Boney M: Daddy
Cool (1976)
Hay
grupos que pasan al olvido para las generaciones futuras que son
presente y enmarcan nuestro pasado, en el sentido de que todo kiski
sabe las principales canciones pero no deja de ser un residuo
industrial. Así tenemos un grupo de producción europea con
precisión teutónica que fue símbolo durante la segunda mitad de
los 70´s de progresismo, modernidad y estar en la ola en cuanto a
gustos musicales se refiere.
Cojan
tres bellezas femeninas antillanas y un bello mozo también
antillano, una cuidada producción que abarcaba desde arreglos
musicales a arreglos de vestuario pasando por coreografías regladas,
utilicen la televisión de lanzamiento imponiendo una estética
imposible de vestir pero imposible de no admirar como producto
musical y obtendremos fans incondicionales entre los mozuelos
patilludos con mariconera y féminas que tenían oscuros deseos
prohibidos en la intimidad de sus intimidades en una época aún
demasiado machista en una sociedad en cambio de autoritarismo a
democracia.
Y es
que Boney M eran u
espectáculo en sí mismo con inolvidables, para toda una generación
de europeos, apariciones televisivas en horario nocturno donde los
adultos se sentían identificados y la infancia observaba alucinada
al antillano marcando paquete y los tres apetecibles bombones de piel
de ébano en una Europa donde el otro lado del charco seguía siendo,
en el patio trasero de EEUU, un mundo exótico de exóticas gentes...
La
canción y el vídeo que os traigo creo que es un exponente que vale
más que mil palabras, pero si no se ve desde la óptica de la época,
donde un anuncio de compresas de hoy en día sería catalogado de
pornográfico, puede que nos quedemos sólo con lo fastuoso del
vestuario, lo pegadizo de la canción o el antillano avanzando
amenazador mientras los cataplines abultan en su ceñido pantalón
por no hablar de las féminas y los oscuros pensamientos que
provocaban en los machos alfa deseando que se le saliera una teta a
alguna de las tres...
¡O
a las tres a la vez!
Saturan,
si los escucháis de seguido saturan, pero sus discos marcaron época
y hay ocasiones en que entran bien. Pero los 80´s y su ñoña Ríos
de Babilonia acabó por sepultarlos entre los acordes de sintetizador
y el fosforito deslumbrante de los 80´s. Con la llegada del CD
muchos adultos se encontraron conque sus equipos analógicos y el
vinilo eran obsoletos y decir que eras fan era etiquetarte
automáticamente de fósil musical.
Producto
que merece ser conocido y reconocido y que alegraron la existencia
durante la segunda década de los 70´s pero cuyo sonido, puesta en
escena y estilo no han tenido igual. Sirva de homenaje este artículo
de un grupo que pertenece por derecho propio a la historia particular
de millones de personas.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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