sido
declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO y, como tal, estaba
desmilitarizada; debido a ello no había cuarteles del Ejército
federal que asediar. Dado que la población local serbia no llegaba
ni al 7% del total, no se podía argumentar que el Ejército federal
estaba allí para apoyar a una minoría secesionista. Tampoco era un
centro de comunicaciones, dado que estaba situada en el extremo
meridional de Croacia: Dubrovnik quedaba aislada del resto del país
por el corredor de Neum, única salida al mar de Bosnia- Hercegovina,
y situado al norte de Dubrovnik. Por último, la ciudad estaba
situada al pie de una cadena montañosa que hacía muy problemático
el despliegue de unidades militares; de hecho, el asedio del Ejército
federal tuvo que ser ampliamente complementado por el bloqueo desde
el mar llevado a cabo por unidades de la Marina.”
El Plan Cutileiro…
“El
plan Cutileiro apostaba por remodelar Bosnia en un sentido
confederal, tomando a Suiza como modelo lejano. La idea central
consistía en fortalecer el poder de tres unidades étnicas
constituyentes que administrarían, cada una, una parte del
territorio, conservando un gobierno central con las mínimas
funciones. Ni serbios no croatas ni musulmanes controlarían
distritos o cantones contiguos a los propios. Esta dispersión haría
difícil un reparto de facto de Bosnia-Hercegovina, lo cual venía
reforzado por el hecho de que los cantones no estaban constituidos a
partir de mayorías étnicas absolutas. Tres años más tarde, los
norteamericanos impusieron su plan de paz basado en los mismos
principios: en efecto, la paz de Dayton estaba modelada sobre un
principio confederal similar al propuesto por Cutileiro.”
EEUU...
“En
1993, la presión intervencionista en Bosnia generaba grandes
frustraciones en Occidente, dado que no terminaba de concretarse,
mientras que, primero la CE y luego la ONU, fracasaban una y otra vez
en sus gestiones diplomáticas. Tras el Plan Cutileiro y el Vance-
Owen, basados en la cantonalización de Bosnia, el Owen-Stoltenberg
de agosto de 1993, y el del Grupo de Contacto (EEUU, Rusia, Francia,
Gran Bretaña y Alemania) discutido a partir de febrero de 1994, se
basaban en la aceptación de las líneas del frente como base para
contentar a los beligerantes. Ninguno salió adelante, porque no
gustaban ora a unos, ora a los otros. En algunos casos, serbios o
musulmanes esperaban a que el enemigo rechazara antes el
correspondiente plan a fin de que fuera la imagen del adversario la
que se deteriorara en aquel pudridero bosnio. En tales
circunstancias, la llegada del nuevo presidente Bill Clinton a la
Casa Blanca, en enero de 1993, iba a marcar el comienzo de una nueva
dinámica, aunque inicialmente no se apreciara.”
Dayton...
“En
octubre de 1995, Holbrooke era el encargado de coronar aquel ballet
militar y diplomático diseñado con tanta precisión: una
conferencia para ultimar los detalles del plan de paz, en una lejana
base aérea de la USAF, Wright-Patterson, en Dayton, Ohio. Se trataba
de organizar rondas de negociaciones lejos de los sobreexcitados
parlamentos balcánicos, la prensa manipulada o la presión de las
naciones machacadas por la guerra; los representantes de las partes
en litigio permanecerían concentradas y guardando hasta el final el
secreto sobre las conversaciones. Los americanos ya habían probado
la eficacia de esta modalidad diplomática `a presión´ en las
conversaciones de paz de Oriente Medio, desarrolladas en Noruega
entre Yitzhak Rabin y Yasser Arafat, en enero de 1993. Así fue como
el 1 de noviembre de 1995 se reunieron en Dayton las tres
delegaciones negociadoras: una por la República Federal de
Yugoslavia (Slobodan Milosevic y Momir Bulatovic), otra por la
República de Croacia (Franjo Tudjman); y la tercera, encabezada por
el presidente Alija Izerbegovic, por Bosnia-Hercegovina. Los croatas
y serbios de Bosnia también enviaron sus representaciones, pero sin
voz ni voto.”
Kosovo...
“La
población serbia de Kosovo fue `limpiada´ por los triunfantes
albaneses, mientras las fuerzas de ocupación de la OTAN miraban
hacia otro lado, con una actitud muy similar a la que tuvo lugar en
Irak tras la invasión angloamericana de 2003, que favoreció los
saqueos y asesinatos entre iraquíes, o entre éstos y los kurdos. En
cuestión de días, las casas de los serbios comenzaron a ser
quemadas, los civiles eran apaleados o asesinados. Miles huyeron
hacia Serbia con lo poco que pudieron reunir. En julio de 1999 eran
ya 176.000 los serbios que habían huido de Kosovo; también los
gitanos fueron expulsados; incluso las pequeñas minorías étnicas
croata y bosnia tuvieron que dejar la provincia. Por lo tanto,
sumando los expulsados de la Krajina y los de Kosovo, amén de unos
cuantos miles más que también huyeron de Bosnia, resultaba que las
poblaciones serbias limpiadas étnicamente terminaron superando en
números absolutos a las de cualquiera otra república exyugoslava. A
la altura de agosto de 2006, Serbia acogía a 314.000 desplazados
propios frente a los 190.000 bosnios, 22.000 de Kosovo y 7.000 de
Croacia.”
Historia de la reciente crónica de Europa y lectura
imprescindible para comprender que los nacionalismos pueden dar al
traste con décadas de sosiego y alterar el equilibrio mundial y
donde a pesar de que era un conflicto localizado y de características
exacerbadas por décadas de odio étnico que una vez roto el sistema
comunista, explotaron en toda su cruel realidad de matanzas, asedios,
limpieza étnica y semillas del odio que durarán generaciones. Ideal
para turnos de noche, estancias hospitalarias o en salas de espera y
recomendable a votantes que eran niños y niñas entonces y que creen
en los sueños delirantes de políticos que sí fueron contemporáneos
de los hechos y proponen vías balcánicas para sus delirios de
patriotas...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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