The Adversiter Chronicle

jueves, 17 de abril de 2014

"El ojo púbico", por P. Gargajo Bilioso


Una sección de Palomino Gargajo Bilioso en exclusiva para The Adversiter Chronicle

PAELLA EN LA BENEMÉRITA: UNA SANCIÓN JUSTA

Andan algunas de las gentes de bien, que dice Rajoy (gran concepto de marketing electoral por cuanto o te consideras gente de bien o eres gente de mal) rezumando rabia y revanchismo en las redes sociales con grandilocuentes post de que mientras la clase política y algunas de sus clases están llevando el país a la ruina sin castigo ninguno, y a casi ninguno, se riñe y se quita de su puesto a un oficial de la Guardia Civil por hacer una paella e invitar a su padre que es veterano y renegado de la misma por cuanto como militar profesional faltó a su juramento a la patria y al poder que lo representa libremente elegido en las urnas allá por 1981...
Estos mensajes, atractivos y casi hipnóticos a la vista por cuanto dicen media verdad y la otra media es demagogia, a primera vista se supone que son de apoyo a la Guardia Civil pero en realidad sólo ponen en un brete a los componentes del Cuerpo que segundo a segundo desempeñan sus tareas con profesionalidad pese a las injusticias en ocasiones de la crítica a sus actuaciones. La sociedad española olvida a menudo que la Guardia Civil es una parte de las FFAA sin menoscabo de su afiliación a las fuerzas del orden. Puede parecer una gilipollez por cuanto todos vemos militarizada la institución pero olvidamos, a veces interesadamente como en estos mensajes en las redes sociales, que sus miembros viven y conviven en una casa cuartel.
Casa por cuanto los agentes viven con sus familias y cuartel porque como tal se cataloga la dependencia y edificio donde residen y trabajan los agentes. Que este oficial sabía que estaba provocando y además sin permiso como mandan los cánones y el reglamento del estamento que es el código penal militar, amén de saltarse el permiso jerárquico, está más que claro.
Aún obviando el pasado anti democrático de su progenitor y que su hijo a hecho abuso de su autoridad intra muros, la misma que hace sufrir intra muros a los agentes y sus familias las penurias en ocasiones que son las casas cuartel, antiguas y nada funcionales para el día a día de los agentes, este oficial ha manchado la imagen y el honor de la Guardia Civil a ojos de gran parte de la ciudadanía y logrado que cretinos la utilicen para su propio beneficio disfrazado de falsa solidaridad para desgastar al Gobierno.

La Guardia Civil que añoran es la del servicio al caciquismo, al poder basado en la fuerza y no en las urnas, de ariete contra todo aquello que ofenda, moleste o inoportune al mandamás de turno anti constitucional.

La Guardia Civil es a día de hoy una parte de las FFAA profesionales y sus miembros, son una representación de la sociedad de la que proceden. Es un Cuerpo disciplinado y posiblemente el que en tiempos de paz más se sacrifica por cuanto en lugar de estar
acuartelados y realizando maniobras nada sangrientas salvo accidente o caducidad del material, trabajan las 24 horas para la sociedad civil y el riesgo de la muerte en acto de servicio es parte inherente del contrato que los nuevos aspirantes firman al querer forma parte de la Guardia Civil.

Aquella imagen del agente autoritario y sin razón ha dado paso a profesionales preparados que sin perder la autoridad que emana de su carácter militar en el trato diario con las personas en el desempeño de sus funciones, son conscientes y nada ajenos del mundo en que viven que ya no es el de 1981 y muchísimo menos el de 1939.

Es hora ya de purgar, además de por ley re-generacional, a la oficialidad que se mantiene firme en el mito de Franco y su régimen, cosa natural ya que crecieron y se alistaron en el mismo, para dar paso a la oficialidad real y verdadera que lejos de paellas para ellos se baten el cobre a pie de calle por y para todos, en misiones en el extranjero y que se reciclan en conocimientos y tecnología que luego enseñan y aplican a sus subordinados.

Posiblemente los más disgustados con el oficial y su paella sean sus propios subordinados y también muchos de sus compañeros de promoción.

Pero la razón fundamental del acierto de sancionar al oficial es que el mando superior ha visto una falta grave y ha sancionado. Podemos discutir la hechura de ese mando, pero el que manda manda y los militares profesionales acatan.

Así de simple y así de complicado.


The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/




 
 
                                                        

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