Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
OBLIVION (2013)
La ciencia-ficción es uno de nuestros géneros favoritos y el equipo de cata cinematográfica no podíamos dejar pasar la ocasión de visionar esta producción de 2013 dirigida por Joseph Kosinski, del que no recordamos cosas, siendo protagonista Tom Cruise y bien flanqueado y apoyado en su papel por Morgan Freeman amén de un argumento interesante con el siempre atractivo mundo post apocalíptico y una luna medio desintegrada...
Y es que ver o imaginar plasmando en imágenes cómo quedaría el planeta y nuestra civilización tras una hecatombe de proporciones bíblicas siempre ejerce una atractiva y oscura fascinación en nuestras mentes como si el paraje de Chernobil no fuera muestra suficiente y siempre anhelamos observar más. En ese sentido la escena en moto a través de lo que una vez fue un océano con Tom Cruise rodeado de cascarones oxidados y submarinos nucleares con sus lanzamisiles abiertos, el campo de béisbol convertido en un cráter o ciudades sepultadas que convierten los edificios bajo tierra en nuevas cuevas donde se refugia el ser humano, son fascinantes.
Tom
Cruise es una estrella, quizás la más digna de llevar tal título y
no podía ser otra que una producción puesta a su servicio. Su
personaje es el mismo de siempre y sabe dotar, mediante muecas y
gestos faciales, la pesadumbre existencial que el personaje requiere,
añorando mediante historias que escuchó alguna vez ese mundo
desparecido del que sólo queda un planeta arrasado y restos de cosas
que conformaron aquel mundo. Y lo cierto es que nos ha gustado su
interpretación, más creíble que otras anteriores dentro del mismo
arquetipo y por ello es que tal vez es un actor que nos empacha en
ocasiones aunque hemos crecido con él y es como volver al hogar por
Navidad, presta un par de semanas pero luego resulta insoportable.
De
Morgan Freeman decir que está bien como siempre en otro de esos
papeles que su presencia por sí sola ya impone, da enjundia a la
producción y siempre nos arranca una sonrisa, en esta ocasión por
sus pintas, pero es digno escudero aunque se echa en falta que se
hubiera desarrollado más el proceso de selección que realiza del
protagonista, pero hubiera requerido más metraje y las breves y
rápidas pinceladas de los motivos resultan entendibles.
De
las féminas también doble protagonismo. Comenzamos por Andrea
Riseborough que borda un papel difícil por cuanto se compone de
silencios y expresiones faciales además de la interpretación y su
papel. Nos puso la escena en la piscina y nos turbó su belleza
británica de piel blanca y fina, refleja el tormento de su personaje
que sólo aspira a terminar la misión y regresar a Titán, temiendo
siempre que el extravagante comportamiento de su pareja y compañero
de misión la fastidie ante los superiores, harta del ático con
vistas a un mundo perdido, deseando recomenzar lejos de un planeta
hostil por su desolación y la radiactividad..
La
acompaña Olga Kurilenco, una belleza digna de ser rusa, en un papel
que también precisa silencios para asimilar el mundo tras años en
suspensión y regresar al mismo perdiendo la tripulación, de confiar
en un desconocido que es su marido, que lo era, y que sigue siendo
aunque no la recuerde pero la recuerda en fragmentos. No desmerece
ninguna en el conjunto y están mononas ambas sin falta de erotismo
ñoño o morbo de ropa interior, lo cual se agradece y agradece la
película.
Una
película ambientada en una Tierra desolada por la invasión de una
nave alienígena donde derrotarla significó para los supervivientes
buscar amparo en otro planeta quedando la supervisión de los
recursos a cargo de parejas de navegantes que protegen los equipos de
la depredación de los habitantes...
No
contamos más porque es un producto entretenido, bien facturado por
el pulso del director y que incluso merecía más profundidad porque
aunque no hay tiempo para un respiro sí que el final es algo
precipitado. No faltan homenajes a otros títulos destacando el ojo
de los drones que recuerda al de HAL9000. Recomendable porque es una
película interesante por lo que plantea: un hipotético futuro donde
el encuentro con una civilización extraterrestre podría provocarnos
creer que estamos ante Dios para no hacernos preguntas ni
cuestionarnos nuestra existencia...
.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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