Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
OBJETIVO: LA CASA
BLANCA (2013)
(Olympus Has Fallen)
Varios motivos entre el equipo de cata cinematográfica
del turno de noche de la redacción para el visionado de esta
película: picar el anzuelo del reparto, ver una película de acción
reciente para los cánones de pérdida de poder adquisitivo que
impiden ir al cine y observar a un actor famoso por un papel
protagonista en popular film adaptación de un cómic.
Hay actores con gancho entre el público cuya sola
presencia en el reparto, suelen ponerles además de actores
principales a priori, hace que el público dé un voto de confianza
pese a temerse un pequeño bodrio. Si la cosa está bien hecha, la
presencia de la estrella favorece la oportunidad de ver directores en
busca de consagración y resto del plantel para que se afiancen unos,
para dejarse ver unas y a ver si suena la flauta la mayoría...
Aquí picamos con el Morgan Freeman al que siempre se le
otorga confianza incondicional, pero lo cierto es que se limita a
hacer muecas y caretos y estar sentado, como si en realidad pensara
en los dólares que se embolsa por meramente aparecer y pedir un café
en su diálogo más largo más que en el personaje de presidente por
defunciones. Pero es el Morgan Freeman, ciertamente avejentado, pero
disfrutando de la parodia de un afro americano de piel negra entre
asesores, generales y funcionarios en su mayoría blancos y todos
blancos en los altos cargos...
Apetecía al segureta y nos apuntamos el de la limpieza y yo para elegir este producto de acción reciente, tal vez porque resulta patético que tengamos que consolarnos con ver a viejas momias del género en películas que rescatan el espíritu de la acción de los 80´s ya que siempre que tratamos de ver una de las populares de nueva hornada terminamos por volver a la timba hasta que sea la hora de irse a casa tras una agotadora noche de trabajo.
La película es la típica acción vista hasta la
saciedad en que se secuestra al presidente de EEUU ante un enemigo
que ataca los principales símbolos de la nación. Si el producto
está bien hecho sirve para el público USA como reafirmación
etnográfica con un destino en lo terrenal y para el resto del orbe
consumista y parte del consumido como entretenimiento de acción que
nos haga evadirnos un par de horas de la mierda de la realidad
diaria.
En esta ocasión nada menos que un comando norcoreano, por cierto que el coreano villano malo maluco es el mismo de una película del 007, con la complicidad del típico patriota renegado en este caso del servicio secreto. Lo mejor es la acción del C-130 artillado y para amantes de simbología y demás fijarse en el plano cuando se estrella a la vez que se derrumba el obelisco. La ocupación de la Casa Blanca es una copia del asalto a la embajada norteamericana durante la ofensiva del Tet y se juega con efectista sensiblería en planos de ametrallamiento de ciudadanos, bandera acribillada y el sacrificio con sus vidas de los cuerpos de seguridad. Resulta inquietante pensar en mensaje subliminal y que los servicios de inteligencia preparaban para un asalto urbano armado, sólo que en lugar de norcoreanos son del Ejército Islámico...
Inquietante, ein?
Si sois sibaritas es nada recomendable pero si os va el morbo se puede tragar por ver como hostian a la patriótica secretaria de defensa y su salida en enagua, las escenas del inicio del asalto y lo mejor el niño, al menos no hay perro, que se ve que es el único que se mete en su papel y disfruta haciéndolo...
En esta ocasión nada menos que un comando norcoreano, por cierto que el coreano villano malo maluco es el mismo de una película del 007, con la complicidad del típico patriota renegado en este caso del servicio secreto. Lo mejor es la acción del C-130 artillado y para amantes de simbología y demás fijarse en el plano cuando se estrella a la vez que se derrumba el obelisco. La ocupación de la Casa Blanca es una copia del asalto a la embajada norteamericana durante la ofensiva del Tet y se juega con efectista sensiblería en planos de ametrallamiento de ciudadanos, bandera acribillada y el sacrificio con sus vidas de los cuerpos de seguridad. Resulta inquietante pensar en mensaje subliminal y que los servicios de inteligencia preparaban para un asalto urbano armado, sólo que en lugar de norcoreanos son del Ejército Islámico...
Inquietante, ein?
Pero dejando aparte delirios psicóticos lo cierto es
que la peli reúne varias secuencias de otras pelis, esos homenajes
entre comillas que dicen los directores cuando les dan una
oportunidad de hacer algo rentable. Ya digo que los principales
actores se toman un poco a cuchufleta sus papeles y para el
espectador veterano el gabinete de crisis recuerda al delirante ídem
de ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú.
Lo mejor es la paliza a la secretaria de defensa
culminando con su salida en enaguas buscando la salvación, pero
resulta triste tal motivación y demuestra lo flojito de la película
que degenera pasado el primer tercio a muecas de los actores y
diálogos que suenan delirantes si no se les toma a coña...
Y ver al actor protagonista de ese sobrevalorado cómic
cinematográfico que es 300. Su expresividad facial es
bastante limitada y como personaje de acción es especialista en
lucha a la israelí, rotura de codos y rótulas sin andarse con
miramientos y amaneramientos tipo Steven Seagal por no hablar de sus
llaves de lucha greco romana y sus mañas para manejar pistolas,
metralletas, cuchillo y nudillos. Lo curioso es que el equipo de cata
coincidimos por unanimidad que este papel era ideal para el Craig y
que éste haga de 007 porque es perfecto.
En definitiva película dirigida tramposamente por
Antoine Fuqua y protagonizada ( es un decir) por el Morgan Freeman
acompañado de Gerard Butler y Aaron Eckhard. Destacar la presencia
la Ashley Judd en uno de sus mejores papeles ya que muere a los cinco
minutos de empezar la película.
La historia va de un miembro del servicio secreto que es
apartado a
funciones burocráticas tras descalabrarse la mujer del
presidente por un precipicio y que debe volver a la acción cuando un
comando norcoreano toma la Casa Blanca, secuestra al presidente y
unos cuantos de su séquito mientras consigue los códigos de
activación de un programa secreto que hará detonar los misiles
nucleares en sus silos convirtiendo los EEUU en un páramo nuclear.
Si sois sibaritas es nada recomendable pero si os va el morbo se puede tragar por ver como hostian a la patriótica secretaria de defensa y su salida en enagua, las escenas del inicio del asalto y lo mejor el niño, al menos no hay perro, que se ve que es el único que se mete en su papel y disfruta haciéndolo...
Lo cierto es que es del género de acción pero sólo
puede tragarse bajo el prisma del género de la parodia.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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